La Organización Mundial de Comercio (OMC) aplazó hoy hasta los primeros días de enero la adopción de una decisión sobre la sede y la fecha de su próxima conferencia ministerial.
El Consejo General de la OMC resolvió sostener consultas más amplias para elegir entre Doha, propuesta por Qatar, y Santiago, por Chile.
Tampoco hubo acuerdo respecto de la fecha de la conferencia, pues algunos delegados propusieron realizarla en 2001, pero otros prefirieron postergarla hasta 2003.
El Consejo General había resuelto la semana pasada que este viernes decidiría sobre las cuestiones pendientes para la convocatoria de la conferencia ministerial.
Además de los aspectos de procedimientos derivadas del funcionamiento institucional, el llamado a una nueva conferencia adquiere importancia por tratarse de la máxima esfera de poder de la OMC.
También aviva el interés por la reunión el hecho de que la nueva conferencia puede llegar a relanzar las negociaciones comerciales multilaterales, en una nueva ronda que sucedería a la Ronda Uruguay (1986-1994).
La expectativa de los medios comerciales internacionales se prolongará hasta la primera sesión del Consejo General en 2001, según propuso el presidente de turno del organismo, Kare Bryn, de Noruega.
El representante de Chile, Alejandro Jara, comunicó al Consejo general que su gobierno requiere más tiempo para completar el análisis de los costos para organizar la conferencia.
Jara presentó excusas porque en la última sesión había solicitado un plazo de una semana, que vencía este viernes, para presentar una propuesta formal.
Pero volvió a solicitar más tiempo para que su país pueda hacer esa evaluación, aunque aclaró que acataría si el Consejo General optaba por adoptar una decisión.
Por su parte, la representación de Qatar aumentó su oferta de alojamiento y anunció que podía disponer de 4.400 habitaciones de hotel. La propuesta inicial del país árabe mencionó sólo 2.800.
Qatar aseguró que Doha, la eventual sede de la conferencia, dispone de excelentes instalaciones y demandó que el Consejo General tome una decisión a la brevedad. Pakistán reclamó también una definición inmediata.
Keith Rockwell, vocero de la OMC, precisó que el dictamen técnico de la oficina de conferencias de la organización estableció que las dos sedes son apropiadas para la realización de la reunión.
Basados en los antecedentes de las dos últimas conferencias, en Seattle, Estados Unidos, y Singapur, los técnicos de la OMC estimaron que la reunión puede congregar de 4.000 a 6.000 personas, entre delegados de los actuales 140 estados miembros, personal de la Secretaría, observadores independientes y periodistas.
En la misma reunión de este viernes, el Consejo General aprobó un aumento de cinco por ciento en términos nominales para el presupuesto de la OMC en 2001.
Con ese incremento, los recursos de la institución se establecerán en 134 millones de francos suizos, que equivalen a unos 79 millones de dólares.
Algunos países, la mayoría europeos, estimaron que el presupuesto no debía aumentarse. Alemania, Estados Unidos y Japón opinaron que el monto asignado era perfectamente adecuado. En cambio, otros países, como Cuba y México, juzgaron que los recursos no podían reducirse.
En el nuevo presupuesto figuran fondos por 1,4 millones de francos suizos (unos 800.000 dólares) para asistencia técnica. También destina un millón y medio de francos suizos (unos 880.000 dólares) para traducciones de documentos de la institución.
Numerosos países en desarrollo expresaron malestar por el rechazo de las recomendaciones del director general de la OMC, Mike Moore, para que se aumentara el presupuesto destinado a la asistencia técnica.
Moore había solicitado una suma de 10 millones de francos suizos (unos 5,88 millones de dólares) para colaborar con las naciones en desarrollo, en particular con las más pobres, que tienen dificultades para seguir las negociaciones de la OMC.
Los delegados alemanes y estadounidenses se opusieron al aumento de ese presupuesto. En cambio, otros países europeos, como los nórdicos, Holanda y Gran Bretaña, demandaron más fondos para esa partida. Entre las dos partes se suscitó un «intenso debate», dijeron fuentes de la OMC.
Los recursos propios que dispone en la actualidad la OMC para asistencia técnica apenas llegan a 750.000 francos suizos (unos 440.000 dólares).
Sin embargo, el total de desembolsos de la OMC en ese rubro asciende a unos 10 millones de francos suizos, alrededor de 92 por ciento de ese monto proviene de donaciones efectuadas por fundaciones. (FIN/IPS/pc/dm/if/00