PAKISTAN: Protestas contra sanciones de ONU a movimiento Talibán

Grupos islámicos radicales de Pakistán anunciaron protestas contra las sanciones impuestas al movimiento Talibán, que gobierna la mayor parte de Afganistán, por el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Pakistán es uno de los tres países que han reconocido como gobierno legítimo de Afganistán al movimiento Taibán, que conquistó Kabul en septiembre de 1996 y controla en la actualidad 95 por ciento del territorio de ese país. Los otras dos naciones que lo reconocen son Arabia Saudita y Emiratos Arabes Unidos.

Las sanciones, cuya aplicación durará un año y puede ser renovada, fueron resueltas por el Consejo luego de que el Talibán se rehusara a entregar al disidente saudita Osama bin Laden, residente en Afganistán y acusado de haber planeado diversas acciones terroristas contra Estados Unidos.

Entre las acciones de protesta anunciadas está la quema este viernes, en la ciudad noroccidental de Peshawar, de mercaderías producidas por firmas con sede en Estados Unidos, país al cual los grupos consideran principal responsable de las sanciones adoptadas por el Consejo, que Islamabad se dispone a cumplir.

Jamiat Ulema-i-Islami, un foro islámico de estudiantes, decidió el lunes pedir a los comerciantes que no vendan 28 productos de firmas con sede en Estados Unidos, entre ellos las bebidas Coca- Cola y Pepsi-Cola.

Jalil Jan, integrante de esa organización, informó que se organizarán acciones de protesta contra Estados Unidos en todo el país.

El día 10, 35 grupos religiosos islámicos emitieron una inusual declaración conjunta contra las sanciones de la ONU, tras una reunión realizada a unos 45 kilómetros de Peshawar a la cual asistieron representantes del Talibán.

En la declaración se afirmó que las sanciones, que incluyen el embargo de venta de armas a Afganistán, el cierre de oficinas del Talibán fuera de ese país y la prohibición de que miembros del movimiento viajen a otras naciones, se debían a «una conspiración contra el Islam de Estados Unidos, el resto del mundo occidental, Rusia e India».

El encuentro del día 10 fue presidido por el dirigente islámico Samiul Haq, quien mantiene estrechos vínculos con el Talibán.

Haq dirige una isntitución de formación religiosa llamada Darul Uloom Haqqania, con creciente influencia y a la cual han asistido cientos de guerrilleros islámicos, entre ellos integrantes del Talibán.

Los participantes en el encuentro decidieron formar un Consejo de Defensa Afganistán, al cual encomendaron idear estrategias contra las sanciones, crear un fondo de apoyo a la reconstrucción de Afganistán, devastado por la guerra civil, y reunir fondos para las milicias del Talibán.

Dirigentes islámicos paquistaníes han advertido que no permitirán la presencia en Pakistán de observadores de la ONU.

«Podemos formar un gran ejército de voluntarios para asegurar que no sea posible la presencia de observadores» del foro mundial, advirtió en el encuentro del día 10 Qazi Abdul Lateef, un dirigente religioso y ex abogado.

«Que los estadounidenses vayan a Afganistán y traten de llevarse a Osama», dijo a su vez Azam Tariq Amir, del grupo militante islámico Sipah-i-Sahaba.

Paquistaníes que no simpatizan con el Taibán también se oponen a las sanciones contra Afganistán.

«Esas sanciones causarán más sufrimientos al pueblo de Afganistán, víctima de pobreza, guerra y hambre», señaló la Conferencia Nacional de Pakistán, una coalición de pequeños partidos, en una declaración emitida el lunes.

Los mayores partidos paquistaníes, que tratan de sobrevivir tras más de un año de gobierno militar, no realizaron comentarios sobre las sanciones.

La Asociación Revolucionaria de las Mujeres de Afganistán, una organización opositora clandestina, dio a conocer el lunes una declaración en la cual advirtió que la aplicación de las sanciones sólo servirá para fortalecer el control del Talibán sobre su país.

«El Talibán aprovechará las sanciones para estimular sentimientos antiestadounidenses y aumentar el poder de su líder, Mulla Omar», afirmó.

Fazal Rahim Marwat, profesor asociado del Centro de Estudios sobre Pakistán de la Universidad de Peshawar, compartió esa opinión.

«La aplicación de las sanciones será utilizada para aumentar la hostilidad contra Estados Unidos y contra todo Occidente en la región. No habrá solución de los problemas de Afganistán sin participación del pueblo de ese país», enfatizó. (FIN/IPS/tra- eng/ny/mu/mp/ip/01

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