AGRICULTURA-ARGENTINA: Vacas locas europeas complican el panorama

Argentina espera para este año buenas cosechas de granos e ingresos por exportaciones de agroalimentos por 15.000 millones de dólares, pero la crisis que se desató en Europa por el mal de las vacas locas complica el comercio internacional de carnes.

En tanto, las autoridades argentinas prohibieron el ingreso al país de productos vacunos (carnes, conservas, derivados, vísceras, harinas y embutidos) procedentes de Europa, la medida más drástica desde que se tuvo conocimiento de la existencia de esa enfermedad.

Los pronósticos del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Consejo Profesional de Ingeniería Agronómica y la Fundación Mediterráneo sobre posible exportación de 15.000 millones de dólares de agroalimentos (granos, aceite, carne, vino, fruta y miel) se opacaron frente a las vacas locas.

Argentina proyectaba exportar este año entre 350.000 y 400.000 toneladas de carne, frente poco más de 300.000 en 2000, pero la crisis sanitaria europea no sólo provocó una caída de la demanda, debido a la desconfianza de los consumidores, sino también un descenso en el precio internacional.

El secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Antonio Berhongaray, consideró «muy difícil determinar cuál será, en el corto plazo, el impacto económico que se derive de la retracción del consumo por la preocupación que causa la enfermedad».

Aunque admitió que el valor de la tonelada de la denominada «cuota Hilton» (28.000 toneladas de carne vacuna que Argentina envía anualmente a Europa) «ha bajado entre 1.000 y 1.100 dólares».

Berhongaray dialogó con la prensa poco antes de viajar a Europa para promocionar la carne vacuna argentina, tarea en la contará con la asistencia de figuras del deporte, como la ex tenista Gabriela Sabatini y el futbolista Gabriel Batistuta, designados embajadores comerciales honorarios.

El gobierno de Fernando de la Rúa se muestra optimista por los pronósticos de los expertos y porque cree que el mal de las vacas locas favorecerá las exportaciones argentinas, pero los productores agropecuarios del país mantienen una posición diferente.

«En los últimos años tuvimos muchas cosechas que fueron récord, pero el dinero no llegó al bolsillo de los productores. El costo y los impuestos que tenemos que afrontar siguen perpetuando el problema de la rentabilidad», dijo a IPS Ricardo Grether, secretario de las Confederaciones Rurales Argentinas.

«Aún cuando mejore el precio internacional de los commodities (productos básicos), nuestra rentabilidad va a seguir siendo muy baja. Tal vez haya cierto alivio, pero no bienestar», añadió.

Las Confederaciones Rurales Argentinas y otras entidades del sector destacaron, en relación con el mal de las vacas locas o encefalopatía espongiforme bovina, la importancia de mantener a Argentina «entre los cuatro países más sanos, de acuerdo con los organismos sanitarios internacionales».

Grether indicó que las organizaciones de productores rurales se reunieron con Berhongaray para reclamarle que el gobierno acentúe el control sobre el mal, que afecta al ganado vacuno y cuya carne puede transmitir una enfermedad mortal al hombre.

Una de las demandas consiste en extremar los controles sobre el ingreso de ganado de todos los países limítrofes, en los que se compraron semen y óvulos de ejemplares europeos con fines de reproducción, en lo que podría constituir una vía de contagio.

Al complicado panorama de la ganadería se contrapone el del trigo, la soja y el maíz, que, según los expertos, podría aproximarse a la mayor cosecha de la historia, de 67 millones de toneladas en 1997. El saldo exportable de este año se ubicaría entre 45 y 50 millones de toneladas.

De los casi 65 millones de toneladas estimados por el Consejo Profesional de Ingeniería Agronómica para la cosecha 2000-2001, 36,03 millones corresponden a cereales y 28,97 millones a oleaginosas.

El IICA y el Consejo Profesional, que estiman un crecimiento de las exportaciones agrícolas de 13.300 millones a 15.000 millones de dólares, también coinciden en que los granos aportarán más de 1.000 millones de ese incremento.

Esto se debe no sólo al volumen de la cosecha sino también al aumento del precio internacional de los productos básicos y la recuperación del euro frente al dólar.

No obstante, los productores rurales insisten en señalar la existencia de demasiados obstáculos.

La soja, por ejemplo, cuyas exportaciones superan a las de petróleo y representan 3.500 millones de dólares por año (15,3 por ciento del total de las exportaciones), podría todavía crecer 10 por ciento más en el sector aceitero si no enfrentara tantos inconvenientes y subsidios. (FIN/IPS/va/ag/if dv/01

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