COLOMBIA-VENEZUELA: Pastrana evalúa relaciones

El presidente de Colombia, Andrés Pastrana, analizó hoy con el embajador en Venezuela el estado de las relaciones bilaterales, afectadas por la participación de guerrilleros en un seminario organizado por el Parlamento Latinoamericano.

El malestar surgió el miércoles a raíz de la presentación de Olga Marín y Rafael Herrera, representantes internacionales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor fuerza guerrillera del país, en un foro oficial programado por la sección venezolana del Parlamento Latinoamericano.

El foro tenía como objetivo debatir el Plan Colombia y su impacto sobre los países vecinos.

El embajador en Venezuela, Germán Bula, se reunió este lunes durante varias horas con Pastrana y el canciller Guillermo Fernández.

Aunque no se informó a la prensa sobre el contenido de la reunión, el llamado a consulta de un embajador suele ser la antesala para la presentación oficial de una nota de protesta por parte del gobierno colombiano.

El llamado del embajador recibió amplio respaldo de parlamentarios colombianos que responsabilizaron al gobierno de Hugo Chávez del deterioro de las relaciones entre los dos países.

La critica más fuerte la formuló el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Manuel Velásquez, quien aseguró que Chávez «es un peligro para la región» por su actitud permisiva con la guerrilla.

La réplica del mandatario venezolano no se hizo esperar. Lo que ocurre en Colombia es que «una rancia oligarquía, heredera de aquella misma que conspiró contra el proyecto bolivariano (…) no quiere la paz, y no representa la opinión del pueblo», dijo Chávez.

«La actitud del impredecible del mandatario venezolano es cada vez más incómoda, como lo es la de su canciller (José Vicente) Rangel», comentó el domingo el diario El Espectador de Bogotá.

Marco Romero, de la estatal Universidad Nacional, dijo a IPS que la actitud de Chávez responde a su interés en un manejo «neutral con garantías para que en Venezuela se puedan realizar acciones relacionadas con la paz de Colombia».

Caracas ha sido sede de varios encuentros de representantes del gobierno y del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda fuerza guerrillera de Colombia.

Venezuela no es el único país preocupado por el Plan Colombia, ya que otros países vecinos han expresado «temores por las consecuencias que va a generar en sus fronteras», afirmó el experto.

Perú, Ecuador, Panamá y Brasil han manifestado reservas con el desplazamiento de población que producirá la aplicación del Plan de Pastrana.

Y unas 60 organizaciones no gubernamentalesde Colombia, Estados Unidos y Europa condenaron el aporte de 1.300 millones de dólares de Washington para el Plan Colombia, que contempla el fortalecimiento militar para la lucha contra el narcotráfico, por considerar que agravará la guerra, causará desplazamiento de campesinos y afectará la biodiversidad y la salud humana.

Bogotá y Washington han considerado justificadas las reservas de los países vecinos y anunciaron que hay recursos para atender a esa posible población desplazada.

Los temores por la escalada de la guerra ya han comenzado a sentirse en Ecuador, hacia donde se desplazaron desde septiembre 17.000 personas, según informes de los organismos de seguridad, a causa de los enfrentamientos entre paramilitares y guerrilleros en el departamento de Putumayo, principal productor de coca.

Brasil anunció en agosto la instalación de bases de control en siete ciudades fronterizas para impedir el ingreso de guerrilleros, campesinos y narcotraficantes colombianos que podrían producirse con la aplicación del Plan Colombia.

El ex canciller Rodrigo Pardo expresó que el foro de Caracas en el que participaron representantes de las FARC es el último incidente de larga cadena que ha creado una enorme desconfianza de parte de Colombia hacia Chávez.

Un ejemplo fue la intervención de Chávez en la X Cumbre Iberoamericana celebrada el viernes y sábado en Panamá, en la que aseguró que Colombia vivía una «guerra civil».

El mandatario venezolano debió presentar excusas públicamente luego que Pastrana le respondiera que el conflicto interno que vive su país dista mucho de ser una guerra.

Así mismo, el miércoles, el comandante de la Guardia Nacional de Venezuela, general Gerardo Briceño, canceló una reunión que debía tener en Bogotá con su homólogo colombiano, Luis Gilibert, para estudiar acciones conjuntas contra la delincuencia.

Según Briceño, el aplazamiento se debió a que debía ponerse al frente de la emergencia originada por las lluvias que afectan la parte noroccidental de Venezuela. (FIN/IPS/yf/ag/ip/00

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