SALUD-RUSIA: Cada vez más casos de sida

Cada vez más rusos contraen el VIH y Vadim Pokrovsky, director del Instituto para Prevenir y Combatir el Sida, sostiene que Rusia no puede impedir el «desastre» de la enfermedad porque éste ya es una realidad.

Sin embargo, el subsecretario de Salud, Gennady Onishchenko, asegura que, aunque los casos de sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) siguen aumentando, la situación aún no es tan dramática como «en Africa o Asia».

Según el Banco Mundial, Rusia tiene la suerte de que la propagación del VIH (virus de inmunodeficiencia humana) que causa el sida aún está en sus primeras etapas en el país.

Más de 40.000 casos nuevos de VIH se confirmaron en Rusia este año, lo que lleva el número total de casos a 71.500, según Pokrovsky. Pero el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida) señala que la cifra total alcanzaba los 130.000 casos a fines de 1999.

En abril de 1998, Onusida inició la campaña mundial contra el sida en Moscú. La iniciativa, llamada «Fuerza para el cambio: Campaña mundial contra el sida junto a la juventud», se dirigió a aumentar la conciencia sobre el impacto devastador que tiene la enfermedad en las generaciones más jóvenes.

Los expertos también argumentaron que el número real de infecciones es mucho mayor que el dado por fuentes oficiales ya que la mayoría de los portadores no saben que contrajeron el VIH.

Pero Pokrovsky discrepa. «Según mi cuenta, hay 400.000 personas con VIH en Rusia, aproximadamente 10 veces la cantidad de los casos informados», señaló.

Al ritmo actual de crecimiento, podría haber hasta un millón de casos de VIH en el país en dos años, y dos millones dentro de cuatro años, dijo.

Las autoridades de salud culpan del incremento a los drogadictos que comparten jeringas para inyectarse drogas. Precisan que 90 por ciento de los portadores son usuarios de drogas intravenosas, en su mayoría menores de 30 años.

No obstante, incluso si se acepta que existen 400.000 portadores de VIH en el país, esa cifra sólo representa poco más de uno por ciento de la cantidad de infectados en todo el mundo.

Aunque las cifras absolutas de personas con VIH y sida son bajas comparadas con otros países, la rápida expansión del mal preocupa a las autoridades.

Según Onusida, el país tiene el ritmo de crecimiento más rápido de la enfermedad en el mundo. No obstante, el gobierno no respondió a la situación con los recursos suficientes.

Desde 1995, cuando se autorizó el Programa Federal para Combatir el Sida, el gobierno destinó cinco millones de dólares por año a esa lucha, pero el dinero nunca se entregó.

En 1999, el gobierno desembolsó un millón de dólares para el programa contra el sida, que incluye el tratamiento de los enfermos y una campaña de información dirigida a la juventud.

Este año se prevé una ayuda de 1,5 millones de dólares.

Onusida solicitó a los organismos multilaterales que aporten al menos 20 millones de dólares en los próximos tres años para detener la epidemia en el país.

El Banco Mundial anunció el mes pasado que está negociando un préstamo de 150 millones de dólares para el programa de sida ruso. La portavoz del organismo en Moscú, Marina Vasilyeva, dijo a IPS que el préstamo es un proyecto sin precedentes, y que las negociaciones concluirán a principios del 2001.

El Banco Mundial planea apoyar programas educativos y preventivos entre usuarios de drogas, prostitutos y prostitutas y la población carcelaria, informó.

Varilyeva precisó que parte del préstamo se utilizará para combatir la epidemia de tuberculosis que se desató en Rusia a partir de 1991.

El sida podría traer problemas de tipo económico, advierten los expertos. Si ahora hay 400.000 portadores de VIH, entonces dentro de un plazo máximo de 10 años habrá la misma cantidad de enfermos de sida, cuyo tratamiento exigirá hasta 4.000 millones de dólares por año, argumentó Pokrovsky.

La legislación rusa asegura la gratuidad de los servicios médicos, lo que obliga al gobierno a pagar la cuenta o a cambiar las leyes.

Así mismo, los expertos advierten que, debido a la falta de fondos, las autoridades deberán decidir cuáles pacientes recibirán el tratamiento y cuáles no, lo cual provocaría discriminación y corrupción.

Mientras no haya vacuna o una cura del sida, el único método viable de prevención es profundizar las campañas de información, advirtió Pokrovsky. (FIN/IPS/tra-en/sb/sm/aq/he/00

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