La economía de América Latina y el Caribe retomó este año la senda del crecimiento tras el estancamiento de 1999, en un escenario en que persistieron la tendencia a la baja de la inflación y el elevado desempleo, señala el balance divulgado por Cepal.
El producto interno bruto (PIB) de la región crecerá cuatro por ciento este año, respecto de 1999, cuando aumentó apenas 0,3 por ciento como consecuencia de la crisis financiera mundial, explicó el lunes José Antonio Ocampo, secretario ejecutivo de Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe).
La inflación ponderada, de 9,5 por ciento en 1999, cayó ahora a 8,9 por ciento, pero en contraste con este logro, el desempleo urbano se mantuvo prácticamente inalterado en los niveles más altos de la década, con un promedio de 8,6 por ciento, descendiendo sólo una décima en relación con el período anterior.
La recuperación del PIB regional se debió en gran medida al alto crecimiento simultáneo de las dos mayores economías latinoamericanas, Brasil y México, fenómeno que no se registraba desde 1994, recordó Ocampo.
El PIB de Brasil aumentó de sólo 0,9 por ciento en 1999 a cuatro por ciento este año, en tanto México prácticamente duplicó su producto, de 3,7 por ciento hace un año a siete por ciento en éste.
La economía mexicana será la segunda de mayor crecimiento este año, detrás de República Dominicana, que registra una expansión de 8,5 por ciento, para completar cuatro años seguidos de incrementos del PIB por sobre ocho por ciento.
América del Sur muestra un comportamiento heterogéneo, ya que al buen desempeño de Brasil se suma Chile con un aumento del PIB de 5,5 por ciento, el más alto de esta zona, mientras la economía de Argentina se estanca y Uruguay exhibe la única recesión en la región, con una caída del producto de uno por ciento.
En Sudamérica destacan igualmente las recuperaciones de Ecuador y Venezuela.
Ecuador revirtió una caída del producto de 7,3 por ciento en 1999 para crecer este año dos por ciento, mientras los venezolanos, que el año anterior soportaron un retroceso de 6,1 por ciento, tendrán ahora un PIB positivo de 3,5 por ciento.
El panorama sudamericano se completa con crecimientos del producto de dos por ciento en Bolivia, tres por ciento en Colombia, 1,5 por ciento en Paraguay y cuatro por ciento en Perú.
Ecuador, Venezuela, y en menor medida Colombia, se vieron favorecidos por las alzas en los precios internacionales del petróleo, mientras que en Perú la crisis política que culminó con la fuga del presidente Alberto Fujimori implicó un retroceso para la economía, que había iniciado el año con muy buen pronóstico.
En el escenario centroamericano y caribeño destaca, además de República Dominicana, la evolución de Cuba, cuyo PIB crece este año 5,5 por ciento, luego de un registro de 6,2 por ciento en 1999.
La economía cubana tuvo tres años de intensa recesión entre 1991 y 1993 y hasta mediados de esa década su economía consignó serias dificultades.
En América Central, Costa Rica exhibe una brusca caída en su producto, que en 1999 creció ocho por ciento y ahora lo hará sólo 1,5 por ciento.
El PIB de El Salvador se expandirá 2,5 por ciento este año, frente a 3,4 por ciento en 1999, mientras que el de Guatemala aumentó 3,6 en 1999 y 3,5 por ciento este año.
La economía de Haití, la más pobre de la región, crecerá en el 2000 sólo uno por ciento, luego del aumento de 2,3 por ciento del año anterior. Honduras revirtió una caída de 1,9 por ciento en 1999 y ahora su PIB se incrementará cuatro por ciento.
Nicaragua muestra un aumento del producto de 5,5 por ciento, inferior al de siete por ciento de 1999. Por último, Panamá bajó su ritmo de expansión del PIB, de tres por ciento en 1999 a 2,5 por ciento este año.
Ocampo señaló que, en términos generales, los factores positivos de la economía regional incluyen, además de la recuperación del producto sin incrementos inflacionarios, un repunte de las exportaciones, como elemento dinamizador de la actividad productiva.
Como contraparte, el experto señaló que la demanda interna de las economías latinoamericanas no se ha recuperado en forma suficiente, lo cual explica a su vez el alto desempleo, ya que la actividad exportadora basada en materias primas crea muy pocos puestos de trabajo.
El secretario ejecutivo de Cepal explica que, si bien América Latina está retomando un ciclo expansivo tras la crisis asiática, nacida en julio de 1997, está aún lejos de crecer al ritmo de seis por ciento requerido para reducir de manera sustancial el desempleo y superar los problemas de pobreza de 40 por ciento de su población.
Para lograr ese objetivo de crecimiento se necesitaría incrementar entre cuatro y seis por ciento, en relación al PIB, los actuales volúmenes de inversión en América Latina y el Caribe, precisó Ocampo.
Al respecto, el balance de Cepal advierte que los mercados financieros internacionales siguen caracterizados por la inestabilidad, mientras la economía mundial tampoco muestra señales claras de expansión.
La Unión Europea y Japón han vuelto a crecer, pero en forma moderada, y el ciclo expansivo de Estados Unidos llega a su fin, previéndose que en 2001 la economía de ese país tenga un «aterrizaje suave», con una tasa de crecimiento del producto de dos por ciento.
La situación en Estados Unidos hará que América Latina crezca 3,8 por ciento en 2001, y sobre todo se resentirá el desempeño de México, cuyo aumento del PIB será de 4,2 por ciento, según las estimaciones de Cepal.
En cambio, Argentina comenzaría a salir de su estancamiento hacia fines del año próximo, con un aumento del producto de 1,5 por ciento promedio, señaló el secretario ejecutivo de Cepal. (FIN/IPS/ggr/dm/if/00