El empleo fijo cada vez cede más lugar en Canadá al empleo temporal o por contrato, que actualmente constituye un sector de 1.500 millones de dólares, casi reservado a la población femenina o inmigrante.
«Las formas no tradicionales de empleo están expandiéndose y modificando las relaciones laborales», afirmó Leah Vosko, profesora de estudios laborales y ciencia política de la Universidad McMaster, en Hamilton, Ontario.
Vosko es la autora del libro «Trabajo temporal: El crecimiento de una relación laboral precaria», en el cual documenta la creciente preferencia de empresas de alta tecnología, cuidado de enfermos y otras por los empleados contratados.
«Las agencias de trabajo ya no se dedican a ocupar vacantes, sino a proveer personal para departamentos enteros», dice el libro.
La empresa Statistics Canada estimó la proporción de trabajadores temporales canadienses en 33 por ciento.
Aunque dos tercios de los empleos temporales duran entre uno y seis meses, 18,4 por ciento de los contratos tienen un plazo de uno a cinco años, y 12,4 por ciento, de seis años, según Vosko.
El empleo temporal posee algunas ventajas, en especial para estudiantes universitarios como Oswyn Alvares, quien recordó que un trabajo de verano en una firma de telecomunicaciones le permitió seguir con sus estudios y le brindó una valiosa experiencia.
Además, a los trabajadores contratados les gusta la flexibilidad de sus empleos y «tener control sobre lo que hacen y cómo lo hacen», afirmó Sandra Sears, presidenta de la agencia Staffworks, de Toronto.
Sin embargo, las empresas que contratan empleados por períodos limitados lo hacen esencialmente para evitarse gastos de contratación, despido, beneficios sociales y trámites administrativos, sostuvo Vosko.
La mayoría de las agencias no ofrecen beneficios a sus trabajadores temporales, agregó Scott Maclagan, presidente de Maclagan & Associates, una firma que ofrece beneficios para este sector.
Desafortunadamente, no todos los trabajadores pueden costearse la prima, que cuesta 100 dólares al mes por persona o 200 dólares por familia.
Sin embargo, Maclagan opina que estos paquetes de beneficio tienen un enorme potencial de crecimiento, porque «la industria de la colocación de personal es la mayor empleadora de Canadá».
Según Sears, las agencias sufren escasez de trabajadores, pero Tom Beechner, de la agencia Temporary Help Inc., afirmó que la suya consigue sin dificultades mano de obra no calificada, en especial entre la población inmigrante.
Desde 1993, Temporary Help realiza una agresiva campaña publicitaria por correo que ofrece a los empleadores cupones de «trabajo libre».
«Cuando un cliente nos pide personal y presenta ese cupón, se le descuentan 100 dólares de su factura», explicó Beechner.
Pero Vosko señaló que los trabajadores temporales más vulnerables son tratados como mercancía, y que no obstante la publicitada imagen del empleado itinerante calificado y bien remunerado, la realidad es que la mayoría recibe salarios bajos.
Mientras los oficinistas permanentes de tiempo completo reciben casi 13 dólares por hora, sus colegas temporales cobran apenas 7,6 dólares, afirmó la autora.
En sus investigaciones para el libro, Vosko descubrió que una gran proporción de inmigrantes recientes bien preparados y no caucásicos termina en empleos temporales porque no logran ingresar a su área escogida por falta de experiencia en Canadá.
Además, muchas agencias se niegan a ofrecer referencias laborales para sus empleados, por lo tanto el trabajo temporal no es un trampolín hacia el empleo permanente, sostiene el libro.
«En reflejo de la división racial del mercado de trabajo canadiense, muchos trabajadores afirman que son colocados en puestos sin perspectivas de estabilidad, dominados por inmigrantes. Incluso los gerentes confirman que colocan juntos a los trabajadores de origen étnico similar», agrega.
Los trabajadores temporales en general no están sindicalizados, y en muchos casos son utilizados como rompehuelgas. Pero un gran sindicato canadiense, United Steelworkers (Trabajadores del Acero Unidos), trata de organizarlos.
En muchas plantas de montaje y depósitos hay una mezcla de empleados permanentes y contratados, señaló Brad James, coordinador de United Steelworkers en Ontario, la provincia más grande e industrializada.
Ambos tipos de empleados pueden ingresar al sindicato, porque «los trabajadores temporales no dejan de ser trabajadores, y las normas laborales no exoneran de responsabilidad a sus empleadores», dijo James. (FIN/IPS/tra-en/pw/da/mlm/lb/00