El Frente Polisario, que lucha por la independencia de Sahara Occidental, anunció que retomará las armas contra Marruecos, tras nueve años de cese del fuego.
«El cese del fuego ya no es válido y no significa la paz», declaró Mohamed Ould Salek, segundo al mando del Frente Polisario (Frente Popular por la Liberación de Sagiat al-Hamra y Río de Oro).
El Frente amenazó con atacar a competidores de la carrera automovilística París-Dakar, que cruzó el disputado territorio este fin de semana.
La amenaza se retiró a último momento debido a la presión de Argelia, que aloja al movimiento en la localidad desértica de Tindouf, en el sudoeste del país, y de la Organización de la Unidad Africana y Estados Unidos, informaron fuentes diplomáticas en Rabat.
El mes pasado, el Frente anunció que, tras nueve años, pondría fin al cese del fuego logrado con mediación de la ONU y tomaría las armas nuevamente si la carrera pasaba por el extenso territorio controlado por Marruecos.
Sin embargo, no hubo incidentes el domingo durante la séptima etapa de la carrera que se extiende desde la ciudad desértica de Goulimine hasta Smara, en el Sahara.
El cese del fuego entre el Frente Polisario y Marruecos se ha respetado desde 1991, cuando Minurso, la fuerza de paz de la ONU en la región, fue enviada al Sahara Occidental para supervisar un proceso que conduciría a un referéndum en el territorio.
El conflicto comenzó en 1974 cuando España prometió por primera vez a los saharauis, el pueblo de Sahara Occidental (entonces colonia española), que respetaría su derecho a votar por la autodeterminación.
Sin embargo, España se retiró de la colonia antes de celebrarse la votación. Rabat había objetado el referéndum, reclamando la parte septentrional de Sahara Occidental como parte de Marruecos, mientras Mauritania reclamó la parte austral.
La Corte Internacional de Justicia de La Haya falló que ni Marruecos ni Mauritania podían reclamar el territorio de Sahara Occidental y que los saharauis tenían derecho a decidir su autodeterminación.
El día del fallo, el 16 de octubre de 1975, el rey Hassan de Marruecos anunció una marcha «pacífica» de 350.000 marroquíes hacia Sahara Occidental.
El Polisario, el movimiento político formado por los saharauis para buscar la independencia de España, declaró la guerra contra Marruecos y Mauritania cuando soldados de estos países invadieron su territorio.
El Polisario derrotó a Mauritania en 1979, pero la guerra contra Marruecos continuó muchos años hasta el cese del fuego mediado por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en 1991.
La ONU creó Minurso para supervisar el cese del fuego y el referéndum que permitiera a los saharauis votar por su independencia o incorporación a Marruecos.
El proceso del referéndum avanzó nuevamente en 2000 cuando el ex secretario de Estado estadounidense James Baker participó a partir de 1997 en la mediación como enviado especial de Kofi Annan, secretario general de la ONU.
Annan está comprometido a realizar un referéndum transparente, pero el proceso se ha empantanado debido a diferencias sobre quiénes están habilitados para votar.
El Frente Polisario acusa a Marruecos de incluir marroquíes en la lista de votantes por temor a perder el referéndum. En la actualidad hay 170.000 saharauis viviendo en campamentos de refugiados en Tindouf, mientras 50.000 más viven en Sahara Occidental, bajo la ocupación marroquí.
Este año, la ONU concluyó el proceso de identificación de las personas habilitadas para votar y la cifra final fue de 86.000.
El foro mundial rechazó aproximadamente a 100.000 aspirantes que pretendían votar en el referéndum y que presuntamente eran marroquíes que no probaron su identidad saharaui.
El lunes, Mohamed Ould Salek destacó en una conferencia de prensa en Tindouf que el Frente, «por lo tanto, se considera en estado de guerra contra Marruecos».
«Podemos golpear en cualquier momento sin advertencia», agregó Ould Salek, quien también es el ministro de Relaciones Exteriores de la autoproclamada República Democrática Arabe Sahrawi.
La República fue proclamada por el Frente Polisario en 1976 y admitida a la cumbre de 1982 en Nairobi de la Organización de la Unidad Africana. Marruecos se retiró de la organización en protesta por la admisión.
Ould Salek culpó a Marruecos por sabotear el referéndum. «Marruecos no quiere el referéndum», aseguró.
El funcionario criticó a Annan por apoyar a Marruecos en su intento de evitar el referéndum mediante una nueva propuesta, la de otorgar a Sahara Occidental lo que Rabat califica de «autonomía expandida».
Annan «habla de una nueva solución que no sería, en ningún caso, obligatoria para el Frente Polisario», dijo Ould Salek.
Rabat informó a la ONU en septiembre que estaba preparado para negociar directamente con el Polisario para buscar una «nueva solución que respetara la soberanía y la integridad territorial de Marruecos».
Fuentes políticas de Rabat señalan que Marruecos someterá a Baker más propuestas sobre la autonomía de Sahara Occidental antes de que venza el mandato de Minurso en febrero.
El plan marroquí incluye dividir al país en 12 regiones, una de las cuales sería Sahara Occidental. Cada región tendrá una asamblea electa con amplios poderes, informó un funcionario.
El gobierno central de Rabat tendría el control de la defensa, las relaciones exteriores, las telecomunicaciones y las finanzas, agregó la fuente oficial.
Observadores en Rabat creen que la amenaza del Frente Polisario de retomar las armas «debe tomarse en serio, ya que los saharauis esperan desde hace mucho el referéndum prometido por la ONU y su paciencia se está acabando». (FIN/IPS/tra-en/na/da/aq/ip/01