VENEZUELA: Comienza revolución cultural con varias bajas

La «revolución cultural bolivariana» comenzó en Venezuela con la destitución de 16 directores de museos e instituciones artísticas, decisión que augura un debate sobre la gestión de la cultura y que se suma a otras reformas del presidente Hugo Chávez.

El viceministro de Cultura, Manuel Espinoza, confirmó este lunes que la cesantía de los altos funcionarios se debió «a la necesidad de relevo» y negó que la medida sea para reprender a personalidades del mundo artístico que no son adeptos al gobierno.

El propio Chávez, en su programa de radio «Aló, presidente», fue quien informó el domingo sobre los más importantes cambios que se hayan registrado de forma simultánea en la gestión de la cultura de este país.

Los relevos alcanzaron a los directores de los principales museos, a los presidentes de la editorial del Estado y de la Biblioteca Nacional y a los encargados de institutos dedicados al teatro, la danza, la música y el folclore.

«Llegó la hora de arrancar la revolución cultural bolivariana, creadora y liberadora (…), la cultura se vino elitizando, son príncipes, herederos, familias que se adueñaron de instituciones, de instalaciones que le cuestan miles de millones de bolívares (moneda local) al Estado», dijo Chávez.

La dramaturga Pilar Romer, separada de la dirección del Instituto Universitario de Teatro, dijo sentirse «orgullosa de estar entre los estigmatizados», al tiempo que pidió a los nuevos funcionarios «mucha cordura y que no pasen factura a nadie por diferencias ideológicas».

Todos los destituidos se enteraron de la decisión oficial a través del programa radial de Chávez, pero la mayoría de ellos prefirió no comentar la decisión gubernamental. Esta forma de notificación ha sido puesta en práctica por el mandatario en los últimos cambios realizados.

La medida que más expectativas creó fue la remoción de Sofía Imber, quien fundó hace un cuarto de siglo el Museo de Arte Contemporáneo, estuvo a su frente durante todo este tiempo e, incluso, lleva su nombre.

«Esta gestión de renovación tiene como bases el principio de la meritocracia y el relevo. A todos nos mueve la mejor voluntad de construcción, mejoramiento y consolidación de la gestión pública», justificó el viceministro Espinoza.

Chávez, además de las destituciones, anunció 19 nombramientos y confirmó a 10 gerentes del área de la cultura.

La decisión es una apuesta a «impulsar la cultura al servicio del desarrollo, no la cultura al servicio de las élites del país», comentó el mandatario.

Estas medidas se adoptan cuando aún están sobre el tapete fuertes polémicas sobre las reformas de los sindicatos y de la educación pública y privada. Expertos destacan la poca capacidad de diálogo con la sociedad demostrada por el gobierno de Chávez en ambas iniciativas.

De hecho, el presidente insistió el domingo en descalificar un proyecto alternativo de educación que fuera presentado por varias organizaciones, incluida la Asociación Venezolana de Educación Católica. Ese plan es débil y tiene base de arena, aseveró el mandatario.

Por su parte, el viceministro Espinoza anunció la creación del Instituto Nacional de Gerencia Cultural, destinado a capacita a los nuevos gerentes del sector. medida que puede desatar un debate nacional sobre la manera de dirigir entidades culturales en Venezuela.

«Es una responsabilidad primaria de estos nuevos actores del proceso, y de todo gerente cultural, el preparar a las nuevas generaciones de profesionales que los puedan suplir», recalcó.

El historiador Elías Pino opinó que «hacía falta un ejercicio de alternabilidad en el campo cultural, es una auspiciosa decisión (…), pero ojalá los principados denunciados no se conviertan en feudos baldíos».

Pino, crítico de la gestión de Chávez, presidió el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, un ente dedicado a la investigación y que concede el premio de novela homónimo.

En tanto, Antonio López, presidente de la privada Fundación Cultural Bigott, que promueve el folclore, aseguró que «los cambios hay que verlos de una manera positiva, ya que las instituciones tienen que crecer».

Agregó que en el «sector del libro, los cambios son bienvenidos, marcan la regeneración de cuadros».

En cambio, Fernando Rodríguez, ex presidente de la Cinemateca Nacional, que contiene el acervo fílmico del país, señaló que «no se ve la necesidad de haber ejecutado en conjunto esos cambios» y prefirió que se hubiesen hecho «con otro ritmo y en forma más selectiva».

«Supongo que se buscaba la espectacularidad: comenzó la revolución cultural», apuntó.

Una de las modificaciones aplaudidas fue la destitución de la cantante Mirla Castellanos de la dirección de «La Casa del Artista», después de 12 años de gestión,

El crítico especializado Aquilino José Mata precisó que esa «fue una institución que comenzó con buen pie, pero que con el paso del tiempo se convirtió en un coto cerrado e impenetrable».

«La Casa del Artista» es un complejo con varias salas de espectáculos y centros para la capacitación artística que, al igual que otras 35 instituciones, es una entidad tutelada y adscrita al Ministerio de Cultura.

Espinoza explicó que entre las medidas pensadas para transformar el sector está la de fijar un máximo de cinco años para ocupar cargos de dirección en los organismos oficiales de cultura.

«La constitución y reglamentos de cada organismo serán replanteados e intentaremos un modo de acción que esté articulado en un consejo», adelantó.

Con la llegada de Chávez al gobierno, en febrero de 1999, se quitó el rango de ministerio a Cultura para transformarlo en viceministerio dentro de la cartera de Educación, con el fin de achicar una área sobredimensionada, según arguyó el gobierno.

El mandatario venezolano ha asegurado que después de los radicales cambios políticos, como la reforma de la Constitución, logrados con el respaldo popular en una sucesión de elecciones, en 2001 se concentrará en la «institucionalización del proceso revolucionario bolivariano».

La oficina de Espinoza publicó avisos en la prensa la semana pasada para anunciar el comienzo de la reestructuración del sector cultural. Entre las medidas adelantadas estaba la petición de que cada institución presentase en el plazo de cuatro meses un completo plan al respecto.

La destitución simultánea de los directores de los principales museos de Venezuela provocó también la primera baja oficial del área, al presentar este lunes Guillermo Barrios la renuncia a su cargo de director de Museos del Consejo Nacional de la Cultura.

Barrios criticó la falta de participación de su oficina en el «contenido de las decisiones» y el hecho de que no se hayan usado «las vías institucionales» para las respectivas notificaciones. (FIN/IPS/ac/dm/ip cr/01

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