Trinidad y Tobago parece seguir el ejemplo de incertidumbre política de Estados Unidos ya que, tras las elecciones celebradas el lunes, aún no se sabe quién será el próximo primer ministro del país caribeño.
El opositor Movimiento Nacional del Pueblo (PNM) cuestionó la elección de dos candidatos oficialistas y pidió a la justicia que lo declare el partido ganador de ambas bancas, ya que los dos no estaban habilitados para postularse a un cargo público al tener doble ciudadanía.
Los dos candidatos, Bill Chaitan y Winston Peters, pertenecen al Congreso Nacional por la Unidad (UNC), que obtuvo 19 de las 36 bancas parlamentarias del país. Esa cifra significa la reelección del UNC al gobierno.
Pero el PNM acusa a ambos hombres de haber violado la ley que prohíbe a los habitantes con ciudadanía extranjera postularse para una banca legislativa. Además de la ciudadanía trinitaria, Chaitan tiene la de Canadá y Peters la de Estados Unidos.
Ambos hombres no indicaron en su documentación como candidatos que habían jurado fidelidad a un país extranjero, una acción expresamente prohibida para quienes pretenden ocupar un cargo público en Trinidad y Tobago.
Las leyes electorales exigen que los candidatos declaren si son ciudadanos de otro país y si han jurado fidelidad a ese país al aceptar la segunda ciudadanía.
La opinión mayoritaria entre la jurisprudencia es que los dos hombres efectivamente violaron la ley.
Las demandas judiciales y varios recuentos de votos en varios distritos de resultados reñidos dejaron al país en el limbo político. Patrick Manning, líder del PNM, exhortó al presidente Ray Robinson que no designe al primer ministro hasta que la situación se aclare.
Entre tanto, el primer ministro Badeo Panday, del UNC, pidió al presidente que lo invite a formar el nuevo gobierno.
Pero el gobierno no podrá formarse hasta que la Comisión de Elecciones y Fronteras certifique el resultado. No lo ha hecho aún, en parte porque el recuento continúa en cuatro distritos, tres a solicitud del PNM y el otro del UNC. Se espera que el fin de semana se anuncie el resultado definitivo.
La situación inquieta al sector privado del país rico en petróleo.
«Estos hechos harán que los empresarios y los inversores adopten una actitud de cautela», declaró la Asociación de Fabricantes de Trinidad y Tobago, que sostiene que la situación aleja a los inversores.
La legalidad de las candidaturas de Chaitan y Peters no es el único punto de discordia política. El PNM asegura que existen pruebas de fraude cometido por el UNC.
«Cuanto más indagamos, más pensamos que el problema es mayor al que creíamos», declaró Manning, cuya victoria en los tribunales podría fortalecer su posición en el partido. Tras dos derrotas electorales consecutivas, hay sectores del PNM que exigen que el ex primer ministro se retire como líder.
Pero Panday y el UNC negaron las acusaciones de fraude, y alegaron que la comisión electoral halló menos de 300 casos, una cifra «infinitesimal», según el primer ministro.
Y aunque el caso del PNM ante los tribunales es fuerte, la victoria jurídica no significa necesariamente que el partido dirigirá el próximo gobierno. La única banca ganada en Tobago por la Alianza Nacional para la Reconstrucción (NAR) podría complicar las vidas de Manning y Panday.
El NAR sumó las dos bancas que ganó en las elecciones de 1995 a las 17 del UNC para acabar con el limbo electoral y darle al partido la posibilidad de llegar al poder en el país.
Tanto el UNC como el PNM ganaron 17 bancas cada uno en esos comicios.
Pero la alianza entre la NAR y el UNC no es fuerte en la actualidad y nadie sabe para qué lado se inclinará el partido menor esta vez. (FIN/IPS/tra-en/bw/da/aq/ip/00