AMBIENTE: El cambio climático ya está entre nosotros

El recalentamiento del planeta ya no es sólo un riesgo potencial, sino que afecta ecosistemas del mundo en forma grave y aumentará la brecha entre ricos y pobres, según un nuevo informe del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).

Las naciones en desarrollo son más vulnerables a los cambios de clima en curso, destacaron unos 700 científicos participantes en la elaboración del nuevo informe, lanzado el viernes en Suiza y en Internet, la red mundial de computadoras.

Hay evidencia de cambios climáticos regionales, y en especial aumentos de temperatura, que causan en la actualidad alteraciones de la conducta de la fauna silvestre, reducción de glaciares y deshielo del permafrost, capa de subsuelo de regiones frías que permanecía en estado de congelación permanente, afirmaron.

Muchas especies de mamíferos, invertebrados, reptiles, pájaros, amfibios e insectos ya han sido afectadas por los cambios en curso, aseguraron.

«El sentido de los cambios observados en sistemas físicos y biológicos es coherente en distintas localidades y regiones», indicó el IPCC en un sumario del informe, entregado a gobiernos y periodistas del mundo.

«Del conjunto de la evidencia surge gran certeza que recientes cambios regionales de temperatura tuvieron impacto discernible sobre muchos sistemas físicos y biológicos», añadió.

El IPCC, creado en 1988 por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Organización Metereológica Mundial, no desarrolla investigación propia, sino que evalúa información técnica, científica y socioeconómica relevante para comprender el riesgo de cambio climático causado por seres humanos, y asesora a la comunidad internacional.

El documento divulgado el viernes es la segunda parte de tres que conformarán el Tercer Informe de Evaluación del IPCC, el cual dio a conocer sus informes anteriores en 1990 y 1995.

En la primera parte, divulgada el mes pasado, se señaló que el recalentamiento gradual del planeta se debe a la emisión de dióxido de carbono y otros gases producidos por la quema de petróleo, gas y carbón, que causan el llamado efecto invernadero al retener calor en la atmósfera.

Los autores de ese informe dijeron que es probable que el promedio de la temperatura del aire en la superficie del planeta haya aumentado entre 1,4 y 5,8 grados en 2100, en relación con 1990, y que se registre en el mismo período un incremento en el promedio mundial del nivel del mar de entre 0,09 y 0,88 metros.

Los autores de la segunda parte indicaron que muchos ecosistemas naturales son vulnerables a esos cambios, y que algunos sufrirán daños irreversibles.

Están en peligro glaciares, praderas, arrecifes de coral y atolones, manglares, selvas boreales y tropicales y ecosistemas polares y alpinos, señalaron.

La mayor parte de los arrecifes de coral pueden desaparecer en 30 o 50 años, debido al calentamiento de los océanos, y tres cuartas partes del Sundarbans de India y Bangladesh, el mayor manglar del mundo, puede ser inundada por el aumento del nivel del mar.

Grupos ambientalistas han asegurado que eso causaría la extinción del tigre de Bengala en estado silvestre.

«El cambio climático puede causar aumento del número de ejemplares de algunas especies y su expansión, pero agudizará los actuales riesgos de extinción de otras más vulnerables y la pérdida de biodiversidad», señaló el IPCC en el sumario de la segunda parte del informe.

«El impacto de futuros cambios climáticos afectará en forma desproporcionada a los pobres» de los países en desarrollo más desaventajados como Haití, Bangladesh y Sierra Leona, muy vulnerables a la intensificación de ciclones tropicales, daños causados por vientos, lluvias torrenciales e inundaciones, apuntó.

Se agravará la actual escasez de agua en muchas regiones, entre ellas el Sudeste Asiático, y aumentará la propagación de diversas enfermedades, entre ellas la malaria y el cólera, en Asia, Africa y América Latina, advirtió.

En otras áreas, el aumento de las lluvias debido al cambio climático pondrá en peligro de inundación a asentamientos humanos en los cuales viven decenas de millones de personas, subrayó.

Viviendas costeras serán afectadas por inundaciones y por la erosión de las costas en pequeñas naciones insulares, el Sudeste Asiático, Egipto y las costas occidental y oriental de Africa, explicó.

El cambio climático puede reducir las cosechas en muchas regiones tropicales y subtropicales, incluyendo las de Africa y América Latina, con riesgo para la seguridad alimentaria, aseguró.

Los países de Amércia Latina que sufrirán mayor pérdida de producción agrícola causada por el cambio climático serán Argentina, Brasil, Chjile, México y Uruguay, predijo.

El leve aumento de temperatura causado por mayor concentración de dióxido de carbono puede estimular las cosechas en algunas áreas de América del Norte, y en especial de Canadá, pero ese efecto será efímero y no contrarrestará los perjuicios del calor y la sequía, acotó.

Los cambios climáticos en las regiones polares serán más rápidos que en cualquier otra región de la Tierra, con graves impactos físicos, sociológicos y económicos, y la mitad de los glaciares alpinos y el permafrost de Europa pueden haber desaparecido a fines del siglo XXI, afirmó.

«Algunas comunidades indígenas de regiones frías que mantienen estilos de vida tradicionales tendrán pocas posibilidades de adaptarse», pronosticó.

Ambientalistas declararon que las dos primeras partes del informe del IPCC pusieron fin al debate sobre la existencia de recalentamiento del planeta y cambio climático.

«El informe del mes pasado identificó el revolver humeante, y esta semana vemos qué hay en la línea de fuego», dijo Jennifer Morgan, directora de la campaña sobre cambio climático del Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF).

Los activistas ya emplean el informe para llamar la atención a los gobiernos y en especial al de Estados Unidos, el país con mayor emisión de gases que causan el efecto invernadero por habitante, para que se propongan con seriedad reducir sus emisiones de dióxido de carbono.

En noviembre fracasaron en la ciudad sudoccidental holandesa de La Haya negociaciones internacionales vinculadas con el ajuste final de detalles de un tratado global para que las naciones industrializadas reduzcan sus emisiones de esos gases.

El ministro de Ambiente de Holanda, Jan Pronk, quien presidió esas negociaciones, anunció que las mismas se reanudarán durante dos semanas en junio o julio.

La reanudación estaba prevista en principio para mayo, pero se postergó a pedido del nuevo gobierno estadounidense, encabezado por el presidente George W. Bush.

Un portavoz de Washington indicó el mes pasado que ese gobierno necesitaba más tiempo para revisar el tratado.

Bush y varias figuras de su entorno más cercano tienen estrechos vínculos con la industria petrolera, y aún se ignora cuál será su posición en relación con el Protocolo de Kioto de 1997, para la reducción de la emisión de gases invernadero.

Ese protocolo estableció que los países industrializados deben reducir su emisión de esos gases, hasta llevarla en 2012 cinco por ciento por debajo del nivel de 1990.

El Segundo Informe de Evaluación del IPCC, de 1995, fue un factor clave en las negociaciones que permitieron alcanzar el acuerdo de Kioto.

Más de 100 naciones firmaron ese protocolo, pero ninguna nación industrializada lo ha ratificado. (FIN/IPS/tra- eng/dk/da/ego/mp/en/01

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