El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, invitó a la República Federal de Yugoslavia a reintegrarse al foro mundial luego de ocho años de ausencia.
Miembro fundador de la ONU, Yugoslavia fue obligada a cesar sus actividades en la organización tras su suspensión de la Asamblea General, en 1992.
En una carta dirigida el lunes a Vojislav Kostunica, el nuevo presidente de Yugoslavia, Annan destacó que su elección marcó un paso importante hacia la restauración de la paz y la estabilidad en el país y en la región de los Balcanes.
«Además, la asunción de su liderazgo en Yugoslavia ofrece una oportunidad única de abrir un nuevo capítulo en las relaciones de su país con las Naciones Unidas, y más ampliamente con la comunidad internacional», dijo.
Las relaciones entre la ONU y Yugoslavia «fueron difíciles en los últimos años», pero «hoy tenemos la oportunidad única de empezar de nuevo, y la forma más eficaz de hacerlo sería que su país presente una solicitud de integración a la ONU, según las resoluciones del Consejo de Seguridad y la Asamblea General», sugirió.
Kostunica asumió la presidencia el domingo, luego de derrotar al presidente saliente Slobodan Milosevic en las elecciones de la semana anterior.
Tras la desintegración de Yugoslavia en 1991, el Consejo de Seguridad de la ONU declaró, el 19 de septiembre de 1992, que «el estado antes conocido como República Federal Socialista de Yugoslavia ha dejado de existir».
Tres días después, la Asamblea General resolvió que la República Federal de Yugoslavia (integrada por Serbia y Montenegro) no sucedería automáticamente a la República Federal Socialista de Yugoslavia como miembro de la ONU y por lo tanto debería solicitar su integración.
Los cinco países sucesores de la antigua Yugoslavia son Bosnia- Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Macedonia y la actual República Federal de Yugoslavia.
El enviado especial de la ONU a los Balcanes, Carl Bildt, expresó el viernes una «profunda alegría» porque el colapso del régimen de Slobodan Milosevic se haya producido pacíficamente.
«Estamos listos para empezar conversaciones inmediatamente con las nuevas autoridades sobre las necesidades humanitarias que deben atenderse en los próximos meses», declaró.
Mary Robinson, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Refugiados, se manifestó «complacida» por los últimos hechos políticos de Yugoslavia y elogió al pueblo de ese país por «haber demostrado con valentía su compromiso con los derechos humanos y la democracia».
«La tarea del nuevo gobierno será la de reconstruir una nueva sociedad basada en el respeto a los derechos humanos, la democracia y el Estado de derecho», exhortó Robinson.
El año pasado, Milosevic y cuatro miembros de su gabinete fueron acusados de crímenes de guerra por el Tribunal Internacional de Crímenes de Guerra de la Antigua Yugoslavia, con sede en La Haya.
Los crímenes que se les imputan incluyen genocidio contra la población de origen albanés de la provincia serbia de Kosovo.
Carla de Ponte, fiscal principal del Tribunal, ya solicitó una reunión con Kostunica porque pretende que Milosevic sea entregado a la corte antes de diciembre de este año. Kostunica había manifestado su oposición a un juicio internacional de Milosevic.
La fiscal De Ponte también solicitó información sobre 100 cuentas bancarias a nombre de colaboradores de Milosevic. Las cuentas, que han sido congeladas, se encuentran en su mayoría en bancos suizos. (FIN/IPS/tra-en/td/da/mlm/ip/00
