MEDIO ORIENTE: Nuevas muertes pesan sobre mediación de la ONU

Tres palestinos murieron hoy en enfrentamientos con la policía y soldados israelíes en Cisjordania, mientras el secretario de la ONU, Kofi Annan, se reunía por separado con líderes de Israel y Palestina para poner fin a la violencia que causó 93 muertos en los últimos 14 días.

De los 93 muertos, 88 son palestinos. Unicef precisó que 22 niños y adolescentes menores de 18 años están entre los muertos y que más de 1.000 resultaron heridos.

La violencia se desencadenó el 28 de septiembre con la visita del líder del derechista partido Likud, Ariel Sharon, a un complejo que es uno de los tres sitios más sagrados del Islam y también es adorado por los judíos como el Templo del Monte.

Los enfrentamientos se extendieron a zonas árabes de Israel cuando la policía mató a 10 árabes israelíes en manifestaciones populares. Ahora la violencia adquiere otra forma, la de ciudadanos contra ciudadanos.

Los 20 árabes israelíes que trabajaban en el restaurante Yehuda Avazi de Tel Aviv no volverán por mucho tiempo, si es que vuelven.

Las ventanas del restaurante quedaron destrozadas el martes después de convertirse en el último frente de las hostilidades entre israelíes y palestinos.

Ese frente se está extendiendo por Israel, donde sea que árabes y judíos cruzan sus caminos, y aunque la mayor parte de la violencia proviene del lado judío, también hubo instancias de ataques de árabes, incluso el asesinato de un conductor judío en la aldea árabe de Jisr al Zarka, cerca de Haifa, y contra una sinagoga en Jaffa.

La noche del lunes, integrantes de una multitud judía del distrito Hatikva de Tel Aviv, se congregaron frente al restaurante Yehuda Avazi gritando «¡Muerte a los árabes!». Para los manifestantes, los propietarios del negocio habían cometido tres pecados.

Habían empleado como meseros y cocineros a árabes israelíes, permitido que los árabes vivieran en apartamentos detrás del restaurante y abierto el negocio los sábados, el día de descanso judío. Todo esto fue considerado una afrenta al tradicionalismo imperante en este vecindario habitado por judíos cuyas raíces están en países árabes.

A medida que crecía la multitud, 12 trabajadores huyeron y ocho más se encerraron en un cuarto donde, protegidos por la policía, esperaron cuatro horas hasta que pudieron salir sin sufrir heridas.

Entre tanto, la multitud siguió gritando, rompió las ventanas y prendió fuego al edificio contiguo donde residía el personal árabe. Dos automóviles pertenecientes a los árabes también fueron quemados.

La noche del domingo, dos árabes fueron asesinados en Nazaret por la policía y por habitantes judíos durante lo que Sima Kadmon, un columnista del diario Yediot Ahronot, calificó de «pogromo» de los judíos contra los habitantes de la ciudad árabe.

La palabra pogromo es utilizada por los judíos para referirse a la persecución que sufrió la minoría judía en Rusia por los cosacos antisemitas durante el siglo XIX.

Nachum Ben Yehuda, sociólogo de la Universidad Hebrea, predijo que si la violencia no es controlada, se formarán grupos judíos y árabes que tomarán la ley por sus manos.

«Sienten una amenaza a su existencia», dijo Yehuda de los judíos que protagonizaron los ataques.

«La idea es: 'le mostraremos a los árabes que el Ejército israelí ha sido demasiado permisivo, y que podemos hacerle lo mismo a ellos que nos hacen a nosotros».

Las autoridades israelíes sostienen que les preocupa tanto la violencia antiárabe como antijudía, una declaración que irrita a los árabes ya que, en la gran mayoría de los casos, ellos han sido las víctimas.

«Aplicaremos la ley hacia judíos y árabes con igualdad y, en los últimos días, las detenciones, que han sido en su mayoría de judíos, así lo indican», declaró el jefe de la policía israelí Yehuda Wilk.

El legislador árabe Hashem Mahameed dijo que los árabes no confían en que la policía los protegerá y procederán a formar sus propios «comités de defensa civil» en sus localidades.

«Le puedo decir que no siempre seremos las víctimas. Si los civiles judíos vienen a nuestros pueblos a destruir, entonces reaccionaremos, no nos limitaremos a observar. La autodefensa civil es un derecho básico», declaró.

Lo que más chocaba en Hatikva era la falta de arrepentimiento de los habitantes el martes. De hecho, parecían ansiosos por seguir sus ataques contra los árabes.

El odio quizá se explique por la prolongada animosidad entre ambas comunidades y la sensación de que los árabes israelíes son fieles a sus hermanos palestinos y no al estado israelí, lo cual los convierte en una amenaza a la seguridad.

Los habitantes consideran a los judíos como víctimas de los enfrentamientos, lo cual difiere con la opinión de los observadores extranjeros.

Los habitantes judíos explican su postura por el secuestro de tres soldados israelíes por el grupo guerrillero Hezbollah, el asesinato de un colono judío cerca de la ciudad cisjordana de Naplusa, y el saqueo por los palestinos de un sitio sagrado conocido como la tumba de José en Cisjordania.

Los habitantes de Hatikva consideran que el primer ministro Ehud Barak es responsable de permitir que la situación se saliera de control en Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza.

«Si usted tiene un primer ministro que no sabe como resolver las cosas, entonces la gente se debe levantar», dijo Rachel Fitousi, propietaria de una tienda que expresó su apoyo por el ataque contra el restaurante.

«Todos estos años, los árabes actuaron en contra nuestra con el terrorismo y la violencia. Los judíos no hicieron nada. La gente dijo basta», agregó.

Ninguno de los 50 árabes, algunos de la Franja de Gaza, que trabajan en el mercado de Hatikva se presentaron a trabajar el martes. Shoshana Hadar, una abuela de 60 años, no los extrañó.

«Nunca me gustaron. Tienen una mentalidad bárbara. Hicimos bien en quemar sus apartamentos. Así como ellos no nos quieren en sus localidades, nosotros no los queremos en las nuestras», exclamó.

Pero otra abuela, Simha, propietaria de un puesto de pescado, se lamentó de la situación. Los árabes del mercado «nunca causaron problemas. Y trabajan como animales, mucho más que los judíos. Sólo intentan vivir», opinó. (FIN/IPS/tra-en/bl/sm/aq/ip/00

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe