CUBA-EEUU: A un año de Elián, Jonathon hace un viaje a la inversa

El litigio por la custodia de un niño vuelve a afectar las relaciones entre Cuba y la comunidad cubana en Estados Unidos, cuando este sábado se cumple un año del comienzo del caso del niño náufrago Elián González.

En los dos casos, un menor de cinco años cruzó el estrecho de Florida sin permiso de uno de sus padres. Pero ahora, el destino no era Estados Unidos, sino Cuba.

Arletis Blanco y su hijo Jonathon Loren Colombini buscaron refugio en Cuba, procedentes de Estados Unidos. Hicieron el viaje a la inversa que miles de personas que cada año se lanzan al mar en embarcaciones rústicas o pagando unos 8.000 dólares a los traficantes de emigrantes.

«Yo no estoy muerta. Yo estoy viva y muy dispuesta a luchar por mis hijos, los dos», dijo Blanco a la prensa extranjera acreditada en Cuba al rechazar cualquier similitud entre el caso de su hijo y el de Elián.

Johathon, reclamado por su padre en Estados Unidos, ingresó ilegalmente a Cuba junto a su madre el 12 de este mes. También llegaron la otra hija de Blanco, Jessica Lemus, su actual esposo, Agustín Lemus, y un primo de éste, Yuriel León Lemus.

La suerte acompañó en este caso a todos los viajeros. Hace casi un año, Elián fue uno de los tres sobrevivientes del naufragio de una endeble embarcación, en el cual murieron 11 personas, entre ellas la madre del niño, Elizabeth Brotons.

Entregado a un tío abuelo en Miami y reclamado en Cuba por su padre, Juan Miguel González, el pequeño fue el centro de una batalla legal y política en la que participaron, además de los familiares, el gobierno cubano y los sectores más radicales del exilio, que terminó con su retorno a la isla en junio pasado.

Ante el nuevo caso, La Habana aseguró su disposición a ofrecer las facilidades necesarias para tramitar cualquier reclamo relacionado con un niño traído a Cuba por uno de sus padres sin el consentimiento del otro.

Blanco manifestó a los periodistas su sorpresa por el reclamo de su ex esposo y padre del menor, el ciudadano estadounidense John K. Colombini, pues aseguró que «no se ocupaba de Jonathon».

«No esperaba un reclamo del padre. Para que el padre le pudiera dar un plato de comida al niño yo lo tuve que llevar a Corte e inclusive está debiendo como 7.000 dólares de pago de cuota», dijo Blanco, quien se encuentra con sus hijos en casa de unos familiares en Pinar del Río, a 140 kilómetros de La Habana.

Blanco está parando en casa de la familia de su esposo, quien se encuentra detenido en Pinar del Río junto a su primo y están siendo investigados, según una nota oficial publicada por el diario Granma, órgano del Partido Comunista de Cuba.

La mujer, quien fue llevada a Estados Unidos por sus padres en 1980 cuando tenía ocho años, aseguró que en Cuba se sentía feliz y estaba tranquila, gracias al amor de la familia y a que todo el mundo la ayuda.

El grupo se presentó voluntariamente en una estación de Policia de la localidad de Bahía Honda, para notificar su entrada ilegal al país, dice la nota publicada por Granma.

Blanco habría dicho a las autoridades que al padre se le había retirado la custodia del niño por alcohólico y que la decisión de regresar a Cuba estuvo motivada en amenazas de muerte recibidas por sus empleadores de Florida.

La versión oficial, sobre la cual Blanco prefirió guardar reserva, asegura que la mujer fue sorprendida cuando grababa una conversación sobre una supuesta venta de petróleo a un barco de Movimiento Democracia, una organización de exiliados cubanos.

Las ganancias de la operación no ingresaban en caja sino que servían para financiar la compra de armas y explosivos para las operaciones militares contra Cuba de otro grupo de exiliados, Alpha 66, un hecho que Blanco habría querido probar.

Blanco, quien habría descubierto la falta de 150.000 dólares, grababa las conversaciones para tener pruebas de los malos manejos financieros en la compañía JS, cuyo dueño, Juan Emilio Suárez, estaría vinculado a Alpha 66, según la nota.

En tanto, el presidente de Alpha 66, Andrés Nazario Sargén, negó este viernes que conociera a Suárez y que el empresario esté registrado como miembro de esa organización.

«Nuestros fondos provienen de donativos individuales y colectas organizadas, y nos aseguramos de que su procedencia sea enteramente limpia», afirmó Sargén al diario El Nuevo Herald de Miami.

Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia, también negó cualquier vinculación con la compañía JS y opinó que, con esta historia, Cuba pretende «manipular a la opinión pública y desacreditar la estrategia no violenta» de su organización.

El Movimiento Democracia organiza desde 1996 flotillas que se acercan a la isla, por aire y mar, para manifestar contra el gobierno de Fidel Castro.

Blanco aseguró que no le negará a su ex esposo que vea a su hijo. «Su padre puede venir aquí (Cuba) mañana, si quiere, porque no se lo van a impedir y él lo sabe», afirmó.

«Las autoridades cubanas están en disposición de brindar todas las facilidades necesarias para tramitar cualquier reclamación que se presente y el correspondiente litigio, a fin de que el problema pueda resolverse lo más rápidamente posible», dice la nota publicada por Granma. (FIN/IPS/da/ag/ip/00

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