Las mujeres de Asia meridional padecen discriminación al nacer e incluso antes de venir al mundo, denunció un grupo de estudios radicado en Pakistán.
Los abortos y asesinatos de niñas son manifestaciones de estructuras patriarcales donde las familias de la región prefieren hijos varones, según el estudio realizado por el Centro de Desarrollo Humano Mahbub ul Haq, situado en Islamabad.
El fallecido Mahbub ul Haq, ex ministro de Finanzas de Pakistán y alto funcionario del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), fue el arquitecto del informe anual sobre desarrollo humano publicado por la sede neoyorquina de la agencia.
El documento de 219 páginas indicó que el sur de Asia posee una de las diferencias demográficas entre los sexos más sesgadas del mundo, porque solamente hay 94 mujeres cada 100 hombres en comparación con el promedio mundial de 106 mujeres cada 100 hombres.
"Esa disparidad implica que alrededor de 79 millones de mujeres han desaparecido en la región a través del asesinato de las niñas, el aborto o las diferencias en la nutrición", apuntó el informe.
En India muere un 18 por ciento más de niñas que varones antes de cumplir los cinco años de edad. En las Maldivas, por el contrario, las niñas son un 51 por ciento más que los varones porque estos perecen en mayor número antes de los cinco años.
Además, las mujeres del sur de Asia enfrentan una discriminación sustancial porque el valor de su trabajo no resulta reflejado en las estadísticas y tampoco es reconocido por los políticos.
El trabajo femenino está considerado un deber que no merece compensación. Las mujeres trabajan no menos de 12 horas diarias mientras el promedio masculino es de ocho horas.
"Sin una preocupación activa por esa disparidad y nuevos esfuerzos para potenciar a las mujeres en organismos ejecutivos, hay pocas posibilidades de que esas cuestiones se resuelvan", dijo Khadija Haq, titular del Centro de Desarrollo Humano.
La Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, realizada en Beijing en 1995, fue considerada un vuelco positivo en la lucha por los derechos femeninos, si bien sus propósitos todavía deben concretarse, señaló.
Aunque hubo algunos avances en el desarrollo de planes de acción, muy pocos tuvieron lugar en el sur de Asia desde la cumbre de Beijing.
Esa fue una de las conclusiones del estudio titulado "Desarrollo Humano en el Sur de Asia 2000", que abarcó a India, Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka, Bhután, Nepal y Maldivas.
Si bien las mujeres representan la mitad de la población de la región, siguen siendo invisibles para las entidades oficiales.
Aunque cuatro de los siete países en cuestión —India, Bangladesh, Sri Lanka y Pakistán— tuvieron jefas de estado o primeras ministras, la representación femenina en los organismos de decisión sigue siendo muy baja.
En 1999 la participación femenina en los parlamentos fue una de las más bajas del mundo, con solo dos por ciento de mujeres en la legislatura de Bhután, y 2,6 por ciento en la de Pakistán.
El estudio dijo que las actitudes patriarcales y los prejuicios impiden votar a las mujeres o presentarse como candidatas, obligándolas a postularse como independientes y reduciendo sus posibilidades de victoria.
La mayoría de las empleadas públicas son asignadas a sectores sociales como salud y educación. No obstante, muy pocas mujeres, incluso en los sectores sociales, ocupan cargos políticos o pertenecen a organismos de decisión.
En la administración pública paquistaní hay sólo 19 mujeres con rango de secretaria contra 800 hombres en el mismo nivel. En Bangladesh, a pesar de que las mujeres deben ocupar al menos 10 por ciento de los cargos públicos, la cifra real corresponde a ocho por ciento.
El estudio también señaló que sólo seis por ciento de los jueces del sur de Asia son mujeres. La mayoría de las magistradas corresponden a los tribunales inferiores. India y Sri Lanka son los únicos países cuyos tribunales supremos tienen mujeres magistradas.
Incluso en los tribunales inferiores, donde se ventilan la mayoría de los procesos penales, las mujeres son pocas.
El sur de Asia también tiene uno de los índices más bajos de alfabetismo femenino, 37 por ciento. En la región, Pakistán y Nepal tienen tasas de 25 y 21 por ciento, respectivamente.
"En los últimos 20 años hubo avances significativos en el estado de la educación en el sur de Asia, pero siguen existiendo brechas entre las conquistas educativas de hombres y mujeres, de varones y niñas", indicó el estudio.
Por ejemplo, más de dos tercios de los menores de edad que no asisten a la escuela primaria en el sur de Asia son niñas. Casi dos quintos de las niñas en primaria abandonan antes de quinto año.
La cantidad de años de escolaridad que recibieron la mayoría de las niñas es de 1,2, con niñas en Bhutan cuyo período escolar fue de apenas 0,2 años.
En el sur de Asia los derechos de las mujeres siguen siendo violados a pesar de las garantías constitucionales de igualdad.
En toda la región, el cumplimiento de las leyes de protección de las mujeres es obstruido por tradiciones culturales, ignorancia de la ley, vacíos legales e inconsistencias, además de la falta de voluntad por parte de policías y funcionarios judiciales.
El estudio también documentó cómo la mayoría de las mujeres, sin distincion de clase, casta o religión, tropiezan con accesos desiguales a la propiedad, protección y poderes de decisión.
El sistema judicial está fuera del alcance de las mujeres debido a su falta de educación y limitada movilidad pública, como también por actitudes discriminatorias de la policía y los jueces, según el estudio. (FIN/IPS/tra-en/td/da/ego/aq/hd-dv/00