PORTUGAL: Todos vencedores en reelección de presidente Sampaio

Todos los sectores políticos de Portugal celebran hoy los sextos comicios presidenciales democráticos con amplias sonrisas de victoria, sin referirse en absoluto al 50 por ciento de abstención que, según analistas locales, «empequeñeció» la reelección del presidente socialista Jorge Sampaio.

Todo fueron ritos en las tranquilas elecciones del domingo, en que abrieron todos los restaurantes de barrio. En los locales de votación abundaban los espacios vacíos y pesaba la ausencia de caras jóvenes.

Unas 200 personas celebraron austeramente el domingo por la noche la pronosticada victoria de Sampaio, con 55,8 por ciento de los votos, seguido de lejos por el candidato derechista, Joaquim Ferreira do Amaral, quien logró 34,5 por ciento de los sufragios, y escucharon al vencedor.

Sampaio esbozó apenas un par de sonrisas para su magra multitud de seguidores, levantando los brazos con la misma falta de entusiasmo del público, congregado frente a un hotel en el centro de Lisboa, donde estableció su comando electoral.

Como en toda la campaña, el presidente portugués dijo generalidades acerca de la situación que vive el país, de un extendido pesimismo frente al futuro, pese a su condición de miembro pleno de la Unión Europea (UE). Portugal tiene el nivel de vida más bajo del bloque de 15 países europeos.

«Mi compromiso como presidente de la República que vio su mandato renovado, es el de movilizar a todos los portugueses, en sus capacidades y voluntades, en su inteligencia y saber, para enfrentarnos a los nuevos desafíos, tan exigentes como inéditos», dijo.

«Considero mi primer deber impulsar y congregar a todos los portugueses para cambiar lo que está mal, consolidar y ampliar lo que hemos logrado, proseguir la modernización y el desarrollo del país», agregó.

Pero el contenido de la palabra «cambio», que los cinco contendientes por el cargo presidencial blandieron durante la campaña, parece carecer de significado, al menos el tradicional, en un país que vivió una convulsión revolucionaria en los años 70 y que se mantiene hasta hoy claramente dividido entre «izquierda» y «derecha».

Sampaio es un veterano dirigente socialista y fue alcalde de Lisboa en representación de una coalición socialista-comunista que continúa en la actualidad en la capital y varias otras ciudades, pero que sería impensable a nivel nacional.

Sin embargo, en un ejercicio tan ortodoxo como inútil, si se juntan los votos socialistas, comunistas, de la «nueva izquierda» y de la «ultraizquierda», 65,5 por ciento de los portugueses votaron a la izquierda el domingo.

En otro tiempo, tal correlación de fuerzas hubiese movilizado estados mayores en la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Es probable que haya sido la derecha la principal perjudicada con la abstención, pues, aunque formalmente unida tras la candidatura de Ferreira do Amaral (del partido Socialdemócrata, PSD), el sector más duro (Centro Democrático Social- Partido Popular) se marginó de la campaña.

Así, la derecha obtuvo la peor votación de su historia, pero generó satisfacción en las filas del PSD, porque aumentó en algunos puntos los sufragios de las elecciones legislativas de 2000, al considerar, no sin razón, que los votantes del CDS-PP prefirieron los centros comerciales y restaurantes a las urnas.

En la izquierda, el Partido Comunista también obtuvo la votación presidencial más baja de su historia, al lograr sólo 5,1 por ciento.

A pesar de ello, los dirigentes se mostraron también satisfechos, al considerar que una gran parte de los votos de sus seguidores fue a Sampaio y no al Bloque de Izquierda, una agrupación nueva que busca sus votos en los bastiones comunistas.

Pero el Bloque de Izquierda, que aumentó de 2,5 en las elecciones legislativas, a tres por ciento ahora, estimó que había consolidado su espacio a nivel nacional y convocó a una amplia «unidad de las izquierdas», que no fue explicada.

También se sintió vencedor el representante de la ultraizquierda tradicional, Jose Garcia Pereira, apoyado por el Partido Comunista de los Trabajadores Portugueses-Movimiento Revolucionario del Pueblo Portugués, quien creció de 0,7 por ciento a 1,6 por ciento del electorado, montado en una campaña de denuncia de todos los demás.

Entusiasmado, Garcia Pereira anunció inmediatamente que se presentará a las próximas elecciones municipales de Lisboa. (FIN-IPS/ak/dm/ip/01

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