/BOLETIN-AMBIENTE/ ESTADOS UNIDOS: Protestas por embarque de mercurio a India

La denuncia sobre un posible embarque de mercurio de Estados Unidos a India causó la ira de ecologistas y funcionarios de ambiente estadounidenses, quienes arguyen que el metal tóxico debe almacenarse en este país y no exportarse.

Una planta química del estado de Maine, propiedad de HoltraChem, cerró en septiembre y dejó atrás 118 toneladas de mercurio. Varios funcionarios federales y estaduales afirmaron que la sustancia neurotóxica, adquirida por otra empresa química, será embarcada a India.

«Eso equivaldría a racismo ambiental, si lo que Maine reconoce como un desecho peligroso es vertido en un país pobre con normas más laxas y tecnología obsoleta», señaló Richard Stander, del Centro de Paz y Justicia de Maine Oriental.

El gobernador de Maine, Angus King, y funcionarios ambientales regionales, primero consideraron subastar el mercurio de HoltraChem cuando se anunció el cierre de la planta, y luego se inclinaron por su almacenamiento seguro en Estados Unidos.

Como Maine no dispone de un lugar seguro para guardar el mercurio, King solicitó al Pentágono (Departamento de Defensa) que comprara el metal y lo agregara a su reserva de desechos de mercurio en bases militares, pero el Pentágono se negó.

«Es triste que una administración federal que se enorgullece de sus antecedentes ambientales no pueda hacer que sus propios administradores hagan lo correcto», lamentó Arthur Rocque, comisionado del Departamento de Protección Ambiental para el estado de Connecticut.

La compañía que finalmente compró el mercurio de HoltraChem, D.F. Goldsmith Chemical and Metal Corp., con sede en el estado de Illinois, se niega a revelar adónde enviará el producto.

«Básicamente, éste es un asunto entre nosotros y HoltraChem, y no tenemos ningún comentario que hacer sobre el asunto», declaró a IPS Jim Moran, vicepresidente de D.F. Goldsmith.

Más de 30 grupos ambientalistas de Estados Unidos e India, incluidos Sierra Club y el Consejo de Recursos Naturales de Maine, urgieron a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos a elaborar un acuerdo con el Pentágono para incorporar el mercurio de Holtrachem a la reserva nacional.

La controversia pone de relieve un vacío legal. La Convención de Basilea, que regula el comercio de sustancias peligrosas, no comprende al mercurio porque, a pesar de su toxicidad, es considerado un metal de comercio legal.

«Es preciso dejar de considerar al mercurio como una mercancía y comenzar a verlo como una sustancia peligrosa», urgió Michael Bender, director del Proyecto de Política sobre Mercurio, una organización no gubernamental (ONG) del estado de Vermont.

La posible transferencia de mercurio a India reavivó el recuerdo de uno de los peores desastres químicos de la historia, la fuga de gases tóxicos en 1984 de una fábrica de pesticidas de la compañía estadounidense Union Carbide en la ciudad india de Bhopal.

El accidente provocó la muerte de 2.500 personas y lesionó a más de 50.000.

Ahora, los ambientalistas arguyen que las empresas estadounidenses están aprovechando una vez más la laxitud de las normas de seguridad ambiental en ese país asiático.

El mercurio es causa de numerosos problemas neurológicos, y es particularmente peligroso para los fetos y niños pequeños. Afecta el cerebro, la espina dorsal, los riñones y el hígado.

Una exposición prolongada al metal puede producir desórdenes de la personalidad y aun el coma.

Un estudio del Consejo Nacional de Investigación de la Academia Nacional de Ciencia advirtió que al menos 60.000 bebés por año en Estados Unidos pueden padecer deficiencia intelectual porque sus madres ingirieron pescado y mariscos contaminados con mercurio.

El metal es considerado un contaminante mundial, porque es transportado por el viento y la lluvia y no se degrada, sino que se acumula en la grasa de los animales y se concentra a medida que asciende en la cadena alimenticia.

Grupos ambientalistas señalaron que India es el mayor receptor de exportaciones de mercurio de Estados Unidos, según la Administración de Comercio Internacional, una agencia gubernamental estadounidense.

Aunque no se ha confirmado qué destino tendría el mercurio, los ambientalistas especulan con que podría enviarse a una fábrica de termómetros de mercurio o a una planta parecida a la de HoltraChem, que utilizaba el mercurio para fabricar cloro y soda cáustica.

Grupos ambientalistas protestaron el sábado frente a la planta de HoltraChem en Orrington, Maine, donde se producía el mercurio, y pidieron al gobernador King que celebrara una reunión de emergencia con D.F. Goldsmith para convencerla de no enviar el metal a India.

«Deberíamos exportar tecnologías apropiadas a los países en desarrollo, no nuestros problemas», dijo Bender. (FIN/IPS/tra-en/dk/da/mlm/en/00

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