ECONOMIA: Cepal propone nueva arquitectura financiera mundial

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) propuso hoy una nueva arquitectura financiera mundial, tras advertir la inusitada frecuencia de las crisis y la debilidad de la capacidad de los estados para supervisar y regular los movimientos de capitales.

El planteamiento está contenido en un informe denominado «Crecer con estabilidad», presentado este jueves durante la Consulta Regional sobre Financiamiento del Desarrollo, que se realiza en Bogotá con la participación de representantes de gobiernos y de organismos financieros multilaterales.

El documento, difundido por las oficinas centrales de Cepal en Santiago de Chile, señala como primer componente de esta nueva arquitectura financiera la «coherencia en las políticas macroeconómicas de las principales economías mundiales».

En segundo término, la comunidad internacional debe propiciar el «desarrollo de una institucionalidad financiera que perevenga la acumulación de riesgos financieros excesivos».

Como tercer y último aspecto de lo que caracteriza como «bienes públicos» para evitar las crisis recurrentes, Cepal propone crear a nivel mundial una «capacidad de respuesta oportuna frente a las amenazas a la estabilidad financiera internacional».

El reordenamiento de las finanzas internacionales es uno de los requisitos básicos para que la región de América Latina y el Caribe pueda sentar bases sólidas para el desarrollo económico y social.

La región debe crecer a un ritmo de seis por ciento anual para disminuir la pobreza a una «velocidad deseable» y reducir la brecha de ingresos respecto de los países industrializados, indica el informe.

Las tasas de inversión anual requeridas para este efecto son de 26 a 28 por ciento del producto interno bruto (PIB), es decir de cuatro a seis puntos más del PIB que los promedios de la década del 90, advierte la agencia regional de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El mayor acceso al financiamiento externo facilitó en la última década los avances en la gestión macroeconómica, la reducción de la inflación y la recuperación parcial del crecimiento económico en los países de América Latina y el Caribe, señala el informe.

Pero los fenómenos de volatilidad y contagio ante temores de crisis, característicos de los mercado financieros en la hora actual, expusieron a la región a una nueva vulnerabilidad.

«La inestabilidad se originó en factores externos a los fundamentos económicos de los países y se agudizó por la inadecuada gobernabilidad del sistema financiero mundial», señala Cepal.

La inusitada frecuencia de las crisis financieras nacionales refleja el carácter «procíclico» de las políticas macroeconómicas, así como la debilidad de los marcos de regulación y supervisión de los sistemas financieros de los países.

«Salvo contadas excepciones, los países latinoamericanos y caribeños no alcanzaron (en los años 90) niveles de ahorro e inversión que permitieran sostener altos ritmos de crecimiento económico», según el diagnóstico de Cepal.

En un informe anterior, la agencia de la ONU señaló que la tendencia al crecimiento de la región al comenzar la década se vio interrumpida por el denominado «efecto tequila», que irrumpió entre 1993 y 1994.

Una vez controlados los efectos de la turbulencia financiera desatada en México, se inició una fase de recuperación, interrumpida a su vez en 1998 por el impacto de la crisis asiática, de la cual la región sólo comienza a recuperarse este año, tras el estancamiento del PIB latinoamericano en 1999.

En «Crecer con estabilidad», Cepal postula el fortalecimiento del sistema financiero internacional de manera de prevenir y administrar las próximas crisis.

La agencia de la ONU plantea que se debe lograr un acceso más adecuado de los países a los mercados financieros internacionales, además de elevar dentro de ellos el ahorro y la inversión, canalizando adecuadamente sus recursos.

«El aumento de la inversión debe ir acompañado de una expansión del ahorro nacional» para no acentuar la vulnerabilidad que implican los mayores flujos de capitales externos, y ésta es una tarea, según Cepal, tanto de las empresas como de las familias y el sector público.

«Las crisis financieras son efecto de una excesiva afluencia previa de capitales externos, pero el comportamiento de los agentes nacionales y la política macroeconómica de los países receptores suelen acentuar los desequilibrios causados por los agentes financieros externos», indica el documento.

Las últimas crisis demuestran que las respuestas oficiales quedan rezagadas ante el desarrollo de los mercados y que la capacidad del Fondo Monetario Internacional (FMI) para proveer recursos durante estas crisis es muy limitada.

Es por ello que en su propuesta Cepal sugiere igualmente ampliar de manera considerable los recursos del FMI para que pueda proteger de ataques especulativos a los países con «buenos fundamentos» económicos e impedir la propagación por contagio de las crisis.

El FMI debería restringir la condicionalidad de sus programas de asistencia a la política macroeconómica y a los temas de estabilidad financiera, y revertir su tendencia a extenderla a los ámbitos de la estructura económica y social, recomienda el informe de Cepal. (FIN/IPS/ggr/ag/if/00

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