La condena a tres años de prisión por soborno contra el ex primer ministro de India Narasimha Rao es producto de una venganza política y no de una campaña contra la corrupción, según opositores y observadores independientes.
La sentencia pronunciada el jueves contra Rao, quien promovió cambios económicos radicales hace nueve años, se produjo luego del procesamiento esta semana de una carismática líder política del sur, también por cargos de soborno.
Los detractores del gobernante Partido Bharatiya Janata (BJP), enfrentado al Partido del Congreso de Rao, vieron en ambos procesamientos un intento de ganar ventaja política por parte de la coalición del primer ministro Atal Bihari Vajpayee.
Rao y Pratap Singh, un miembro de su gabinete, fueron hallados culpables de sobornar a cuatro legisladores de un pequeño partido regional para que respaldaran a su gobierno minoritario del Congreso en un voto de confianza del parlamento, en julio de 1993.
«La mejor forma de desalentar la corrupción en la vida pública consiste en dar castigos ejemplares a altos funcionarios públicos, para que la sociedad comprenda que la corrupción no es un negocio de bajo riesgo y alta rentabilidad, sino de alto riesgo», declaró el juez Ajit Bharihoke al emitir la sentencia.
El ex primer ministro «trató de comprar el derecho a permanecer en el poder y gobernar este país. Ese acto, por su naturaleza, equivale a cortar las raíces del sistema democrático establecido en la Constitución de India», agregó el juez.
Sin embargo, Rao y Singh estarán libres bajo fianza hasta el 8 de noviembre, y apelarán la sentencia ante un tribunal superior.
El Partido Comunista de India, que se enorgullece de no tener participación alguna en negocios turbios, cree que hay una victimización política detrás de los procesos judiciales.
«La corrupción está demasiado arraigada en el sistema, y lo que estamos viendo es apenas una venganza política», declaró el líder del partido, D. Raja.
El propio Rao afirmó durante su juicio que él era víctima del actual gobierno encabezado por el BJP.
Vineet Narain, un activista contra la corrupción en las altas esferas del gobierno, sostuvo que Rao fue castigado porque no fue lo suficientemente astuto, como otros políticos.
«Seguramente no fue por subvertir nuestro sistema parlamentario de gobierno que Rao fue condenado a tres años de prisión. La verdad es que Rao no se cubrió lo suficiente», afirmó el diario The Times of India en su nota editorial de este viernes.
«La corrupción no empezó con Rao y no terminará con él. El ex primer ministro es tanto víctima como victimario en esta red de corrupción que nos envuelve a todos», agregó el periódico.
Raja, del Partido Comunista, afirmó que el gobierno tuvo que ver en el procesamiento de Rao.
«Después de todo, el gobierno es el árbitro final, no sólo en materia de investigación, sino también de procesamiento y condena en juicios importantes», acusó.
Otra destacada líder política india, Jayalalitha Jayaraman, ex ministra jefa del estado sureño de Tamil Nadu, fue hallada culpable esta semana de utilizar su cargo público para beneficio personal.
Pero los detractores del BJP sostienen que Jayalalitha fue obligada a «pagar» por haber provocado el colapso del anterior gobierno de Vajpayee, hace dos años.
El grupo regional de Jayalalitha se había retirado de la coalición encabezada por el BJP y forzó elecciones a mitad de período en 1998, que dieron un segundo mandato a la alianza de Vajpayee.
Se preveía que el partido de Jayalalitha tendría un buen desempeño en las elecciones parlamentarias estaduales de principios del año próximo, pero la condena de la líder podría impedirle ser candidata, en un gran revés para su partido y sus aliados.
Rao también está implicado en un antiguo caso de falsificación. El ex primer ministro fue acusado de haber utilizado documentos falsos cuando era ministro del Interior para implicar a un ex colega del ministerio en un delito de violación a las normas sobre cambio de moneda.
Los cargos contra Vishwanath Pratap Singh, quien era miembro del gabinete de Rao, también fueron vinculados a una venganza política.
La destitución de Singh como ministro de Finanzas hace 13 años por el entonces primer ministro Rajiv Gandhi habría estado relacionada con la cruzada de Singh contra la corrupción, según observadores.
Singh realizó el primer intento serio por romper el vínculo entre funcionarios corruptos, empresarios y políticos, afirmó Arun Kumar, profesor de Economía de la Universidad Jawaharlal Nehru, de Nueva Delhi. (FIN/IPS/tra-en/rdr/mlm/ip/00