MEXICO: Nuevos gestos de paz de Fox en Chiapas

El presidente de México, Vicente Fox, anunció hoy en Chiapas un nuevo repliegue militar de ese estado sureño, asiento de la guerrilla zapatista, y presentó programas de desarrollo con la promesa de que «ahora sí» no fracasarán.

Los planes para esa empobrecida zona del país incluyen la creación de empleos en cadenas de montaje, créditos para impulsar pequeñas empresas, un programa de educación en lenguas nativas y financiamiento al gobierno estadual, el primero que no pertenece al Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Fox, en se segunda visita oficial a Chiapas, ordenó además el retiro de un destacamento militar cercano a la zona de influencia del rebelde Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el cuarto repliegue desde que asumió la Presidencia el 1 de diciembre y uno de los siete que demanda esa guerrilla.

Desde 1994, cuando se levantó en armas el EZLN, el gobierno de México nunca adoptó medidas de distensión del tenor de las actuales, que incluyeron además la excarcelación de personas acusadas de ser guerrilleros, aunque sí presentó para Chiapas varios programas de desarrollo.

A pesar de las promesas y esfuerzos de los gobiernos de Carlos Salinas (1988-1994) y Ernesto Zedillo (1994-2000), ambos del PRI, la pobreza y la violencia reinantes en ese estado no cedieron e, incluso, se agravaron en sus períodos, según apuntan varios estudios.

El actual mandatario, el primero que no milita en el PRI en 71 años, confirmó que hará todo el esfuerzo necesario para superar los problemas del estado sureño, que tiene los más altos índices de pobreza del país, y lograr su pacificación.

La visita de Fox este miércoles a Chiapas se produjo en el marco de un clima de expectativa sobre la posible reanudación del diálogo de paz entre el gobierno y el EZLN, suspendido en 1996.

En su corta gestión, Fox retiró cuatro puestos militares en zonas de influencia de la guerrilla, tramitó la libertad de 17 de los poco más de 100 personas detenidas vinculadas al grupo, y eliminó las restricciones que impuso Zedillo para el ingreso de observadores extranjeros a Chiapas.

Además, presentó al Congreso legislativo un proyecto sobre derechos indígenas, tal como lo pidió el EZLN, y dijo que dará garantías para que los jefes guerrilleros cumplan con la visita que planean hacer a la capital el 6 de marzo.

En otra señal pacificadora, llamó a colaborar para buscar un acercamiento con el EZLN al ex obispo de Chiapas Samuel Ruiz, a quien el anterior gobierno consideró afín a la guerrilla y exigió renunciar a sus tareas de mediación.

La guerrilla, que durante la gestión de Zedillo se mantuvo cercada por militares aunque nunca llegó a combatir ni a ser atacada gracias a una ley de pacificación, anunció que el viaje de sus dirigentes a la ciudad de México es para promover sus demandas y pedir a diputados la aprobación de la ley de derechos indígenas.

El EZLN, no obstante el nuevo escenario político y las señales dadas por Fox, aún no está convencido de la seriedad y sinceridad del nuevo gobierno.

No queremos ni las armas ni el pasamontañas, que cubre los rostros de los guerrilleros, «pero no los quitaremos a cambio de nada», advirtió el subcomandante Marcos, jefe militar y político del EZLN.

El presidente Fox sostiene que ha dado muestras suficientes de distensión con la guerrilla y demanda al grupo rebelde responder con señales hacia su desmovilización y desarme.

La Comisión de Concordia y Pacificación del Congreso, grupo plural creado para coadyuvar a la paz en Chiapas, señaló y saludó que tanto el gobierno como el EZLN realizaran acciones dirigidas hacia la reanudación del diálogo de paz.

La Comisión indicó que el grupo armado, aunque cree que el gobierno aún no atiende todas sus demandas, sí ha dado muestras de querer avanzar hacia la paz.

El grupo del Congreso, que no tiene contacto con la guerrilla desde 1997, aseguró que hará todo lo necesario para animar a las partes a trabajar con el fin de poder reanudar las negociaciones.

El gobierno de México y el EZLN rompieron sus contactos en 1996, cuando Zedillo rechazó el contenido del proyecto de ley sobre derechos indígenas, redactado por diputados en base a los llamados Acuerdos de San Andrés, los únicos firmados por ambas partes.

Para Zedillo, el proyecto representaba una «aberración jurídica» y amenazaba con dividir el país, pues daba excesivos derechos de autonomía a las etnias. Sin embargo, Fox y el EZLN entienden que el proyecto es adecuado y debe ser aprobado.

Si el EZLN no da pronto muestras de mayor voluntad ante el cúmulo de señales presentadas por Fox perderá gran parte del respaldo social que aún tiene, opinó Sergio Sarmiento, columnista del diario Reforma. (FIN/IPS/dc/dm/ip/01

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