R.D.CONGO: Rebeldes contra dinastía Kabila

La designación de Joseph Kabila como jefe de Estado de la República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire), a raíz del asesinato de su padre Laurent, procura instalar una dinastía familiar en el país, aseguró uno de los grupos insurgentes que lucha contra el gobierno.

Laurent Kabila fue baleado el martes por uno de sus guardaespaldas y había sido trasladado a un hospital de Zimbabwe. Según el ministro de Comunicaciones Dominique Sakombi, su muerte se produjo esta mañana, aunque la oposición aseguraba que el mandatario había muerto el martes mismo.

«Los congoleños no están listos para una monarquía. Necesitamos una transición basada en el diálogo y el consenso», dijo a IPS el líder rebelde Wamba dia Wamba, presidente de la Asamblea Congoleña por la Democracia, hablando por teléfono desde Kampala, Uganda.

Otro político congoleño exiliado, Albert Mpeti, quien es portavoz de un grupo opositor radicado en Bruselas, dijo este jueves que el nombramiento del hijo de Kabila es una «señal negativa».

Sakombi anunció el miércoles en Kinshasa la designación de Joseph Kabila como presidente. El nuevo mandatario, de 31 años, pasó la mayor parte de su vida exiliado en Uganda y Tanzania.

Los medios de comunicación indican que no es un personaje popular en RDC y que lo único que lo vincula al gobierno fue haber estado junto a su padre en 1997 cuanto éste derrocó al dictador Mobutu Sese Seko y tomó el poder. Eso le granjeó a Joseph el título de Comandante General.

Desde 1997, padre e hijo dirigieron la campaña contra antiguos aliados que se rebelaron contra el gobierno de Laurent Kabila. El propio Joseph fue acusado de violar los derechos humanos.

«Tememos que la situación en el país se torne catastrófica debido a la gran cantidad de armas circulando», dijo Mpeti.

Pero para Wamba, «aún es muy pronto para saber qué ocurrirá en RDC. Si el gobierno confirma el acuerdo de paz de Lusaka, entonces todo será más rápido. La gente quiere la paz».

Todos los movimientos rebeldes del país negaron responsabilidad alguna en el tiroteo del martes que le costó la vida a Kabila padre, y aseguran estar comprometidos con el acuerdo de paz de Lusaka, firmado en 1999.

«Lo ocurrido en RDC advierte a Africa que la violencia no ayuda. Si el gobierno sigue respondiendo mediante la violencia, las cosas no serán buenas», según Wamba.

Tras la muerte de Kabila, la capital del país permanecía tranquila este jueves. Al conocer la noticia, el presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, el principal aliado de Kabila en la guerra contra la insurgencia, se retiró este jueves de una cumbre en Camerún y volvió a su país.

En 1998, Zimbabwe, Namibia, Chad, Angola y Sudán enviaron soldados en apoyo de Kabila contra los rebeldes ayudados por Ruanda y Uganda. La mayor participación extranjera en la guerra procede de Zimbabwe, que envió 11.000 soldados, aviones de guerra y financiación.

Kabila comenzó su ascenso al poder en la década de 1960, sin mucho éxito, hasta 1996 cuando Ruanda lo respaldó contra Mobutu. El dictador huyó de lo que entonces era Zaire en 1997, y murió en 1998 en Marruecos. Desde entonces, el caos se entronizó en el país.

El diario Daily News informó que parte de la población de Zimbabwe recibió con alegría la noticia de la muerte de Kabila, lo cual podría obligar al gobierno a repatriar a los miles de soldados enviados a RDC. (FIN/IPS/tra-en/lm/mn/aq/ip/01

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