PESCA-MARRUECOS: Cardúmenes se recuperan con retirada europea

Los pescadores marroquíes están satisfechos por la abundante captura lograda en este invierno boreal, luego de que los cardúmenes hubieran llegado casi al agotamiento en 1999 por los excesos de las flotas europeas.

«Las capturas aumentaron alrededor de 60 por ciento en los últimos seis meses. Algunas especies que casi habían desaparecido de nuestras redes, como los camarones, ahora están volviendo», dijo Ahmed Minchawi, patrón de una embarcación.

Marruecos posee enormes recursos en sus 1,2 millones de kilómetros cuadrados de mar territorial en el océano Atlántico y el mar Mediterráneo y 3.500 kilómetros de línea costera, con más de 840 especies ictiológicas. El sector emplea a unas 400.000 personas.

Unas 600 embarcaciones europeas, la mayoría españolas y portuguesas, abandonaron aguas territoriales marroquíes en noviembre de 1999 cuando Rabat se rehusó a renovar un expirado acuerdo cuatrienal con la UE.

Los pesqueros europeos podían hasta entonces operar en aguas marroquíes mediante el pago anual de 125 millones de euros (unos 117 millones de dólares en la cotización actual) a Rabat.

Marruecos se negó a renovar el convenio debido al agotamiento de sus reservas ictiológicas atribuido a las capturas excesivas de las embarcaciones de la UE (Unión Europea).

Rabat propuso al bloque una nueva asociación dirigida a terminar con el exceso y a contribuir financieramente con los sectores de actividad marroquíes como los astilleros, firmas de mantenimiento de buques y la industria procesadora de pescado, de reproducción de peces y de infraestructuras portuarias.

Desde que expiró el acuerdo, Marruecos y los negociadores de la UE mantuvieron una serie de conversaciones para renovarlo, pero sin éxito. La última ronda de negociaciones, celebrada este mes en Rabat, tampoco dio resultado.

«No habrá un pacto suicida con la UE», afirmó el ministro de Pesca marroquí, Saeed Shbaatou, quien culpó al bloque de no formular propuestas aceptables «para equilibrar y renovar la asociación» con este país árabe.

«Las propuestas europeas son una mera copia del acuerdo que expiró en noviembre de 1999», declaró Shbaatou.

La intransigencia de los negociadores marroquíes enojó al comisario de Pesca de la UE, Franz Fischler, quien se manifestó «desilusionado» tras sus reuniones con Shbaatou.

«La inaceptable consecuencia de todo esto es que la última oferta de nuestros socios marroquíes es sustancialmente peor», declaró Fischler tras el fracaso de las negociaciones. Un nuevo acuerdo con Marruecos es imposible en el corto plazo, según el funcionario europeo.

Fischler informó a Marruecos que la UE no se rendiría a sus requerimientos. «Mi mensaje es claro. Queremos un acuerdo y estamos preparados para pagar un precio justo, pero no aceptaremos un arreglo a cualquier costo», sostuvo.

«Nuestros recursos financieros son limitados. La compensación financiera que la UE está dispuesta a pagar es proporcional a las posibilidades pesqueras de nuestra flota. Menos pesca significa menos dinero», explicó.

El tono de Fischler resultó desagradable y arrogante para los pescadores marroquíes. «Marruecos es soberano y jamas capitulará a presiones de ningún tipo», afirmó Ahmed Erraoui, patrón de una embarcación y miembro de la Federación de Pesca de Alta Mar de Marruecos.

«Lo que vemos ahora es un enfrentamiento Norte-Sur. Los países ricos creen que su dinero es la llave para explotar la riqueza de los países pobres», dijo Erraoui, para quien la renovación del acuerdo ocasionaría un desastre ambiental que obligaría a Marruecos a clausurar sus aguas por 20 años.

«Si se firma un nuevo acuerdo con la UE para favorecer a 10.000 pescadores españoles, quedarán afectados 400.000 marroquíes que mantienen hogares compuestos por dos millones de personas», agregó.

Según los profesionales marroquíes, la falta de renovación del convenio con la UE tendría un efecto positivo en el sector pesquero, y las capturas aumentarían a 1,5 millones de toneladas en 2003. Hoy, esas capturas no superan las 700.000 toneladas, apuntaron.

El departamento de pesca marroquí informó este mes que este país exportó 240.257 toneladas de pescado en 2000, con ingresos de 633,33 millones de dólares. La mayoría de las ventas se dirigieron principalmente a Europa, Japón y el Golfo.

El impacto de la retirada de las flotillas europeas es evidente en los mercados locales, donde abunda el pescado a precios muy accesibles.

«Todos pueden ahora comprar pescado y mariscos. Las especies consideradas lujosas, como el camarón, ahora son accesibles», expresó Noureddine Merbouh, un vendedor del producto.

Los precios varían de 0,5 dólares por kilo de sardinas a tres dólares el kilo de camarones. El consumo de pescado en Marruecos es de siete kilos anuales por persona, mientras en España y Portugal supera los 60 kilos anuales. (FIN/IPS/trad- eng/na/sm/ego/mj/if dv/01

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