/Integración y Desarrollo/ SALUD: Habrá nuevos medicamentos para la tuberculosis en 10 años

Una alianza de organismos de salud públicos y empresas privadas lanzó esta semana una iniciativa para desarrollar antes del año 2010 tratamientos más potentes y simples para la tuberculosis, en una conferencia realizada en esta capital.

La Alianza Mundial para el Desarrollo de Drogas contra la Tuberculosis, lanzada en la Conferencia Internacional sobre Investigación Médica para el Desarrollo, incluye a la Organización Mundial de la Salud (OMS), dos fundaciones estadounidenses y representantes de la industria farmacéutica.

La alianza se propuso desarrollar en una década varios fármacos nuevos para tratar la tuberculosis, cuyas víctimas residen mayoritariamente en países pobres.

Los medicamentos serán distribuidos a precios accesibles, lo cual asegurará su disponibilidad en los países más afectados por la enfermedad, afirmó la alianza.

Este esfuerzo es mucho más que una empresa científica; «es un ataque directo a la pobreza y a la brecha entre ricos y pobres», destacó Gro Harlem Brudtland, directora general de la OMS.

La tuberculosis, una enfermedad producida por el bacilo de Koch, cobra dos millones de vidas cada año, aunque el tratamiento de observación directa recomendado actualmente, concebido por expertos médicos en 1995, tiene un índice de curación de 90 por ciento.

La debilidad de los sistemas de salud pública en los países pobres dificulta la aplicación del tratamiento recomendado, señaló Brundtland.

Aunque el tratamiento debe durar de seis a nueve meses, muchos pacientes de países en desarrollo lo abandonan una vez que se sienten mejor, y entonces la tuberculosis no se cura por completo y surgen cepas resistentes.

Actualmente, apenas 25 por ciento de todos los enfermos de tuberculosis reciben el tratamiento completo recomendado, que requiere la observación directa por trabajadores de la salud de la ingesta de cada dosis de una poderosa combinación de drogas, y el control de la evolución de la enfermedad hasta la cura total.

La alianza prevé que los nuevos fármacos «acortarán el tratamiento o lo simplificarán», además de mejorar el tratamiento de infecciones latentes.

Dado que el tratamiento de observación directa «es engorroso y exige mucho trabajo», la alianza espera que el nuevo tratamiento acorte el régimen a dos o tres meses.

«Nuestra misión consiste en acelerar el desarrollo de nuevos fármacos y así salvar vidas», declaró el médico Ariel Pablos Méndez, director asociado de igualdad sanitaria de la Fundación Rockefeller, de Estados Unidos.

La alianza constituye «un ejemplo brillante de asociación entre el sector público y privado para estrechar la brecha entre las oportunidades de mercado y las necesidades de la gente», señaló Brundtland.

La asociación elaboró un «Proyecto científico para el desarrollo de drogas contra la tuberculosis», un documento que servirá como «guía para científicos e investigadores de academias, industrias y el sector público en todos los aspectos del descubrimiento y desarrollo de fármacos para la tuberculosis».

En consecuencia, la investigación y el desarrollo de nuevas drogas se realizará mediante una red de grupos públicos y privados.

El proyecto también exhorta al desarrollo de «inversiones en investigación y desarrollo por parte de instituciones de caridad», que podrán destinarse a drogas específicas, dado que la alianza precisa más de 150 millones de dólares para financiar su trabajo.

Esta iniciativa no es la primera en su tipo. Asociaciones similares de los sectores público y privado se crearon anteriormente para encontrar remedios para la malaria y el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).

El lanzamiento de la alianza se produjo en medio de una creciente preocupación por la tuberculosis, una enfermedad de transmisión aérea que ataca principalmente a los pulmones.

En marzo de este año, la OMS describió la enfermedad como «una amenaza mundial», en su primer estudio sobre tipos de tuberculosis resistentes a los antibióticos en 38 países.

Si no se ataca el problema de inmediato, casi 1.000 millones de personas podrían convertirse en nuevas víctimas de la tuberculosis en los próximos 20 años, lo cual provocaría 40 millones de muertes para 2020, advirtió la OMS.

Cada año se producen tres millones de nuevos casos de tuberculosis en el sur y el sudeste de Asia. Bangladesh, Pakistán, India, Camboya y Filipinas son los países con mayor tasa de infección.

Además, anualmente se producen 1,5 millones de nuevos casos en Africa subsahariana y 250.000 en Europa oriental.

Pero lo que más preocupa a la OMS es la mortal combinación entre el sida y el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que causa el sida.

«La explosión de tuberculosis se debe en gran parte a su coincidencia con la epidemia de VIH», observó Brundtland.

«En Africa, el VIH infecta a 40 por ciento de los pacientes con tuberculosis, y la tuberculosis mata a un tercio de las víctimas del sida», agregó.

Hace 30 años que no se desarrollan nuevos antibióticos contra la tuberculosis, y además «no se prevé que una nueva vacuna potente contra esta enfermedad tenga un impacto en el mundo en desarrollo hasta dentro de 20 años», señaló la alianza. (FIN/IPS/tra-en/mmm/js/mlm/he-dv/00

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