/BOLETIN-AMBIENTE/ EUROPA: Greenpeace al abordaje de submarino nuclear

Veinte activistas europeos de la organización ambientalista internacional Greenpeace abordaron el averiado submarino nuclear británico «Tireless», fondeado en el mar Mediterráneo frente a Gibraltar, en protesta por el peligro de contaminación.

El Tireless sufrió un escape radiactivo en el mar Mediterráneo a principios de 2000 y el 19 de mayo se ubicó frente a la colonia británica de Gibraltar, a la espera de su reparación y en medio de protestas de organizaciones ambientalistas y de otros sectores de la sociedad civil.

Mientras, los gobiernos de España y Gran Bretaña mantienen una actitud ambigua.

El peñón de Gibraltar, ubicado en la costa norte del estrecho del mismo nombre que une al océano Atlántico con el mar Mediterráneo, está enclavado en territorio español y este país reclama su soberanía.

Los activistas de la organización no gubernamental Greenpeace, procedentes de España, Alemania, Austria, Italia y Andorra, partieron el martes desde la costa española con rumbo al peñón de Gibraltar.

La veintena de manifestantes, pese a ser perseguidos por nueve embarcaciones patrulleras de la policía y de la armada británica, lograron entrar al puerto y abordar el submarino, sobre cuya cubierta desplegaron un cartel con la inscripción: «Por unos mares no nucleares».

Tras esa acción, una parte de los activistas logró alcanzar sus embarcaciones y llegar a tierra española, pero cinco españoles, tres alemanes, un austríaco y un italiano fueron detenidos y conducidos a dependencias militares británicas del lugar.

Un portavoz de Greenpeace aseguró luego que el grupo había logrado su objetivo al alcanzar la cubierta y desplegar la pancarta «para llamar la atención sobre el riesgo que supone la presencia de material radiactivo, no sólo en España sino en cualquier lugar del mundo».

En mayo, cuando el submarino amarró en Gibraltar, el gobierno español pidió que no fuera reparado allí sino trasladado a Gran Bretaña.

También solicitó a Londres una amplia información de la situación en que se encontraba la nave, mientras se sucedían los pronunciamientos de la sociedad civil y de la oposición de izquierda reclamando que fuera retirado de inmediato.

Finalmente, el gobierno británico informó el lunes pasado que mantiene su decisión de repararlo en Gibraltar, que las tareas comenzarán de inmediato y que comunicará a España sobre el alcance de la obra 10 días después de iniciada la misma.

La reparación implicará soldar dos grietas en las tuberías de refrigeración del reactor nuclear, para evitar nuevas fugas de líquido radiactivo.

La notificación derivó en un nuevo incidente. Una fuente del Consejo Español de Seguridad Nuclear (CSN), citada por el matutino español El Mundo, señaló que la «Royal Navy» (armada real británica) oculta información clave sobre los riesgos de la reparación, escudándose en el secreto militar.

Ese argumento sirvió para que un portavoz del Ministerio de Defensa de Gran Bretaña indicara que los españoles siempre supieron que no podrían acceder a toda la información, al igual que tampoco podría hacerlo la gobernación de Gibraltar.

El secreto mejor guardado por la «Royal Navy» es la memoria de la computadora central del submarino, ya que allí está la respuesta para conocer si hubo un calentamiento del reactor cuando ocurrió la avería o si el líquido refrigerante entró en contacto con los productos de fisión del combustible nuclear.

En caso de que hubiera ocurrido esto último, el peligro de contaminación es mayor.

El CSN español entiende que existe riesgo de vertido incidental «nada despreciable», de líquidos contaminados con radiactividad, cuando empiece la reparación.

El vertido en aguas del estrecho de Gibraltar contaminaría la cadena de alimentación, así como los sedimentos y lodos marinos.

Por su parte, Greenpeace advirtió que un accidente nuclear en el Tireless provocará la muerte de unas 300 personas de manera inmediata, además de causar una considerable contaminación ambiental.

La acción de protesta de esa organización ecologista será seguida el sábado por una manifestación en Algeciras, localidad vecina de Gibraltar, convocada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que gobierna Andalucía, la región española limítrofe.

El PSOE, opositor al gobierno español presidido por el centroderechista José María Aznar, exige la inmediata retirada del sumergible, por considerar que los riesgos que se derivan de su reparación son muy grandes, ya que el puerto de Gibraltar no está acondicionado para ese tipo de trabajos.

En tanto, el gobierno de Aznar presenta una actitud ambigua, ya que manifiesta inquietudes e insiste en pedir información a Londres, mientras acepta que la reparación del submarino se realice en Gibraltar. (FIN/IPS/af/dm/en ip/01

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