El presidente de El Salvador, Francisco Flores, fue esta semana el último de una serie de mandatarios latinoamericanos que visitaron España en 30 días en busca de inversiones y de promoción de vínculos con la Unión Europea (UE).
Precedieron a Flores el argentino Fernando de la Rúa, en visita oficial, el brasileño Fernando Henrique Cardoso, quien acudió a recibir un premio internacional y un doctorado honoris causa, y el paraguayo Luis González Macchi, que aprovechó una visita privada para entrevistarse con empresarios españoles.
El presidente electo de México, Vicente Fox, también estuvo en Madrid para establecer contacto, al igual que Fernando de Trazegnies, el canciller de Perú.
De Trazegnies, además de las actividades diplomáticas de rigor, se reunió el martes con empresarios y asistió a la constitución del Comité Hispano-Peruano de las Cámaras de Comercio.
En Perú no hay riesgo político para los inversores extranjeros, dijo el ministro a los empresarios españoles, y aprovechó la oportunidad para informarles de que el 8 de abril se celebrarán elecciones generales y que el traspaso de poderes se realizará el 28 de julio.
En su país, añadió, la inestabilidad política se está superando en camino a una transición democrática.
Perú, dijo, solucionó el problema del terrorismo, redujo la inflación de 7.600 por ciento en 1990 a 3,8 por ciento en 2000, creó cuatro millones de empleos, mejoró los sistemas educativo y sanitario y tiene 37 por ciento de su población en condiciones de pobreza frente a 57 por ciento de 10 años atrás.
El gobierno peruano dará un nuevo impulso a su política de desregularización y privatizaciones, que comenzará con la enajenación del aeropuerto de Lima, de las carreteras y del gas. Agua potable y petróleo son otros sectores en que se fomentarán las privatizaciones, agregó De Trazegnies.
El salvadoreño Flores y el presidente del gobierno español, José María Aznar, previeron una colaboración activa entre ambos países para el primer semestre de 2002. En ese periodo, Flores será el coordinador del Grupo Centroamericano de países y España ejercerá la presidencia de turno de la UE.
Esa coincidencia debería ayudar a reforzar las relaciones entre los dos bloques, en especial las económicas.
El brasileño Cardoso también se refirió a las relaciones de América Latina con la UE al recibir el 27 de octubre el premio Príncipe de Asturias de Cooperación, en Oviedo, 400 kilómetros al norte de Madrid.
Cardoso subrayó entonces que en 1999 se gastaron unos 300.000 millones de dólares para proteger la agricultura de los países industrializados, entre ellos los europeos, y subvencionar sus exportaciones en ese sector.
«¿No es acaso este proteccionismo una de las mayores causas de la desigualdad de renta entre los países? ¿No es ésta una de las causas de la persistencia de la pobreza?», preguntó. «Esta forma de proteccionismo hiere tanto a las reglas de la economía como a los principios de la justicia social», agregó Cardoso.
En su discurso, el mandatario brasileño fue el único entre sus pares latinoamericanos que visitaron España en los últimos 30 días que cuestionó el proteccionismo europeo y propuso alternativas.
Todos los demás pusieron el acento en la atracción de inversiones, actitud que también adoptó Cardoso.
Un centenar de empresarios españoles, convocados por el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, pidieron a De la Rúa que inyecte dinamismo a la economía de su país, mediante «la aplicación de políticas económicas activas».
«La situación actual de la demanda interna argentina está paralizando las decisiones de inversión de las empresas españolas», dijeron. Argentina es el país latinoamericano con mayores inversiones españolas. (FIN/IPS/td/mj/ip if/00