/BOLETIN-AMBIENTE/ SALUD: Falta de saneamiento mata tres millones de personas al año

La falta de saneamiento básico, que afecta a 40 por ciento de la población mundial, causa la muerte de tres millones de personas al año, cantidad casi equivalente a los habitantes de Costa Rica o de Uruguay y a dos tercios de los noruegos.

«Saneamiento es salud», destacaron representantes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de otras instituciones internacionales, al divulgar datos dramáticos de la insuficiencia de agua potable y de servicios de desagüe en regiones pobres del mundo, especialmente en Africa y Asia.

América Latina presenta mejor situación que esos dos continentes, pero registra 77 millones de personas sin acceso a agua tratada, observó Mauricio Pardon Ojeda, director de Salud y Ambiente de la OPS, en el XXVII Congreso de la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (Aidis).

Cerca de 2.400 ingenieros, autoridades y empresarios participaron en la reunión de Aidis, realizada la semana pasada en Porto Alegre, sur de Brasil.

La asistencia superó las expectativas y demostró «una mayor conciencia y movilización» ante la necesidad de extender el saneamiento básico, dijo el brasileño Alexandre Bugin, quien presidió el Congreso.

Casi 4.000 personas visitaron también la muestra paralela de tecnología, equipos y servicios de saneamiento, un sector de abultadas inversiones potenciales, justamente por su rezago.

Para solucionar el problema de los 2.400 millones de personas sin saneamiento básico en el mundo y 1.100 millones sin agua potable, será necesario invertir en los próximos 25 años 23.000 millones de dólares por año, 44 por ciento más de lo que se aplica actualmente.

El cálculo pertenece a Richard Jolly, presidente del Consejo de Colaboración en Agua Potable y Saneamiento, una asociación conformada por 1.100 expertos de todo el mundo que coopera con la Organización de las Naciones Unidas en la promoción de políticas de saneamiento para el desarrollo humano sustentable.

El Consejo de Colaboración reunió a cerca de 400 técnicos y representantes de gobiernos y de agencias de cooperación, del 24 al 29 de noviembre en Foz de Iguazú, una turística ciudad brasileña en la frontera con Paraguay. En la ocasión se aprobó el programa «Agua para el pueblo», cuya meta es asegurar saneamiento básico e higiene a todos en 2025.

Brasil espera alcanzar ese objetivo dentro de diez años. Para eso deberá invertir cerca de 22.000 millones de dólares, según el secretario de Desarrollo Urbano, Ovidio de Angelis.

Dos tercios de esa suma se destinarán al sistema de desagüe de aguas servidas, que actualmente excluye a 63,5 millones de brasileños, o 38 por ciento de la población total.

La situación brasileña es similar al promedio latinoamericano, pero es muy desigual, como en la región. En contraste con las condiciones relativamente buenas del sur, el nordeste de Brasil presenta datos comparables a los de Asia y Africa, observó Bugin.

La disparidad es abrumadora también entre campo y ciudad. El promedio nacional de 87 por ciento de la población con agua tratada cae a 54 por ciento en el medio rural.

Mientras, el sistema sanitario, comprendiendo alcantarillado y cámaras sépticas domésticas, alcanza a 77 por ciento de la población urbana y sólo a 40 por ciento de la rural, de acuerdo con Michel Saint-Lôt, del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.

Algunos países sudamericanos, como Bolivia y Perú, también presentan un saneamiento precario, especialmente en el interior, aunque el caso más dramático es el de Haití, donde sólo 46 por ciento de la población cuenta con agua potable.

Aidis realiza su Congreso en años pares y este año eligió como sede a Porto Alegre, capital del estado de Río Grande del Sur, por sus buenos servicios públicos y amplia red de saneamiento básico.

Noventa y nueve por ciento de los 1,5 millones de habitantes de la ciudad dispone de agua de buena calidad y 80 por ciento de alcantarillado sanitario.

Pionera en movimientos ambientalistas y en legislación sobre recursos hídricos, Porto Alegre creó el «presupuesto participativo», que acabó con el mito de que el saneamiento, por sus obras subterráneas, proporciona pocos votos y por eso no interesa a los políticos.

Asambleas convocadas para que las comunidades resolvieran la asignación de los recursos municipales optaron por conceder prioridad a las obras de alcantarillado en muchos barrios.

Esa iniciativa contribuyó a aumentar la atención de los politicos sobre la cuestión del saneamiento y a atraer el Congreso de Aidis a Porto Alegre, opinó Bugin, también presidente de la sección de Río Grande del Sur de la Asociación Brasileña de Ingeniería Sanitaria y Ambiental.

Varios encuentros y seminarios sobre saneamiento básico tuvieron lugar en Brasil en los últimos meses, como evidencia de una creciente preocupación y movilización de la sociedad respecto de ese asunto, comentó Bugin.

Aidis, creada en 1948, cuenta hoy con 32.000 socios en 24 secciones nacionales y representación en 32 países de América. . Además de ingenieros, admite a otros profesionales vinculados a ciencias del ambiente.

La estrecha relación entre saneamiento y salud, la necesidad de la educación ambiental en todas las actividades y de involucrar a los municipios en el mejoramiento de los servicios fueron algunas de las recomendaciones del XXVII Congreso, informó Bugin. (FIN/IPS/mo/ff/he en/00

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