El amplio rechazo de la opinión pública y de parlamentarios de Brasil impidieron el cambio de nombre de la empresa petrolera estatal Petrobrás por Petrobrax,
La decisión de suspender la iniciativa fue adoptada por el propio presidente Fernando Henrique Cardoso, en atención a las reacciones negativas generalizadas que convirtieron el caso en una cuestión política nacional.
El presidente de Petrobrás, Henri Reichstul, informó sobre la vuelta atrás respecto del cambio de denominación, anunciado el martes como parte de una estrategia de divulgación de la firma en el exterior y de diversificación de los negocios, ampliados a otros campos de la energía además del petróleo.
«La X se asocia a alta tecnología» y Petrobrás está vinculada al monopolio estatal que dejó de existir en 1997, había argumentado Rechstul al divulgar la nueva marca de la empresa.
El nombre Petrobrax también facilitaba la pronunciación en inglés y en español, añadió la empresa de diseño UND, contratada por 700.000 reales (360.000 dólares) para proponer el nuevo logotipo y otras condiciones para mejorar la imagen de la compañía.
Otros argumentos señalaban la «excesiva» asociación entre Petrobrás y Brasil, que al parecer provoca resistencias en otros países de América Latina.
Además, el logotipo BR, adoptado desde 1993 para los expendios de gasolina, oculta el nombre de la empresa y destaca demasiado la actividad de distribución de combustibles, señalaron los expertos.
El cambio de marca y la campaña publicitaria para implantar la nueva identificación en el mercado cuesta 50 millones de dólares, estimó Reichstul, basándose en ejemplos anteriores de empresas de tamaño similar.
Parlamentarios de distintos partidos, encabezados por opositores nacionalistas, se movilizaron para abortar el proceso. Ante ello, la Cámara de Senadores invitó al ministro de Minas y Energía, Rodolpho Tourinho, para que explicara el objetivo y los gastos de la medida.
El líder del gobierno en el Senado, José Roberto Arruda, también adhirió a la iniciativa y recomendó a Reichstul postergar el proyecto de nueva marca.
El Frente Parlamentario de Defensa de Brasil, que agrupa a 132 diputados, anunció la elaboración de un proyecto para suspender los cambios en Petrobrás, por entender que afectará el interés y el patrimonio nacional.
También convocaron al presidente de la empresa para que aclarara los alcances de la iniciativa.
La decisión de cambiar la marca «aleja a Petrobrás de Brasil» y representa la renuncia injustificable a una imagen construida durante décadas, que representa solidez y alta tecnología, criticó el diputado Vivaldo Barbosa, presidente del Frente.
El sindicato de los trabajadores petroleros y la Asociación de Ingenieros de Petrobrás acusaron a la dirección de la firma de cambiar el nombre como un nuevo paso hacia la privatización, y amenazaron con impugnar la medida ante la justicia.
En tanto, los publicitarios manifestaron opiniones diversas, aunque una mayoría consideró equivocada la propuesta, arguyendo que una marca exige tiempo, mucha inversión e insistencia para implantarse en el mercado. Por eso las grandes empresas mantienen sus nombres incluso cuando se funden.
Es inútil ocultar el vínculo de Petrobrás con el país, además de fatalmente provocar indignación entre los habitantes. Una encuesta hecha a través de Internet comprobó que 80,8 por ciento de las 2.890 consultados rechazan el cambio de marca de Petrobrás.
Además, si se trata de crear una imagen asociada a varias fuentes de energía, debería desaparecer «petro» del nombre en lugar de sustituirse solamente la letra final, observaron otros expertos en publicidad y mercadeo.
La prensa local también reaccionó en contra de la idea. «Viva Braxil», ironizó el secretario de redacción del Jornal do Brasil, en su crónica de este jueves.
Por su parte, la columnista de economía del diario O Globo, Miriam Leitao, opinó que sería mejor aplicar los 50 millones de dólares de publicidad en proyectos ambientales, para mejorar la imagen de una empresa que provocó varios desastres ecológicos de gran repercusión en 2000.
Petrobrás provocó seis derrames de petróleo este año en bahías, ríos y playas de Brasil, precisó. (FIN/IPS/mo/dm/if/
