CHINA: Energía solar y eólica iluminan zonas montañosas

El avance en China de las fuentes alternativas de energía, como la solar o la eólica, es una esperanza para los más de 76 millones de habitantes que no tienen acceso a la red nacional de electricidad.

Los habitantes de las zonas montañosas suelen usar hornos de leña para cocinar y calefaccionar su hogar, como lo hacían sus antepasados hace siglos.

Esos hornos de leña de baja eficacia constituyen un hilo vital para millones de chinos que habitan esas tierras y son los más pobres entre la población rural, en este país con más de 1.300 millones de habitantes.

Noventa por ciento de los 55 grupos étnicos de China viven en zonas montañosas muy desfavorecidas, la mayoría en el occidente del país. Más de dos tercios del territorio nacional es montañoso y no recibe el rico abastecimiento de energía de las grandes ciudades.

Los hornos de leña llenan de humo el interior de las casas y provocan enfermedades pulmonares crónicas, afecciones respiratorias e infecciones oculares, así como cáncer, bajo peso al nacer y otros problemas de salud. El consumo de leña también significa una fuerte presión para los bosques circundantes.

Sin embargo, los expertos afirman que la lejanía de las áreas montañosas y su exclusión de la red eléctrica nacional no justifica que sean marginadas, dado que la energía solar es una buena manera de llevar electricidad a esos lugares y mejorar la calidad de la vida.

El caso de Alhii, un joven religioso del templo de Zhebung, en los suburbios occidentales de Lhasa, la capital tibetana, es emblemático. Alhii usa la energía solar en su cocina tras haberse enterado de sus ventajas por un proyecto gubernamental.

"Es seguro y limpio", aseguró. Sus vecinos también han sido convertidos a la maravilla de la energía solar. Estadísticas oficiales señalan que 16 distritos y 30.611 aldeas, habitadas por 76,5 millones de personas, no tienen acceso a la electricidad.

La red eléctrica nacional no alcanzará algunos sitios escarpados por otros 20 años, dijeron expertos de la zona de desarrollo de alta y nueva tecnología de Baoding, en la provincia septentrional de Hebei.

No obstante, las áreas montañosas de China tienen muchos recursos renovables, como energía solar, eólica e hidroeléctrica. Hebei, en sí misma, es la mayor base de baterías de energía solar en el país.

Para impulsar esas fuentes alternativas, la Comisión Estatal de Planeamiento al Desarrollo lanzó programas como el Proyecto Brillante, que pretende brindar energía a más de 20 millones de personas en el occidente de China antes de 2010, mediante energía eólica y solar.

La primera etapa del proyecto involucra la construcción de sistemas de energía eólica para 2.000 aldeas, 100 puestos militares fronterizos y 100 centros de comunicación radial en zonas remotas en un quinquenio, declaró Zhou Huang, funcionario del Departamento de Industrias Básicas del ente de planeamiento.

Comisiones planificadoras locales implementarán el proyecto, pero los hogares donde los paneles solares y los molinos de viento serán instalados deberán pagar por su equipamiento.

El gobierno central invirtió 2,4 millones de dólares para iniciar el proyecto. La mayoría de los fondos fueron usados para habilitar los servicios administrativos, investigación científica y producción.

En la región autónoma de Mongolia interior y la provincia de Qinghai, los gobiernos locales subsidiaron a las familias que instalaron equipos solares con 24 y 34 dólares, respectivamente. Otras administraciones adoptarán en breve políticas similares.

Cada equipo cuesta alrededor de 270 dólares, de modo que las familias deben pagar los 190 a 193 dólares no cubiertos por los subsidios. Las celdas solares deben ser reemplazadas cada cinco años y cuestan alrededor de 60 a 72.

"Si bien los precios son razonables, podrían ser un obstáculo para popularizar los equipos solares", apuntó Whang Changgui, del Proyecto Brillante. "El progreso de las tareas dependerá enormemente de la publicidad sobre el beneficio de los equipos", dijo.

Sin embargo, en lugares como Tibet, la calefacción solar es un gran éxito. Muchos residentes la usan para cocinar o hervir agua. Zhang Jie, un experto en energía solar de 47 años, ayudó a terminar con los prejuicios.

Zhang, director del instituto de estudios de energía solar de la región, recordó que fue muy difícil vender sus productos en Tibet debido a la devoción de los lugareños por el sol.

Agregó que muchos lamas tibetanos ahora cocinan con energía solar. Su instituto también desarrolló otros productos como estaciones de energía solar, calefactores de agua, cocinas e invernaderos.

Se calcula que más de 80.000 cocinas solares están en uso en Tibet. Alrededor de 80.000 metros cuadrados son usados para calentar agua basándose en energía solar, un instrumento fotoeléctrico de 1.000 kilovatios y más de un millón de metros cuadrados de invernaderos.

"Tibet tiene grandes fuentes de energía renovable pero el desarrollo de equipos y técnicas modernas todavía se encuentra rezagado", admitió Zhang. Sólo mediante la resolución de los problemas energéticos se podrán mejorar los niveles de vida en las áreas montañosas, agregó. (FIN/IPS/tra-en/wy/js/ego/aq/dv/01

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