Italia se propone contribuir en el trienio 2001- 2003 con el objetivo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de reducir en los próximo 15 años 50 por ciento de la extrema pobreza en el mundo.
El nuevo plan de la Cooperación para el Desarrollo del Ministerio de Relaciones Exteriores italiano, para ayudar a las personas que sobreviven con menos de un dólar diario, cuenta con un fondo inicial de 125 millones de dólares y contempla seis metas básicas.
Las tres primeras refieren a la lucha por alcanzar antes de 2015 que 100 por ciento de los niños concurran en forma habitual a la escuela, intentar para 2005 el acceso igualitario de las niñas a la educación primaria y secundaria, y reducir en dos tercios la mortalidad infantil en los próximos 15 años tomando como base 1990.
A esos objetivos se agrega la reducción en tres cuartos para 2015 de la mortalidad materna registrada en 1990, el acceso de todas las personas a los servicios sanitarios antes de 2015, y el diseño de estrategias de desarrollo sustentable en los próximos cinco para evitar el derroche de recursos naturales.
La pobreza absoluta disminuyó en los años 90 de 29 a 24 por ciento de la población mundial, pero el número de pobres aumentó por el incremento de la población.
Los mejores resultados se obtuvieron en China y en el resto de Asia oriental, donde la pobreza bajó de 28 a 15 por ciento de los habitantes, y en Asia meridional, de 44 a 40 por ciento.
Más modesta fue la reducción en Africa subsahariana, donde la cantidad de pobres pasó de 48 a 46 por ciento de la población, y en América Latina, que pasó de 17 a 16 por ciento.
La situación es estacionaria en Medio Oriente y en Africa del Norte, que se redujo dos por ciento, y en proceso de deterioro en los países que conformaron la Unión Soviética hasta comienzos de los años 90.
En la actualidad, unas 1.200 millones de personas viven en condiciones de pobreza absoluta en el mundo, problema que afecta en especial a Africa, India y en medida menor a América Latina.
El objetivo que se ha propuesto la ONU de reducir a la mitad la pobreza mundial en los próximos 15 años es ambicioso, pero no imposible, según un estudio de la Cooperación para el Desarrollo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia.
Las perspectivas en India y en América Latina son relativamente menos difíciles, aunque la situación es más seria en Africa.
El programa de la Cooperación para el próximo trienio se centrará en proyectos de lucha a la pobreza, con un fondo inicial de 125 millones de dólares, que será consolidado más adelante con otros 100 millones de dólares.
Las iniciativas se articularán en programas a desarrollar distintas zonas como América Central, Magreb, Medio Oriente, Cuerno de Africa, Sahel, Africa Austral e India.
Uno de los aspectos más importantes de la lucha contra la pobreza programada por Italia pasará por la condonación de la deuda externa de los países más pobres altamente endeudados, con la condición de que los beneficiados adopten una estrategia específica en la materia.
Respecto de los países de medianos ingresos, la cooperación italiana convertirá la deuda en créditos destinados a programas de protección ambiental y de desarrollo socioeconómico.
El primer acuerdo piloto de este tipo se firmó con Marruecos por unos 100 millones de dólares, y se realizan contactos con otros países.
Italia persigue una estrategia de fuerte integración de sus actividades con las de las agencias de la ONU, el Banco Mundial y las entidades financieras de integración regional en Africa, los Balcanes y en América Latina.
Esta estrategia superó ampliamente a la de otros países donantes. Cerca de 60 por ciento de las intervenciones de la cooperación italiana se realizaron en colaboración con organismos multilaterales.
El documento destaca que la colaboración italiana ha jugado un papel muy importante en los últimos tres años.
Los fondos para financiar programas promovidos por organizaciones no gubernamentales italianas han aumentado de 16 millones de dólares en 1998 a 30 millones de dólares en 1999 y a 40 millones de dólares en 2000. Para 2001 se prevé mantener esta cuota.
Sin embargo, el estudio admite que el volumen de la asistencia de Italia, que representa 0,15 por ciento del producto interno bruto, es inferior al del resto de los países miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que en promedio es de 0,24 por ciento.
Roma ha prometido aumentar los fondos, y que en 2002 serán concentrados en 80 por ciento en los Balcanes, Medio Oriente (territorios palestinos, Jordania, Siria y Líbano), Africa septentrional (Egipto, Túnez, Argelia, Marruecos), Cuerno de Africa, China e India.
El 20 por ciento restante será para financiar las iniciativas en América Latina, Africa occidental y en Asia.
Mario Gay, presidente del COCIS, organización que reúne a 32 grupos no gubernamentales y que tiene en ejecución unos 1.000 proyectos en 70 países, calificó de positivo que por primera vez se hiciera una programación sin previsión de recorte de fondos.
Italia sigue teniendo un porcentaje demasiado alto de ayuda multilateral y dijo que «no está para nada seguro que las «grandes acciones» de integración regional sean tan exitosas y más eficientes que otras formas de cooperación, como la bilateral, comentó.
A Gay le llamó la atención que la ley sobre la cancelación de la deuda externa aún no haya sido reglamentada, por lo cual existe el peligro de que quede sin efecto. (FIN/IPS/jp/dm/dv/00