Los medios estatales de comunicación de Serbia están en un difícil período de transición para deshacerse del legado del comunismo y del autoritario régimen del ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, opinaron analistas.
«Los medios de comunicación estatales están destruidos desde el punto de vista ideológico, y no tienen la menor idea de lo que significa una apertura», declaró Lila Radonjic, del grupo independiente de producciones de televisión Mreza.
«Muchos se han limitado a sustituir sus anteriores elogios a Milosevic por otros al nuevo presidente, Vojislav Kostunica», comentó.
Durante los años 90, Milosevic, su esposa Mira Markovic y los partidos que lideraban, el Partido Socialista e Izquierda Yugoslava (JUL), respectivamente, recibieron constantes elogios de los medios de comunicación estatales.
Esos medios fomentaron el odio contra todos aquellos que no eran serbios, y presentó a los serbios como únicas víctimas de los crímenes de guerra en los conflictos de Bosnia-Herzegovina, Croacia y Kosovo, que llevaron al desmembramiento de la antigua Federación Yugoslava.
Los instrumentos de propaganda más poderosos del régimen de Milosevic fueron la estatal Radio y Televisión Serbia (RTS) y el centenario diario Politika, cuyo propietario, Dragan Hadzi Antic, es íntimo amigo de la familia Milosevic.
«Los empleados (de los medios de comunicación estatales oficiales) tratan con desesperación de 'blanquear' sus antecedentes. Ahora dicen que apoyan a Kostunica», comentó Nebojsa Spaic, del Centro de Medios, que asiste a la prensa no gubernamental.
«Los periodistas que promovieron el odio, instigaron a la población contra otros países, impulsaron linchamientos y vistieron uniformes militares durante las guerras mientras filmaban serán objeto de acusaciones penales», dijo a IPS Gordana Susa, experta en medios de comunicación y editora de VIN, una productora independiente de televisión.
«Otros deberán aprender algo nuevo: a pensar en forma crítica. La tarea más difícil será enseñar a la gente cómo pensar, porque muchos no saben cuál es la diferencia entre informar y difundir propaganda», señaló.
Durante más de una década, el régimen de Milosevic trató de que la gente no pensara por sí misma, y «más de la mitad de la población serbia es iletrada. Por eso la RTS fue tan poderosa», añadió.
Sin embargo, desde el 5 de octubre los programas de la RTS han cambiado. La estación comenzo a difundir series de información acerca de determinados hechos históricos recientes, entre ellos el sitio de Sarajevo por fuerzas bosnio-serbias durante la época de Milosevic.
Algunos viejos miembros del personal de la RTS, despedidos a comienzos de los años 90 por motivos ideológicos, volvieron a ser contratados, su influencia condujo a la emisión de esos programas.
Muchas de esas personas habían formado en los últimos años compañías independientes, como la popular emisora de radio B92, de Belgrado, la cual es además centro de una vasta red de radios, la Asociacion de Medios Electrónicos Independientes (ANEM), que agrupa a más de 50 estaciones locales y cubre toda Serbia.
Sasa Mirkovic, gerente de B92 y de la ANEM, dijo que los medios independientes tienen ahora un papel importante que cumplir, ya que es necesario enseñar a la sociedad cómo debe funcionar una democracia.
«Queremos lanzar una campaña televisiva para recordar a la gente que el gobierno es responable ante el pueblo. La crítica será un factor importante cuando se mencione a las nuevas autoridades», expresó.
El público debe aprender una lección básica: «la prensa no es un instrumento del gobierno. Es una institución social, quizá la más importante de una sociedad democrática», opinó Snjezana Milivojevic, una de las más destacadas analistas de medios de comunicación locales.
«Existe una respetable y prometedora familia de medios independientes, pese a la represión de los últimos años, que tienen credibilidad para plantear discusiones sobre el pasado, las guerras, los crímenes y las responsabilidades, como un medio de asegurar que lo ocurrido no se repetirá», indicó.
«La prensa independiente puede realizar una contribución decisiva al establecimiento de una esfera pública, y facilitar el proceso de transición de los medios de comunicación, mediante el apoyo al profesionalismo periodístico», añadió.
La nueva ministra serbia de Información, Biserka Matic, recordó a los medios locales que deben criticar a las nuevas autoridades y decir a los políticos que no intenten ejercer influencia sobre quienes información.
Matic perdió su trabajo en Politika hace años por disentir con la política bélica de Milosevic.
«En el futuro, el periodismo deberá ser autónomo y responsable», subrayó Matic, quien agregó que encabezará en forma personal la columna de los medios independientes que demandan la devolución de «todo lo que les robaron en los últimos años».
En los últimos dos años, desde la aprobación de una criticada Ley de Información en Serbia, se aplicaron 66 multas a medios de comunicación independientes, por un valor total de más de 2,5 millones de dólares.
Matic apoyó la demanda presentada por la Asociación de Periodistas Independientes de Serbia y la ANEM para que se imponga una moratoria a inversiones extranjeras en los medios que estuvieron cercanos al régimen de Milosevic.
Una firma austríaca adquirió hace poco parte de TV Rosa, un canal de televisión dedicado a programas de entretenimiento cuyo propietario es amigo de Markovic, y la emisora de televisión TV Kosava, propiedad de Marija Milosevic, hija del ex presidente y de Markovic, buscando en la actualidad un inversor foráneo.
Matic dijo que confiaba en que los extranjeros «sean duchos en el mercado y estén al tanto de la forma en que nacieron algunas emisoras de televisión».
Opositores a Milosevic denunciaron que TV Rosa y TV Kosava fueron financiadas mediante lavado de dinero de JUL, que usó su poder en el gobierno para monopolizar operaciones de contrabando durante el período de sanciones económicas internacionales contra Yugoslavia. (FIN/IPS/tra-eng/vpz/da/ego/mp/ip/00)