El premio humanitario más importante del mundo, dotado con un millón de dólares y creado por el fundador de la cadena de hoteles Hilton, se destinará este año a construir un albergue para niños pobres de Nicaragua, se anunció hoy en esta capital.
El albergue, que se llamará «Centro de Crisis Conrad Hilton», estará en pleno centro de Managua, donde actualmente se concentran 4.000 niños que trabajan y duermen en las calles.
«Es irónico, pero también es poético», dijo Bruce Harris, director de Casa Alianza, la organización no gubernamental que en octubre recibió en Suiza el premio Conrad N. Hilton, al comentar cómo una de las cadenas de hoteles más poderosas del mundo permitirá construir un hogar para niños de la calle.
Casa Alianza, que recibió el premio Hilton «por sus esfuerzos para aliviar el sufrimiento humano», construirá el centro de atención para niños en un terreno de 6.000 metros cuadrados que la semana anterior le donó el gobierno de Nicaragua.
Allí, trabajadores sociales, psicólogos y activistas de los derechos de la infancia atenderán por año a casi mil niños.
Sin embargo, todavía hay un problema financiero pendiente, pues se calcula que el complejo tendrá un costo total de 1,3 millones de dólares, por lo que los miembros de Casa Alianza esperan recaudar a través de nuevas donaciones los 300.000 dólares restantes.
Esta es la primera ocasión que el premio Conrad N. Hilton, que se otorga anualmente desde 1996, es concedido a una organización de América Latina.
Los cuatro ganadores anteriores fueron las no gubernamentales Operación Sonrisa, de Estados Unidos, el Comité Internacional de Rescate, Médicos Sin Fronteras, de Francia, y la Fundación Africana de Medicina e Investigación.
Casa Alianza, fundada hace casi 20 años, tiene oficinas en México, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, donde procura alimentar y rehabilitar a niños pobres a través de programas sociales y familias adoptivas.
La semana pasada, la directora del Premio Hilton, Judy Miller, viajó junto con Harris por todos los centros de atención de Casa Alianza en México y América Central, para determinar las necesidades prioritarias de la organización humanitaria y establecer dónde se invertiría el millón de dólares.
«Decidimos invertir el dinero en un solo país para que el impacto sea mayor, por eso escogimos Nicaragua, que es una nación donde el problema de la niñez en las calles francamente nos tiene asustados», indicó Harris.
De acuerdo con estudios recientes elaborados por la Comisión para la Defensa de los Derechos Humanos en Centroamérica (Codehuca), el problema de los niños de la calle en Honduras y Nicaragua ha aumentado a raíz de los estragos que provocó el huracán Mitch, que afectó al istmo en noviembre de 1998.
Estas investigaciones de Codehuca muestran que la mayoría de los niños que viven en las calles centroamericanas tienen entre 10 y 17 años, de los cuales el 25 por ciento son niñas.
«En Nicaragua, combatir este problema es una labor titánica», dijo a IPS Zelmira García, directora de Casa Alianza en Managua.
Los problemas económicos que viven las familias nicaragüenses está empujando a muchos niños rurales a viajar solos hacia las ciudades en busca de trabajo, «pero como no encuentran salida a sus problemas muchos recurren a oler pegamento, una forma de adicción con la cual buscan olvidarse del hambre», añadió.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que en América Latina hay 40 millones de niños que tienen que ganarse el sustento en las calles. En Nicaragua, el 20 por ciento de niños y niñas menores de 15 años deben trabajar para sobrevivir.
Los gobiernos centroamericanos deben invertir más en la infancia, dijo García, pues sólo en Nicaragua hay actualmente 20.000 niños que están en alto riesgo de convertirse en niños abandonados o en pequeños delincuentes y adictos.
Casa Alianza tiene una página web (www.casa-alianza.org) donde brinda información detallada de sus actividades y de su combate contra la pobreza y la marginación de la niñez. (FIN/IPS/nms/ag/hd/00