AFGANISTAN: Destrucción de patrimonio no islámico alarma a la ONU

La destrucción de todos los monumentos y santuarios no islámicos, ordenada por el movimiento Talibán que controla la mayor parte del territorio afgano, despertó la indignación del secretario general de la ONU, Kofi Annan.

Annan reaccionó con «alarma» ante el decreto anunciado el lunes, por el cual deben ser destruidas numerosas reliquias del país, entre ellas dos antiguas estatuas de Buda ubicadas en la provincia de Bamiyan, a unos 100 kilómetros de Kabul.

«El secretario general exhortó a los partidos afganos a proteger las reliquias y los monumentos históricos pues son parte del patrimonio de la humanidad», dijo el portavoz de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Fred Eckhard, en rueda de prensa.

Annan pidió a Talibán el cumplimiento de sus anteriores promesas de proteger la herencia cultural afgana, incluidas las dos grandes esculturas de Buda.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), con sede en París, recordó informes de prensa sobre «la deliberada destrucción por parte de Talibán de docenas de estatuas antiguas del Museo Nacional Afgano en Kabul».

Los gobernantes de Talibán decretaron la destrucción de todas las estatuas del país debido a que las representaciones de figuras humanas son consideradas contrarias al Islam.

«Todas las imágenes del país deben ser destruidas porque fueron consideradas en el pasado deidades por los infieles. Ahora son respetadas y podrían volver a ser objeto de adoración», señala el decreto.

Annan instó a Talibán a hacer todo lo que tuvieran a su alcance para preservar las irremplazables reliquias de Afganistán, tanto islámicas como de otras religiones, y para asegurar un futuro más pacífico y tolerante para su pueblo.

«Destruir una reliquia, cualquier monumento, cualquier estatua, prolongará el clima de conficto. Después de 22 años de guerra, destrucción y sequías, debe haber una sola prioridad para el gobierno: reconstruir el país, renovar la estrucutra social y aliviar el inmenso sufrimiento del pueblo afgano», agregó.

Unesco dijo que Afganistán, ubicada en el antiguo cruce de las rutas del comercio de sedas, cuenta con un patrimonio cultural único que refleja una historia marcada por la influencia de Persia, Grecia, el hinduismo, el budismo y el Islam.

Entre sus tesoros cuenta con las monumentales estatuas budistas de Bamiyan, talladas en roca en el siglo quinto.

Este patrimonio cultural fue víctima de los continuos conflictos civiles que azotaron al país en los últimos años, según Unesco.

Algunas de las colecciones únicas con que cuenta el museo de Kabul, víctima de ataques en 1995 y 1996, fueron saqueadas o dañadas. El museo permanece cerrado al público desde 1992.

Hubo también muchas denuncias sobre la destrucción de varias reliquias del museo, entre ellas una estatua de Buda de 2.000 años de antigüedad. Las autoridades de Talibán lo negaron, aunque no permiten el acceso al museo para comprobarlo.

Desde que asumieron al poder en 1996, los talibanes practicaron una severa y poca ortodoxa forma de islamismo que, según ellos, está basada en una rigurosa lectura del Corán.

Varias agencias de ayuda internacionales suspendieron su asistencia y criticaron al gobierno de Talibán por algunos de sus decretos, en especial los que discriminan a la mujer.

El Fondo las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) criticó en varias oportunidades a Afganistán por desconocer los derechos de la mujer.

«Las escuelas se abrieron en todo Afganistán después del receso invernal, pero no hay ni una niña en ellas», dijo la directora ejecutiva de Unicef, Carol Bellamy, luego de visitar ese país en 1997.

«La exclusión de las niñas y de las mujeres de la esfera pública tiene consecuencias desastrosas para toda la nación y es una violación a los derechos humanos básicos», agregó.

Afganistán es «una nación de viudas», según Bellamy, quien dijo que si a las mujeres no se les permite trabajar, no serán capaces de alimentar a sus hijos. «Las consecuencias serán catastróficas», advirtió.

Mientras, la larga guerra civil entre el Talibán y la opositora Alianza del Norte, constituida por cinco partidos, continúa destruyendo la frágil infraestructura del país.

Afganistán no se recuperó aún de la devastación que causó la larga ocupación soviética, que terminó en 1989 luego de 14 años. (FIN/IPS/tra-eng/td/da/rp/mj/hd cr ip/01

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