La cultura de paz y la reconciliación son necesarias en los países andinos y los medios de comunicación deben jugar un papel protagónico, coincidieron en indicar comunicadores de la subregión, reunidos en esta capital.
«Los medios tendrían que cumplir hoy un papel pedagógico para contribuir con una cultura democrática, de convivencia y solidaridad social», dijo a IPS el investigador peruano Rolando Pérez, vicepresidente en América Latina de la Asociación Mundial de Comunicación Cristiana (WACC).
La WACC reunió en Quito entre el 1 y 4 de este mes a una veintena de comunicadores de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela para debatir sobre la cultura de paz, la reconciliación y el papel de la comunicación.
Los participantes dejaron en evidencia que a pese a los matices y condiciones específicas, en la subregión se viven situaciones de gran conflictividad, que van desde el histórico enfrentamiento armado en Colombia hasta la actual crisis política en Perú, así como las recientes jornadas de protesta en Bolivia.
Pérez, quien dirige en Lima el Instituto de Estudios de la Comunicación, aseguró que la difícil situación política peruana ha dejado al descubierto que junto con la crisis política, se está en presencia de una crisis moral y ética.
El presidente Alberto Fujimori y la organización guerrillera Sendero Luminoso impusieron en Perú que «el fin justifica los medios», afirmó el vicepresidente de WACC.
En su, estas formas de actuar han marcado la cultura política y la interacción social en Perú, por lo que prevé que sigan estando presente aunque Fujimori abandone el gobierno y el poder militar Sendero Luminoso se encuentre mermado.
«Los medios peruanos tienen ahora un papel muy importante, tienen la posibilidad de legitimar a actores que deben estar presentes en el proceso de transición y ayudar a la gente, que en los últimos años ha perdido la capacidad de distinguir entre las actitudes correctas y las corruptas», indicó.
El sacerdote boliviano Gregorio Iriarte, autor de una serie de libros sobre análisis crítico de la realidad y el rol educativo de los medios de comunicación, dijo a IPS que en Bolivia una cultura de paz sólo podría lograrse con mayor equidad social.
«El modelo económico vigente, neoliberal, que ha hecho aumentar el número de excluidos y marginados, rompe con la paz social, con la posibilidad de una convivencia pacífica», recalcó.
Las recientes jornadas de protesta en Bolivia «fueron no sólo una demostración violenta contra el gobierno, sino contra la institucionalidad», producto de «una grave situación económica que afecta las necesidades más básicas de la población», añadió.
Al referirse al papel de los medios de comunicación en la presente coyuntura, Iriarte indicó que en la prensa escrita existe consenso de que deben realizarse reformas, tanto en el plano económico como en la propia Constitución, para pasar de una democracia representativa a una participativa.
La colombiana Alma Montoya, de la organización ComunicArte, resaltó el papel de los medios de comunicación comunitaria para alcanzar una paz verdadera y la reconciliación en su país.
«Trabajamos entre una población despedazada y amenazada por paramiilitares, ejército y guerrilla, la gente tiene miedo de hablar porque su vida corre riesgo», comentó.
«En algunas experiencias de radio nos dicen que no quieren hacer programas informativos, de noticias, sencillamente porque quieren salvar sus vidas», dijo Montoya, con amplia trayectoria en experiencias populares de comunicación en Ecuador y Colombia.
La coordinadora de ComunicArte, una entidad creada para apoyar a comunidades rurales en experiencias de comunicación, puntualizó que las radios comunitarias están sirviendo de puente entre miembros de las familias separadas por el conflicto armado.
La posibilidad de una cultura de paz y reconciliación en su país están seriamente amenazadas por la aplicación del Plan Colombia, impulsado por Estados Unidos, afirmó.
«Nos están haciendo creer que la lucha es contra la coca, pero en realidad estamos ante un plan militarista que tendrá incidencia y consecuencias directas para los países vecinos», aseguró.
En el encuentro subregional de comunicadores de la WACC, delegados de Ecuador y Venezuela indicaron que en sus países se viven momentos de tensión social y política.
En el caso ecuatoriano la situación se relaciona con la dolarización de la economía y las demandas insatisfechas del movimiento indígena, mientras que en Venezuela se debate sobre los métodos del gobierno para un proceso de participación de la sociedad civil y la reforma del movimiento sindical.
La cuestión de la cultura de paz y la reconciliación viene siendo abordada por la subregión andina de la WACC en los últimos años.
En Quito, por ejemplo, los participantes subrayaron la plena vigencia de una declaración suscrita hace dos años en Bogotá, en la cual se constataba que los medios no están favoreciendo este proceso y que además hace falta un «ejercicio democrático de la comunicación». (FIN/IPS/ac/ag/cr ip/00