Ningún país, ninguna persona, es inmune a los trastornos mentales, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS), al lanzar la campaña internacional de 2001 dedicada a esos problemas, que afectan a unos 400 millones de seres.
Gro Harlem Brundtland, directora general de la OMS, observó que son raras las familias sin algún caso de trastorno mental o que no necesitan asistencia y atención durante un período de dificultades.
Los problemas de salud mental, que aumentan de manera impresionante, figuran entre los principales responsables de la carga de enfermedades y discapacidades que pesan sobre la humanidad.
Los trastornos neuropsiquiátricos representan 11,5 por ciento de las enfermedades en el mundo.
Cinco de las 10 principales causas de discapacidad correspondían a trastornos mentales: depresión mayor unipolar, dependencia del alcohol, depresión bipolar, esquizofrenia y trastorno obsesivo-compulsivo, según estimaciones de 1990.
Con ese cuadro, Brundtland reconoció que investigadores y clínicos han logrado importantes progresos en la reducción de los sufrimientos y en la atención de las discapacidades.
Sin embargo, la OMS carece de información suficiente para afrontar el problema y desconoce el número de personas que no reciben en la actualidad la atención que necesitan.
Debido a ese desconocimiento y a pesar de que se dispone de la ayuda neecsaria a un costo accesible, «perpetuamos el círculo vicioso de la ignorancia, del sufrimiento, de miseria e inclusive de muerte», lamentó Brundtland.
La OMS, una agencia de la Organización de las Naciones Unidas fundamenta su campaña en el principio de que no existe justificación ética, científica o social para la exclusión de la comunidad de las personas con enfermedades mentales o trastornos cerebrales.
En consecuencia, tampoco pueden excluirse los servicios de salud mental de los sistemas de atención médica generales. La igualdad entre la salud física y la mental es vital, proclamó la OMS al lanzar este martes su campaña internacional.
Benedetto Saraceno, director del Departamento de Salud Mental de la OMS, mencionó que los mitos y los estereotipos envuelven a las enfermedades mentales.
La OMS recomienda no temer a las personas que sufren esos trastornos pues «pueden ocurrirles a cualquiera» y también previno que no debe ignorarse la alerta de los primeros síntomas. Los trastornos mentales afectan a todos, a adultos y ancianos, a niños y adolescentes, y también a ricos y a pobres.
Alrededor de una quinta parte de los jóvenes del mundo, de 15 años y menores, sufren de leves a graves trastornos. Gran parte de esos niños nunca reciben tratamiento simplemente porque no existen servicios.
La mayor parte de los tratamientos han sido prestados tradicionalmente a los pacientes adultos, mientras se ignoraba la necesidad de intervención precoz en la infancia.
En América Latina y el Caribe, unos 17 millones de jóvenes, de cinco a 17 años, sufren trastornos cerebrales lo suficientemente graves para requerir tratamiento.
Una investigación arrojó que 10 por ciento de los niños en edad escolar de Alejandría, Egipto, sufren de depresión. El mismo estudio demostró que en el último año del ciclo, 17 por ciento de los estudiantes secundarios presentan cuadros de ansiedad.
Otro estudio realizado por la OMS en 27 países en desarrollo e industrializados encontró que ninguna de sus poblaciones estaba libre de esquizofrenia.
El abuso del alcohol es otro trastorno común que no conoce fronteras. En Rusia, 35.000 personas mueren cada año por intoxicación etílica.
La epilepsia es universal y más frecuente en los países en desarrollo. Una investigación realizada en Pakistán estableció que 44 por ciento de la población de una aldea rural presentaba trastornos depresivos.
Los expertos de la OMS refutaron las creencias de que los trastornos mentales o cerebrales son ocasionados por debelidades del carácter. Se originan en factores biológicos, psicológicos y sociales, dijo Derek Yach, director de Salud Mental y Enfermedades No Transmisibles.
La OMS sostiene que la sociedad dispone de remedios para tratar muchos trastornos y lograr que las personas con problemas mentales o cerebrales se desenvuelvan en la comunidad.
Pero, lamenta, las sociedades siguen levantando barreras tanto a la asistencia que necesitan esas personas como a su reintegración.
En el Día Mundial de la Salud 2001, el 7 de abril, la OMS procurará sensibilizar a la comunidad internacional sobre aspectos de la salud mental. (FIN/IPS/pc/ag/he/01