El Consejo del Mercado Común, máxima instancia del Mercosur, decidió hoy reducir 0,5 por ciento el arancel externo común a partir del 1 de enero, informó el embajador brasileño José Botafogo Gonçalves.
La reducción prevista era de tres puntos porcentuales, lo cual eliminaba ese adicional adoptado a fines de 1997 por dos años para sustituir la tasa de estadística argentina y agregar una protección de emergencia ante las dificultades generadas por la crisis asiática.
Pero Brasil se opuso a la eliminación, porque considera necesario los ingresos fiscales que producirá ese adicional en el próximo año y enfrenta dificultades en equilibrar su balanza comercial.
El 2,5 por ciento restante de ese adicional del arancel externo común será quitado en el ámbito de una revisión de toda la estructura arancelaria, que deberá definirse en el primer semestre de 2001.
El Consejo aprobó además una declaración sobre los derechos fundamentales del consumidor en todo el bloque y pautas para el combate contra el lavado de dinero por parte de los bancos centrales de los países del bloque.
El régimen automotor del Mercosur es otros de los temas a punto de ser definido, y sólo faltan algunos ajustes planteados por Paraguay, que «no tiene industria automovilística, pero desea tenerla en un futuro», explicó Botafogo Gonçalves.
Las diferencias de política arancelaria han impedido hasta ahora el ingreso de Chile, que tiene un impuesto aduanero único y reducido, como socio pleno del Mercosur.
Brasil había impedido, por ejemplo, la eliminación de los tres puntos porcentuales adicionados al arancel externo común en 1997, en tiempos de la crisis asiática, cuando se acordó que la medida sería temporal, hasta el 31 de diciembre de este año.
Esto amplía la distancia del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) respecto de Chile, un mercado mucho más abierto.
Chile tiene un arancel fijo de nueve por ciento que se reducirá a seis por ciento en 2003, mientras que el bloque subregional cuenta con una protección de 14 por ciento en promedio, con variaciones de cero a 35 por ciento, según los productos y sectores.
Para no perder ingresos fiscales y no agravar el déficit comercial, el gobierno brasileño decidió postergar la rebaja, proponiendo en cambio una revisión amplia de los aranceles, para corregir su «dispersión» y adecuarlos a las nuevas realidades, según el ministro de Hacienda, Pedro Malán.
Las divergencias arancelarias son una de las razones que habría conducido Chile a decidirse por un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, luego de aplazar el programa de su adhesión plena al Mercosur, que debería anunciarse en esta cumbre del bloque sudamericano.
La iniciativa chilena y estadounidense opera como una presión por acelerar las negociaciones del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), comprometiendo la estrategia brasileña de fortalecer el Mercosur, ampliando la integración a toda América del Sur, para negociar en mejores condiciones con Washington.
Argentina ya cedió a la urgencia exterior y pretende adelantar en un año el plazo para la conclusión de las negociaciones del ALCA. El gobierno brasileño insiste en mantener 2005 como fecha final, ante crecientes advertencias de analistas de que podrá quedarse aislado en esa posición. (FIN/IPS/mo/dm mj/ip/00
