YUGOSLAVIA: Regocijo en EEUU por levantamiento popular

El gobierno de Estados Unidos elogió el levantamiento popular en Yugoslavia y una vez más solicitó al presidente Slobodan Milosevic que reconozca su derrota electoral y abandone el poder.

Miles de manifestantes invadieron en Belgrado el edificio del Parlamento y la sede de la televisión estatal este jueves, lo cual fue recibido con beneplácito por Washington y analistas independientes que creen inminente el final de Milosevic.

«A Milosevic no le queda poder. Ahora sólo es un hombre muy solo en la cima», dijo Ivo Daalder, experto en los Balcanes del centro de investigación independiente Brookings Institution y ex colaborador del Consejo de Seguridad Nacional del gobierno de Bill Clinton.

El momento crítico tuvo lugar el miércoles cuando la policía se enfrentó a mineros en huelga en el centro de Serbia, una de las dos repúblicas de Yugoslavia. Pero los policías se retiraron cuando miles de manifestantes contra Milosevic se presentaron en el lugar.

Algo similar ocurrió este jueves en Belgrado cuando la policía prácticamente no se resistió a la ocupación de edificios del gobierno ni a las multitudinarias manifestaciones que exigían el cese de Milosevic.

«Parece que la policía ya no le es fiel. Creo que el ejército lo es menos aun», dijo Stojan Cerovic, del diario Vreme, de Belgrado.

«Los comandantes del ejército no tienen interés en disparar contra el pueblo», señaló Daalder, quien agregó que los soldados son en su mayoría reclutas.

En la Casa Blanca, Clinton habló a favor de las protestas. «La gente procura que le devuelvan el país. El candidato opositor evidentemente ganó las elecciones», dijo el presidente en referencia a la presunta victoria del opositor Vojislav Kostunica en los comicios del 24 de septiembre.

Clinton también descartó la posibilidad de una intervención militar estadounidense.

Los dos principales candidatos a la presidencia estadounidense instaron a Milosevic a entregar el poder. «El mundo será un lugar mejor cuando escuche la voz de su gente y abandone su oficina», declaró el gobernador de Texas George W. Bush, del opositor partido Republicano.

«Es hora de que Milosevic se vaya», dijo su rival del partido Demócrata, el vicepresidente Al Gore.

«Mientras Milosevic se quede en el poder, seguirá siendo una amenaza para la paz y la estabilidad de la región. Su gobierno debe terminar», agregó Gore.

Clinton destacó que quería evitar las palabras o actos que dieran fuerza a Milosevic en las circunstancias actuales.

Muchos serbios no olvidan que Estados Unidos estuvo al frente de los bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra Yugoslavia en 1999, debido a la disputa por la provincia separatista de Kosovo. Uno de ellos es Kostunica, el presunto ganador de las elecciones.

Por esa razón, el apoyo de Washington a la oposición ha sido de bajo perfil por temor a dar crédito a Milosevic, quien asegura que defiende a su país contra la intervención de Estados Unidos.

En ese sentido, a lo largo de la campaña electoral Milosevic y sus partidarios intentaron encasillar a la oposición como títeres de Washington y los «agresores de la OTAN».

«Esta no es una elección sino un referéndum, la decisión entre ser un país independiente o una colonia», declaró Ljubisa Ristic, al frente del partido Izquierda Yugoslava Unida, uno de los partidos de la coalición que apoyó a Milosevic en los comicios.

En la campaña electoral, el propio Kostunica hizo hincapié en que nunca aceptó el respaldo político de Estados Unidos y criticó a Washington por su arrogancia de gran potencia.

También insistió en que, como Presidente, no entregaría a Milosevic o sus colaboradores al tribunal de La Haya que juzga los crímenes de guerra de la ex Yugoslavia, al cual considera «un instrumento de la política estadounidense y no del derecho internacional».

No obstante, Washington claramente prefiere a Kostunica y considera sus declaraciones como una necesidad política dado el desencanto serbio con Estados Unidos y Occidente en general.

De hecho, Washington no se limitó a brindar apoyo moral a la oposición serbia, sino que distribuyó 25 millones de dólares a medios de prensa, partidos políticos y organizaciones no gubernamentales el año pasado.

Gran parte de la ayuda se coordinó con asistencia similar de los aliados de Washington en Europa.

En el pasado, este tipo de ayuda fue proporcionada durante la guerra fría en forma encubierta por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) por la vía de imprentas, computadoras y otros materiales de oficina, la capacitación de activistas políticos y la financiación de consultores políticos.

Washington solicitó al Congreso que apruebe 50 millones de dólares más para un programa similar el año próximo. Hasta el momento no se descubrió ningún tipo de ayuda encubierta a la oposición yugoslava.

Aunque no hay indicios de que Kostunica haya recibido ayuda directa, uno de los evidentes benefiarios ha sido Zoran Djindjic, presidente del Partido Demócrata, quien actuó como portavoz de las fuerzas opositoras que apoyan la candidatura de Kostunica.

Washington nunca respaldó con entusiasmo a Milosevic, pero lo consideró durante gran parte de los años 90 como un socio para lograr la estabilidad en la ex Yugoslavia.

Incluso durante la guerra de Bosnia-Herzegovina, por la cual sus aliados fueron procesados como criminales de guerra, Washington lo trató como un garante confiable del proceso de paz conocido como acuerdos de Dayton.

Recién en 1997 Estados Unidos comenzó a brindar ayuda política a la dividida oposición serbia, pero la asistencia ese año totalizó sólo 400.000 dólares. En 1998 aumentó a dos millones, a medida que se agravaba la crisis en Kosovo, y el año pasado representó 10 millones.

Como ocurrió con la guerra de Kosovo, que terminó cuando Milosevic aceptó un plan de paz que le presentó Rusia, Washington espera que Moscú lo convenza a retirarse del poder, si es que no lo hace por su cuenta en los próximos días.

Hasta la fecha, el presidente ruso Vladimir Putin apoyó la segunda vuelta electoral que pretende Milosevic para decidir el ganador de las elecciones en Yugoslavia.

Pero después de los acontecimientos en Belgrado este jueves, Estados Unidos espera que Putin también inste a Milosevic a reconocer la victoria de Kostunica. (FIN/IPS/tra-en/jl/aq/ip/00

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