DERECHOS HUMANOS: Al rescate de 120.000 timorenses abandonados

Una organización humanitaria con sede en Londres urgió a la ONU a rescatar a casi 120.000 timorenses orientales que viven «en condiciones pavorosas» como refugiados en Timor Occidental, Indonesia.

La apelación fue realizada por Oxfam International en la víspera de la llegada este jueves a Timor Oriental de una delegación del Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).

La visita, que durará cuatro días, fue decidida principalmente debido al asesinato de tres trabajadores del foro mundial en Atambwa, Timor Occidental, el pasado septiembre.

«El Consejo de Seguridad tiene la capacidad necesaria para resolver los problemas que azotan a esos refugiados desde hace demasiado tiempo», resaltó Phil Twyford, de Oxfam.

En agosto de 1999, Timor Oriental se pronunció a favor de la independencia de Indonesia, que la había ocupado en forma sangrienta en 1975.

El resultado del referendo dio lugar a una ola de asesinatos y destrucción perpetrada por milicias proindonesias respaldadas por el ejército, que causó el desplazamiento de 75 por ciento de la población, principalmente hacia Timor Occidental.

Investigaciones de Oxfam revelaron que las milicias todavía ejercen una influencia considerable en los campamentos de refugiados de Timor Occidental, donde impiden la salida y amenazan a aquellos que desean irse, afirmó Twyford.

«Todavía hay un fuerte vínculo entre los paramilitares y el ejército indonesio, aun cuando éste tiene el cometido de desarmar a las milicias», agregó.

Por lo tanto, dijo Twyford, la ONU debe trabajar junto al gobierno indonesio para poner fin a este «reino del terror», desintegrar las milicias, detener el suministro de armas a Timor Occidental y llevar a los responsables de intimidaciones y asesinatos ante la justicia.

«La restauración de la seguridad es esencial, tanto para los refugiados como para las agencias humanitarias que desean volver a trabajar allí», añadió.

La titular del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Sadako Ogata, se manifestó «profundamente preocupada» por la situación de los refugiados timorenses orientales.

Durante el año, explicó, agencias humanitarias de la ONU trabajaron en condiciones «horrendas» para tratar de repatriar a 170.000 refugiados, en vista de las persecuciones y la violencia de los paramilitares indonesios opuestos a la independencia de Timor Oriental.

Cuando tres funcionarios de ACNUR fueron asesinados en septiembre, la agencia se vio obligada a abandonar a unos 120.000 refugiados.

«Muchos elegirían la repatriación, y todos precisan una solución. Pero no podemos regresar hasta que las autoridades desarmen y desintegren a las milicias, y detengan y juzguen a los asesinos de nuestros colegas», declaró Ogata.

La funcionaria manifestó esperanza en que la misión del Consejo de Seguridad a Timor Oriental «ayude a exponer esas condiciones, para poder ayudar a esos refugiados».

Pero aquellos refugiados que elijan volver a Timor Oriental se encontrarán con una economía devastada debido a la violencia estallada en agosto de 1999. Las reservas de alimentos y el ganado fueron saqueados o destruidos, y hay una grave escasez en todo el territorio.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, señaló en un informe publicado el miércoles que la destrucción de infraestructura pública y privada también se refleja en el deterioro de la mayoría de los centros de salud pública de Timor Oriental.

Además, el desplazamiento de población dejó al sector de la salud desprovisto del personal necesario.

Ese vacío fue llenado por 15 organizaciones no gubernamentales y organizaciones de socorro como la Cruz Roja, y también por agencias de la ONU como ACNUR y Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia).

Los más afectados por la violencia han sido los niños, que continúan sufriendo el trauma psicológico de su exposición al conflicto, afirmó Annan.

Las dificultades, agregó, se resolvieron en parte por la rápida respuesta de los donantes.

«Con esos recursos, la comunidad humanitaria internacional pudo brindar la ayuda necesaria para prevenir el deterioro de la salud de la población», dijo el secretario general.

Una conferencia de donantes internacionales realizada en Tokio en diciembre prometió 522 millones de dólares para Timor Oriental, 149 de ellos para asistencia humanitaria y 373 para actividades de desarrollo.

Esa cantidad, sin embargo, dista mucho de los 878 millones considerados necesarios para la reconstrucción del territorio en un período de tres años. (FIN/IPS/tra-en/td/da/mlm/td/da/pr-hd/00

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe