CAMBIO CLIMATICO: Ministros europeos adoptan posición conjunta

Los ministros de Ambiente de la Unión Europea (UE) adoptaron esta semana una posición conjunta para reducir las emisiones de gases de invernadero, en vísperas de una nueva conferencia internacional sobre cambio climático.

El Consejo de Cambio Climático de la UE comparó por última vez la situación de cada país miembro antes de la Sexta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, a celebrarse en La Haya del 13 al 24 de este mes.

En la tercera conferencia de partes, celebrada en Kyoto en diciembre de 1997, se acordó que los países industrializados debían reducir sus emisiones de gases de invernadero a los niveles de 1990 entre los años 2008 y 2012.

Para la Unión Europea en su conjunto, esa reducción significaría un recorte de ocho por ciento.

El Consejo decidió impulsar la ratificación del protocolo de Kyoto para que entre en vigor en 2002, además de un sistema para vigilar el cumplimiento y sancionar a los infractores, que pagarían multas destinadas a un fondo general, y la rápida transferencia de «tecnologías limpias» a países pobres.

Además, los ministros se propusieron que las fuentes renovables satisfagan 12 por ciento de las necesidades de energía para 2010.

Los gases de invernadero, producidos principalmente por la quema de combustibles fósiles como carbón y petróleo, son considerados responsables del recalentamiento del planeta, causante de graves trastornos climáticos y desastres naturales.

El ministro de Ambiente de Francia, Dominique Voynet, cuyo país ocupa la presidencia rotativa de la UE, declaró el martes que la UE no hará ningún acuerdo que «ponga en peligro la eficiencia ecológica» del protocolo de Kyoto «o no se traduzca en una «disminución real de las emisiones de carbono».

La comunidad internacional aún debe definir importantes detalles de la aplicación práctica del protocolo.

La falta de capacidad de muchos países en desarrollo, la transferencia de tecnología y las políticas de mitigación de los efectos del cambio climático son algunos de los puntos pendientes que la próxima conferencia deberá abordar.

Los países tienen cierto grado de flexibilidad para realizar y medir sus propias reducciones. En particular, se prevé la implantación de un régimen de «intercambio de emisiones» que permitiría a los países industrializados comprarse y venderse «créditos de emisiones» entre ellos.

También podrán adquirir «unidades de reducción de emisiones» al financiar ciertos proyectos en países en desarrollo mediante un mecanismo llamado aplicación conjunta.

Además, un «mecanismo de desarrollo limpio» (MDL) para promover proyectos sustentables en el Sur en desarrollo permitiría a naciones industrializadas financiar proyectos para reducir las emisiones en países en desarrollo y recibir créditos por ello.

Aunque la UE cumpliría con su objetivo de reducción fijando porcentajes diferentes entre sus estados miembros, el Consejo de Cambio Climático destacó que mecanismos como el MDL deben complementar, y no sustituir, los esfuerzos nacionales para recortar las emisiones de gases de invernadero.

En ese marco, la UE propuso un tope al uso de los tres mecanismos para garantizar un equilibrio entre éstos y la acción nacional.

Esta propuesta permitiría a los países industrializados cumplir con la mitad de su reducción asignada mediante los mecanismos y a la vez limitar la utilización de «sumideros» de carbono, como los bosques, para compensar sus emisiones.

Por otro lado, Estados Unidos promueve un uso liberal de los programas de intercambio de emisiones, en particular de los sumideros.

Pero la UE advirtió esta semana que, «como los países industrializados emiten la mayor parte de los gases que provocan el efecto invernadero, tienen la responsabilidad de encabezar la lucha contra el cambio climático».

Para que el Protocolo de Kyoto adquiera fuerza vinculante, requiere la ratificación de al menos 55 signatarios.

Funcionarios europeos ya advirtieron que no esperarán por Estados Unidos, sino que intentarán acuerdos con otras naciones industrializados, como Japón, además de Rusia y países de Europa central y oriental.

Varias organizaciones ambientalistas se reunieron el martes con los ministros de la UE y expresaron su satisfacción general con la posición adoptada.

Martin Rocholl, coordinador político de Amigos de la Tierra/Europa, dijo a IPS que su grupo aprueba la determinación del Consejo de ejercer un papel más importante en la próxima conferencia.

«Sin embargo, estamos en alerta sobre varios asuntos, entre ellos la energía nuclear, que algunos países proponen como un mecanismo de desarrollo limpio para obtener créditos. Esta es una posición absolutamente inaceptable», advirtió Rocholl.

Otra demanda clave de Amigos de la Tierra es que la mayor parte de la reducción de las emisiones de dióxido de carbono se realice a escala nacional con medidas para mejorar la eficiencia de la energía o la introducción de fuentes renovables.

El grupo ambientalista convocó a miles de activistas de toda Europa para una gran movilización en La Haya, donde planean construir una barrera humana alrededor del centro de conferencias para señalar a los líderes mundiales que deben tomarse en serio el cambio climático.

«Europa y otros continentes ya están sufriendo las consecuencias del recalentamiento del planeta. Las últimas inundaciones en Gran Bretaña son un ejemplo claro», destacó Rocholl. (FIN/IPS/tra-en/bk/da/mlm/en/00

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