TRINIDAD Y TOBAGO: Primer ministro denuncia plan para derrocarlo

El primer ministro de Trinidad y Tobago, Basdeo Panday, aseguró al parlamento que «ciertos grupos» acumulan armas contrabandeadas con la intención de derrocar a su gobierno, que asumió hace sólo ocho semanas.

El domingo, el opositor Movimiento Nacional Popular (PNM) había declarado que considera «ilegítimo» al gobierno de Panday y se había comprometido a impulsar protestas callejeras y otras iniciativas para lograr la renuncia del primer ministro.

El primer ministro se presentó el martes ante el parlamento flanqueado por los jefes de todas las fuerzas de seguridad, y dijo a los legisladores que había «miles» de personas dispuestas a rechazar el «manifiesto intento de tomar el poder en forma ilegal».

«Quienes se preparan para atacar al gobierno elegido en forma constitucional deben hacer una pausa para considerar que muchos resistirán con decisión ese ataque», enfatizó.

Panday instó al jefe de la oposición parlamentaria, Patrick Manning, del PNM, a «calmarse y poner los intereses del país por encima de sus íntimos apetitos personales».

Tras las declaraciones de Panday, el PNM se apresuró a expresar su desconfianza en relación con la denuncia del presunto intento de golpe de Estado.

«No me asusta nada de lo que (Panday) dijo», declaró Manning, quien afirmó que la intención del primer ministro fue crear condiciones para declarar un estado de emergencia nacional y «preparar a sus tropas para la guerra».

«No hay peor ciego que el que no quiere ver», advirtió.

Las declaraciones de Panday imprimieron el martes un giro dramático a la crisis política instalada en el país desde el ajustado triunfo del Congreso Nacional Unido (UNC) de Panday en las elecciones del mes pasado, que le dieron dos bancas de ventaja sobre la oposición en el parlamento, de 36 integrantes.

La crisis se debe a un enfrentamiento entre el primer ministro y el presidente Arthur Robinson, quien vetó la asignación de ministerios a siete personas propuestas por Panday.

Robinson vetó la designación de ministros con el argumento de que las personas propuestas se habían postulado sin éxito al parlamento. Según el presidente, asignar responsabilidades ministeriales a esas personas sería «una burla a los votantes».

Panday alegó a su vez que Robinson no respetaba la Constitución, que asigna al primer ministro potestad exclusiva para elegir a los integrantes de su gabinete.

Dos de las personas propuestas por Panday y vetadas por Robinson pidieron a la Corte Suprema que interprete la Constitución y decida si el presidente tiene derecho a oponerse a las iniciativas del primer ministro para integrar el gabinete.

Una de esas dos personas es Roy Augustus, propuesto por Panday como ministro de Seguridad Nacional. Panday anunció el martes que por ahora se ha hecho cargo en persona del ministerio que desea asignar a Augustus.

La Corte aún no fijó fecha para la audiencia correspondiente, aunque los abogados de los demandantes han insistido en que desean una decisión rápida sobre el asunto.

El fiscal general Ramesh Lawrence Maharaj informó que había recibido asesoramiento legal acerca de la cuestión del abogado británico Anthony Bradley, profesor de ley constitucional de la Universidad de Edimburgo, y aseguró que Bradley había dado la razón a Panday.

Según Maharaj, Bradley estuvo de acuerdo en que «todos quienes ocupan cargos públicos deben respetar la Constitución y cumplir las normas constitucionales», y el dictamen del especialista británico será puesto en conocimiento de Robinson, con la esperanza de que haga cambiar de opinión al presidente.

Panday afirmó el martes que hechos ocurridos en las últimas semanas pusiwron en evidencia preparativos para un golpe de Estado.

Entre esos hechos, mencionó declaraciones del periodista Raffique Shah, a quien definió como un «asesino a sueldo» y «amotinador del Ejército» que mantiene «contactos en Libia».

Shah dijo a otros periodistas que Panday había aprovechado sus fueros parlamentarios para realizar comentarios difamatorios, y desafió al primer ministro a repetir esos comentarios fuera del parlamento, sin el amparo de sus fueros.

Otro de los hechos que Panday asoció con el presunto intento de golpe de Estado fue la reaparición en público de Bilaal Abdullah, a quien definió como «el pistolero entrenado en Libia que dirigió al grupo Jamaat Al Muslimeen» en un fallido intento de derrocar en 1990 a Robinson, cuando éste era primer ministro.

El primer ministro señaló que la reaparición de Abdullah se produjo cinco días después de que Robinson recibió en su oficina a personas «involucradas en una manifestación ilegal a la cual se había negado la debida autorización policial», encabezadas por el profesor Selwyn Cudjoe, del Colegio Wesley y residente en Estados Unidos.

Esas personas habían organizado un acto público que culminó con una marcha hacia la residencia oficial de Robinson, para expresar su apoyo a la posición del presidente en el conflicto acerca de la designación de ministros.

Jamaat-Al Muslimeen replicó con rapidez, en una declaración, que rechazaba en forma categórica las acusaciones de Panday, y advirtió que «no estaba dispuesto a tolerar» los ataques del primer ministro.

«Vemos ahora de qué forma el señor Panday trata de crear una crisis mediante la manipulación de los sentimientos populares. Panday debe tratar de ser más creativo en su manejo de la cuestión que lo enfrenta con el presidente», ironizó el grupo.

Panday dijo que era significativo que Manning hubiera advertido durante la campaña electoral acerca de la posibilidad de actos de desobediencia civil y «violencia, saqueos e incendios intencionales tras las elecciones».

El primer ministro afirmó que era lógico pensar que «el desarrollo de los acontecimientos que presencia en la actualidad la nación» fue planeado antes de que se realizaran los comicios.

«En nuestra sociedad pluralista, hay muchos miles de personas que apoyan con pasión al UNC y están preparadas para resistir cualquier intento de arrebatarle el gobierno», aseguró.

«No debemos permitir que esta iniquidad (el presunto plan para dar un golpe de Estado) se lleve a cabo en nuestra república», subrayó.

El PNM replicó que el primer ministro sabe cuáles son los procedimientos legítimos para enfrentar la situación, «si tiene evidencia de que hay grupos que acumulan armas en el país», y afirmó que Panday buscaba «enfrentar a los hermanos entre sí».

Todas las «organizaciones democráticas» podrán participar en las anunciadas protestas contra el gobierno de Panday, añadió. (FIN/IPS/tra-eng/pr/da/mp/ip/01

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