El gobierno de Sierra Leona y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) acordaron crear un tribunal especial para juzgar a sospechosos de crímenes de guerra y otras atrocidades durante la prolongada guerra civil en ese país africano.
El tribunal, sin precedentes en su tipo, aplicará simultáneamente la legislación nacional y la internacional, y por eso se le llama «híbrido».
El Consejo de Seguridad de la ONU pidió ese tipo de corte en agosto último. Expertos del foro mundial y Sierra Leona elaboraron un informe sobre las características del tribunal y lo presentaron esta semana al órgano ejecutivo de la ONU, porque se necesita su autorización para ponerlo en funciones.
Los expertos recomendaron al Consejo que el tribunal juzgue crímenes contra la humanidad (como exterminio, tortura y violencia sexual), crímenes de guerra, violaciones de la Convención de Ginebra y de las leyes de Sierra Leona, informó Ralph Zacklin, subsecretario general de la ONU para Asuntos Jurídicos.
El genocidio no estará incluido en la jurisdicción del nuevo tribunal, porque es muy difícil hacer un juicio por genocidio en ese conflicto, explicó Zacklin.
Agregó que es "teóricamente posible" acusar tanto a funcionarios gubernamentales como a jefes rebeldes.
El Consejo había recomendado procesos para aquellos que tengan "la máxima responsabilidad" por los crímenes, pero el informe sugirió que el tribunal use el término más general de "personas más responsables", que según Zacklin puede abarcar a 20 o 30 individuos.
La distinción toca un delicado tema de debate jurídico: ¿los menores soldados también son "responsables"?
Si bien Zacklin admitió que muchos de esos menores fueron raptados, drogados y sometidos a abusos, en otras palabras, resultaron "víctimas", reconoció que se trata de un tema que despierta "fuertes emociones" en la ONU y entre organizaciones no gubernamentales (ONG) nacionales e internacionales.
El informe señaló que el gobierno y el pueblo de Sierra Leona desean claramente "un proceso judicialmente responsable para los menores combatientes", y no verían con buenos ojos una corte que "no lleve ante la justicia a menores que perpetraron crímenes".
Por su parte, ONG internacionales especializadas en derechos de la infancia y algunas agencias de la ONU se oponen a procesos judiciales de menores de 18 años, señala el informe.
La decisión final sobre esa cuestión quedará en manos del Consejo de Seguridad. El informe previno que si el Consejo decide juzgar a menores de 15 a 18 años, "será necesario lograr un equilibrio apropiado entre todos los intereses conflictivos y presentar las garantías necesarias de justicia de menores".
El Consejo estuvo de acuerdo en las contribuciones voluntarias como manera de financiar el tribunal, pero Zacklin teme que sea difícil llevar a cabo la tarea sin "compromisos a largo plazo".
El funcionario calculó que el primer año de funcionamiento del tribunal costará 22 millones de dólares, cerca de un cuarto del costo para el tribunal de la ex Yugoslavia. "Sin compromisos a largo plazo será difícil que esa corte sea viable", insistió.
Dos de los tres jueces que ocuparán el estrado serán juristas internacionales, y el tercero será de Sierra Leona. El fiscal también será un magistrado internacional y su vice estará designado por Sierra Leona.
El periodista sierraleonés David Tam-Baryoh manifestó su temor de que el tribunal sólo juzgue a jefes rebeldes -que organizaron una campaña de mutilaciones contra la población civil-, porque funcionarios de gobierno también violaron los derechos humanos.
"¿Cómo se procesa a esa gente?…", demandó. "Me gustaría que la ONU hablara con fuentes independientes, no sólo gubernamentales".
Tam-Baryoh es el director del diario Punch, de Freetown, que ha señalado responsabilidades tanto del gobierno como de los rebeldes. Hace poco estuvo en Nueva York para recibir el premio de Editor del Año por parte de la revista World Press Review.
Otros dos directores periodísticos sierraleoneses, Paul Kamara de For di People y Philip Neville del Standard Times, también fueron galardonados.
El Consejo de Seguridad dijo que enviará a la región este fin de semana una misión de 10 miembros encabezada por el embajador de Gran Bretaña, Jeremy Greenstock, la cual visitará Sierra Leona, Guinea, Liberia, Mali y posiblemente Nigeria.
Mientras, el Consejo sigue debatiéndose acerca de la manera de recomponer la fuerza de paz, UNAMSIL, luego que India anunciara el mes pasado el retiro de sus tropas de Sierra Leona.
El nuevo jefe de la misión de paz, Jean Marie Gueheno, entregó el martes un informe reservado al Consejo sobre el impacto de la retirada india. Gueheno sucedió a Bernard Miyet a comienzos de octubre.
"Estamos en contacto con varios estados para redefinir la fuerza…, y razonablemente confiados que, en breve, lograremos progresos en ese sentido", declaró Gueheno a la prensa tras asumir el cargo.
No especificó que países proveerán tropas, pero trascendió que Bangladesh ofreció enviar 1.800 soldados. Debido al repliegue de India, los 792 soldados de Bangladesh que ahora se encuentran en Sierra Leona constituyen el contingente militar más numeroso después del nigeriano. (FIN/IPS/tra-en/jw/da/ego/mlm/hd-ip/00