La organización española Medicus Mundi inició una campaña en busca de apoyo europeo a la demanda judicial de indígenas de Ecuador contra la compañía petrolera estadounidense Texaco, causante de contaminación ambiental y enfermedades en la zona amazónica de ese país.
El médico español Miguel San Sebastián, que colabora hace 10 años con Medicus Mundi en Ecuador, presentó el miércoles un informe sobre el impacto de la actividad petrolera en la salud de poblaciones rurales de la Amazonia ecuatoriana, titulado Yana Curi (oro negro, en lengua quichua).
El informe, completado tras dos años y medio de trabajo, será utilizado por indígenas y campesinos como elemento de prueba en el juicio que en 1993 iniciaron en Estados Unidos contra Texaco para exigirle compensaciones por daños al ambiente y a la población de la zona donde están sus explotaciones.
La demanda fue aceptada en 1998, pero el juez estadounidense que lleva la causa considera la posibilidad de dictaminar el traslado del sumario a Ecuador, aceptando la posición de Texaco.
La empresa multinacional atribuye a una filial suya con personería jurídica ecuatoriana la responsabilidad por lo realizado en ese país desde 1972, cuando comenzó allí la explotación de petróleo.
Pero, según dijo San Sebastián, las leyes ecuatorianas establecen que si un juicio se inició en otro país no puede ser continuado en Ecuador.
Ante esta situación, e incluyendo la posibilidad de una negociación, Medicus Mundi reclama respaldo internacional a los indígenas ecuatorianos, por entender que la opinión pública puede influir positivamente en el caso.
El informe Yana Curi afirma que los residentes en comunidades cercanas a los pozos y estaciones de crudo están expuestos a una elevada concentración en ríos e incluso en cauces subterráneós de metales pesados procedentes del petróleo.
En algunos cursos de agua, la concentración de metales pesados supera en más de cien veces el límite permitido por las normas de la Unión Europea, según la versión de Medicus Mundi.
Además, las mujeres de la zona afectada tienen un riesgo de aborto espontáneo dos veces y media más alto que quienes viven en comunidades no contaminadas.
Esas mujeres presentan hongos en la piel, cansancio, irritación de la nariz y de los ojos, dolor de cabeza, garganta y oído, diarrea y gastritis, «todos síntomas que se derivan de los efectos toxicológicos que se atribuyen al petróleo», aseguró San Sebastián.
La demanda judicial fue presentada hace siete años por 10.000 indígenas y 20.000 campesinos, liderados por el Frente de Defensa de la Amazonía. Los demandantes exigen que la petrolera pague la limpieza de todas las piscinas de crudo de desecho que dejó y una compensación por los daños en la salud.
Desde el comienzo de la explotación petrolera, en 1972, Texaco y otras compañías petroleras han extraído, con la colaboración de la estatal Petroecuador, más de 2.000 millones de barriles de crudo, en especial en la región amazónica.
Toneladas de petróleo y de desechos tóxicos han sido eliminados directamente al ambiente, sin tratamiento previo, de acuerdo con San Sebastián.
Cientos de pozos en actividad en la zona generan diariamente más de 16 millones de litros de desechos de crudo.
Además, se estima que las roturas accidentales en el oleoducto Transecuatoriano, que une los campos de producción con los puertos de embarque del océano Pacífico (503 kilómetros de tuberías), han provocado el derrame de unos 400.000 barriles de crudo.
Nieves Zabala, presidenta de Medicus Mundi, inició este miércoles una campaña, titulada como el informe, Yana Curi, para apoyar la investigación, así como a los enfermos y la demanda de las organizaciones campesinas e indígenas.
La campaña se orienta también a informar y sensibilizar a la opinión pública sobre los efectos sanitarios y ambientales de la explotación petrolera en la Amazonia ecuatoriana.
Junto a la presentación del informe se inauguró una muestra fotográfica de otro cooperante de Medicus Mundi, Manuel Charlón, que ilustra la situación que se vive en aquella zona.
Medicus Mundi fue fundada en 1963, reúne a 16 asociaciones federadas, todas de España, y desarrolla 220 proyectos de apoyo en 39 países, la mayoría en América Latina. Sólo actúa en casos de emergencia y siempre junto a alguna organización no gubernamental del país en que se implementa el proyecto.
La exposición de fotos, como parte de la campaña, será presentada en otras ciudades españolas y europeas a partir de enero. (FIN/IPS/td/ff/en he/00