El ambicioso plan para mejorar la eficiencia de las fuerzas de mantenimiento de la paz propuesto por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, fue aprobado de forma parcial y con menos de la mitad del presupuesto solicitado.
El programa recibió el aval de cuatro comités de la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), el último de ellos el viernes, con una votación unánime en el de Presupuesto.
Este comité aprobó un presupuesto de 8,7 millones de dólares y la creación de 95 puestos, la mayoría en el Departamento de Mantemiento de la Paz y Asuntos Políticos.
Un funcionario de la ONU dijo que no estaba complacido por la votación, si bien «este es un paso adelante para obtener recursos muy necesarios». «Por lo menos se aprobó lo central del programa», agregó el informante.
«Este es un paso inicial. Volveremos a presionar el año próximo para la completa implementación» del plan, había dicho Annan el día 20. El secretario general había solicitado 214 puestos y un presupuesto de 20 millones de dólares.
Estados Unidos logró en la negociación que se redujera su parte en el financiamiento de las misiones de paz, pero no tanto como pedía, de 30 a 25 por ciento del total. En definitiva, Washington aportará 27 por ciento del presupuesto en 2001, pero habrá reducciones adicionales en los siguientes dos años.
Nadie está seguro de que el acuerdo sea aceptado por el Senado estadounidense, que condicionó el pago de las deudas pendientes a la ONU a diversas metas entre las que figura la reducción de las misiones de paz.
Otro problema es que aun este pequeño incremento al presupuesto de mantenimiento de la paz romperá la meta de cero crecimiento del presupuesto general de la ONU, otra condición de Washington.
El embajador de Estados Unidos en la ONU, Richard Holbrooke, dijo que el acuerdo es «un tremendo logro de la ONU», pues por primera vez «los denominados países en desarrollo renunciarán a grandes descuentos» en el aporte a las misiones de paz.
Algunos países, como Israel, Chipre y Corea del Sur, perderán sus descuentos de inmediato, mientra a otros se les aumentará la cuota de manera gradual.
Mientras, los 15 países de la Unión Europea y Japón se oponían con dureza a aumentar su participación en las misiones de paz.
La propuesta de Annan se basaba en las 80 recomendaciones del Panel sobre Operaciones de Paz de la ONU, presidido por Lajdar Brahimi. El propio secretario general encomendó ese informe, alarmado por los fracasos del foro mundial en impedir las masacres en Ruanda y Bosnia-Herzegovina.
El Informe Brahimi recomendó fortalecer las medidas de prevención de conflictos y el establecimiento de mecanismos de alerta temprana y de rápido despliegue de tropas de paz en zonas en conflicto.
Entre las recomendaciones figuraba «el desarrollo de una 'doctrina militar'» de los cuerpos de paz, una terminología rechazada por los países del Sur en desarrollo, que entendieron que eso podría considerarse un aval a futuras intervenciones. (FIN/IPS/tra-eng/jw/da/mj/ip/00