Las tensiones externas que pesaron este año sobre la economía de Cuba seguirán presentes en 2001, aunque el gobierno espera mantener un crecimiento en torno de cinco por ciento.
El producto interno bruto creció 5,5 por ciento en 2000, décimo año de la crisis económica que sobrevino luego de la desaparición de sus relaciones de intercambio preferencial con el ex campo socialista.
No obstante, las propias autoridades reconocieron que «se enfrentan todavía importantes limitaciones materiales para la vida de la población» de más de 11 millones de habitantes.
El crecimiento, superior al previsto de entre cuatro y un 4,5 por ciento, equivale a 85 por ciento del logrado en 1989, el año anterior a la crisis. Entre esa fecha y 1993, el producto cayó alrededor de 32 por ciento.
En su informe sobre los resultados económicos de 2000 y las previsiones para 2001, el ministro de Economía y Planificación, José Luis Rodríguez, aseguró que la producción azucarera creció 7,3 por ciento hasta alcanzar 4,59 millones de toneladas.
La industria no azucarera, en tanto, aumentó casi cinco por ciento, con resultados importantes en el níquel, con una producción de 72.000 toneladas y el acero, con 344.000 toneladas, incluyendo 10.000 de acero inoxidable.
Azúcar y níquel figuran entre las principales fuentes de recursos financieros de Cuba, aunque el turismo continúa siendo el sector más dinámico, con un crecimiento anual promedio de 18,6 por ciento desde 1995 hasta el presente.
Los servicios alcanzaron este año 62 por ciento de los ingresos por exportaciones, con menor gasto de energía y mayor dinamismo, resaltó Rodríguez, quien no ofreció estimaciones del ingreso total por el turismo.
El ministro señaló, entre otras previsiones para 2001, que la producción de níquel superará las 75.000 toneladas (5,5 por ciento de crecimiento) y que la azucarera será sólo de 3,7 millones de toneladas.
La próxima cosecha azucarera será menor en cantidad, debido «a la falta de caña de azúcar especialmente por la sequía», pero producirá ingresos superiores, dada la «discreta» recuperación de los precios internacionales, de acuerdo con cálculos oficiales.
Los bajos precios del azúcar en el mercado mundial redujeron más de 100 millones de dólares los ingresos por ese concepto, de acuerdo con datos oficiales divulgados a mediados de este año.
La conjunción de precios bajos para los principales productos de exportación y fuertes alzas en los precios del petróleo, que obligaron a un gasto extraordinario superior a 500 millones de dólares, generaron tensiones que repercutieron con fuerza en la economía.
La producción de petróleo y gas ha aumentado de manera progresiva en los últimos años (3,3 millones de toneladas en 2000), pero aún es insuficiente para cubrir las necesidades energéticas del país.
De ahí el peso de ese rubro en los recursos dedicados a importaciones. Los alimentos representan entre 15 y 20 por ciento de las compras al exterior.
«La situación financiera externa con que concluye 2000 es muy tensa, y continuará siendo la limitante fundamental para la recuperación más acelerada de la economía el año próximo», alertó Rodríguez.
Los pronósticos del comercio exterior para 2001 suponen el manteniento de precios altos en los combustibles, así como precios más bajos para las exportaciones de níquel y sólo una discreta mejoría en los del azúcar.
La isla debe compensar con créditos externos la balanza comercial negativa, pactados generalmente con altas tasas de interés.
Acuciada por esa situación, se harían nuevos esfuerzos por la renegociación de la deuda externa con el Club de París, ascendente en la actualidad a 11.109 millones de dólares, cuyos servicios se encuentran suspendidos desde 1986.
Enviados del Ministerio de Finanzas y el Banco Central de Cuba comenzaron contactos técnicos con un grupo especial del foro integrado por los principales países acreedores, y que no incluye a los ex miembros del desaparecido bloque socialista de Europa oriental y la disuelta Unión Soviética, informaron diplomáticos europeos.
Al parecer, esa fase inicial arrojó algunos progresos, pero los resultados lucen aún lejanos, advirtieron esas fuentes.
Expertos alertaron que la moratoria entorpeció seriamente los accesos a los mercados externos de capital y obligó a Cuba a apelar a financiamientos caros y de corto plazo.
Sin embargo, las autoridades lograron en los últimos tiempos algunos financiamientos a mediano y largo plazo y la renegociación de deudas comerciales a corto plazo que permitieron abrir los seguros al crédito a un grupo de naciones.
Para las autoridades cubanas, el caso más significativo en ese sentido fue Japón, que pemitió abrir nuevamente líneas de crédito para financiar exportaciones a Cuba. (FIN/IPS/pg/mj/if/00