FORO SOCIAL MUNDIAL: Mosaico de luchas empieza a tomar forma

El Foro Social Mundial concluyó hoy en esta ciudad del sur de Brasil con un «llamado a la movilización», para la cual el mosaico de luchas e ideas de miles de organizaciones sociales empieza a tomar forma.

Los participantes en esta primera reunión mundial de sindicatos, movimientos sociales, organizaciones no gubernamentales e intelectuales progresistas decidieron que el FSM se celebrará de nuevo en Porto Alegre en 2002.

Al año siguiente, el Foro se trasladará a algún lugar que reúna las mejores condiciones posibles, anunció Kjeld Jakobsen, dirigente de la Central Unica de Trabajadores de Brasil y uno de los organizadores.

La fecha seguirá coincidiendo con el Foro Económico de Davos, que reúne a grandes empresarios y dirigentes del mundo financiero, usualmente en enero. Pero se estimuló la realización de otros «foros sociales» de carácter regional, por iniciativa de organizaciones sociales.

El «Llamado de Porto Alegre a la movilización», firmado por 144 organizaciones sociales de todo el mundo, hace un resumen de las ideas y propuestas adoptadas por consenso y destadas en los seis días de debate.

El documento llama a luchar «contra la hegemonía de las finanzas, la destrucción de nuestras culturas, la monopolización del conocimiento y de los medios de comunicación de masas, la degradación de la naturaleza y la destrucción de la calidad de vida».

Estas acciones negativas son realizadas «por las corporaciones transnacionales y las políticas antidemocráticas», agrega el texto.

La «cancelación incondicional» de la deuda externa de los países del Sur en desarrollo, junto con la reparación de las «deudas histórica, social y ecológica» de los países ricos, es uno de los reclamos expresados.

Además, el Llamado reclama el cobro de impuestos a las transacciones financieras internacionales, para contener la especulación, y un sistema de comercio que asegure pleno empleo, seguridad alimentaria y términos justos de intercambio.

En cambio, se debe liberar es la circulación de personas a través de las fronteras, solo abiertas hasta ahora para las mercancías y el dinero, señalaron las organizaciones sociales.

Entre los reclamos de las organizacones de trabajadores rurales y pequeños agricultores, el llamado recogió una reforma agraria democrática, tierras, agua y semillas en manos de los campesinos y la abolición del uso de transgénicos y de patentes de formas de vida.

El Llamado también manifiesta rechazo al Plan Colombia postulado por el presidente Andrés Pastrana para luchar contra el narcotráfico, al que se consideró una intervención de Estados Unidos en América Latina. Otro consenso fue la condena a la guerra como vía de solución de conflictos.

Sin igualdad entre mujeres y hombres no se creará el «otro mundo posible» que es la consigna del FSM, sostiene el documento, que manifesta también solidaridad con los pueblos indígenas y africanos.

Estas posiciones servirán para unir «los fragmentos de nuestra lucha», comentó Cándido Grzybowski, director del Instituto Brasileño de Análisis Sociales y Económicos, otro miembro de la Comisión Organizadora Nacional del FSM.

En realidad, el «Llamado de Porto Alegre» no constituye una declaración final aprobada por el conjunto de las fuerzas presentes en el Foro.

La reunión no fue deliberativa y un documento único sería «empobrecedor, al intentar sintetizar la diversidad de ideas y propuestas» que se expresaron en los casi 400 talleres y 16 paneles que compusieron el primer FSM, destacó Grzybowski.

El llamado apunta también las movilizaciones de protesta que se desarrollarán este año. El primero será en ocasión de una reunión del Foro Económico Mundial en Cancún, México, el 26 y 27 de febrero.

Las organizaciones de la sociedad civil convocarán a protestas en ocasión de foros internacionales, tal como se hizo usual desde noviembre y diciembre de 1999 con los actos callejeros de Seattle, Estados Unidos, durante la conferencia ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Así, habrá manifestaciones contra el Area de Libre Comercio de las Américas en las negociaciones del 6 y 7 de abril en Buenos Aires y entre el 17 y el 22 de abril en Quebec, Canadá.

El Banco Asiático de Desarrollo será el blanco en mayo, seguido de las reuniones del Grupo de los Ocho, que nuclea a los países más ricos, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la OMC, en los meses siguientes, en lugares tan distintos como Honolulu, Génova y Washington.

El «Mosaico de la Ciudadanía», una obra colectiva ideada por el escultor Eric Theret y el sociólgo Pierre Vuarin, ambos de Francia, es el símbolo de ese inicio del proceso de aglutinación de grupos de actuación social, política y cultural diversas.

El FSM reunió a ambientalistas, feministas, sindicalistas, movimientos campesinos, empresarios partidarios de la responsabilidad social y militantes contra la deuda externa.

El mosaico, que empezó a montarse en la entrada de uno de los edificios de la Universidad Católica, sede del Foro, es un círculo de piedras con inscripciones, que van desde nombres de instituciones participantes a consignas en numerosas lenguas.

Ya cuenta unas 500 piedras de distintos tamaños y será expuesto en un lugar público de Porto Alegre. Además, seguirá recibiendo nuevas piedras, en una construcción sin fin, tal como el aporte y la articulación de ideas, experiencias y propuestas que ocurren en el FSM, explicó Grzybowski.

Este primer FSM superó las expectativas de concurrencia, con más de 20.000 personas participando, el doble de lo previsto, lo que generó varios problemas operativos, según los organizadores.

Los delegados de las organizaciones participantes fueron 4.702, ante los 2.700 esperados. Cerca de 37 por ciento eran extranjeros.

Un total de 1.870 periodistas de 51 países, 20,6 por ciento de medios internacionales, se acreditaron para cubrir la reunión. Las noticias se dirigieron desde allí a 764 medios, 322 de ellos extranjeros.

Al mismo tiempo, se celebró desde el 25 de enero un Campamento de la Juventud, con 2.000 participantes, otro de Naciones Indígenas con 700, y un Foro Parlamentario Mundial, que reunió 436 representantes de 27 países. (FIN/IPS/mo/mj/dv/01

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