HAITI: Avances en la lucha contra el sida aun son insuficientes

Campañas de educación pública en Haití acerca del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) parecen tener efecto positivo, pero el país es aún uno de los más afectados por el mal en el hemisferio occidental.

Esas campañas han sido desarrolladas en los últimos dos años por las autoridades y por organizaciones no gubernamentales (ONG).

Muchas personas que se consideran sanas ya no temen cualquier contacto con infectados por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que causa el sida, y la creación de un grupo de apoyo a los afectados por el mal contribuyó a que éstos no consideren su enfermedad como un secreto vergonzoso.

Sin embargo, la propagación de la enfermedad se ve favorecida porque más del 73 por ciento de los habitantes del país viven por debajo de la línea de pobreza y más de 70 por ciento son anlfabetos. Se estima que más de 300.000 personas están infectadas con VIH, en una población total de 8,2 millones.

La propia escasez de recursos públicos determina que las estadísticas disponibles no sean por completo precisas y confiables.

Los funcionarios de salud anuncian con frecuencia nuevas medidas para combatir la propagación del VIH. Algunas de esas medidas están aún en fase de planificación, mientras otras son consideradas sólo politiquería.

Muchos enfermos de sida aún esperan subsidios gubernamentales prometidos para ayudarlos a adquirir medicamentos que frenan el avance del mal, y los críticos afirman que las autoridades carecen de una política coherente contra la enfermedad.

La ministra de Salud, Michaelle Amedèe Gedeon, anunció a comienzos de agosto que el gobierno se rpoponía eliminar impuestos sobre medicamentos contra el sida.

Un haitiano afectado por la enfermedad debe gastar entre 12.000 y 13.000 dólares por año para comprar medicamentos. Eso representa más de 16 veces el ingreso anual promedio por habitante, y dos tercios del ingreso anual de los integrantes del parlamento.

Gedeon enfatizó la importancia de la prevención del contagio, en especial entre los jóvenes, dado que el gobierno carece de recursos económicos para brindar a los enfermos asistencia similar a la que proporcionan países más ricos.

«El objetivo más ambicioso que podemos plantearnos es detener la propagación del virus», expresó.

La ministra prepara un plan de tratamiento a mujeres infectadas y embarazadas para disminuir la probabilidad de que transmitan la enfermedad a sus hijos, y anunció este lunes que muy pronto comenzarán en el país ensayos de una vacuna experimental contra el sida desarrollada en Estados Unidos.

Las primeras muestras de esa vacuna, desarrollada en la estadounidense Universidad de Vanderbilt, estarán disponibles esta semana y serán administradas a individuos sanos que se han ofrecido como voluntarios y serán estudiados durante dos años.

La Universidad Vanderbilt es una de las 10 estadounidenses que realizan investigaciones en la materia, su programa de desarrollo de una vacuna contra el sida fue establecido en 1987, y unas 500 personas ya han participado en pruebas.

La vacuna emplea el virus de la varicela de los canarios, que no se reproduce en mamíferos, como vehículo de genes inactivos de VIH, y busca ayudar al organismo humano a generar anticuerpos contra la infección.

Los únicos efectos colaterales registrados en estudios previos fueron fiebre leve y algo de inflamación muscular tras recibir la vacuna.

Los gobiernos de Haití, Brasil y Trinidad y Tobago aceptaron este año participar en el programa de ensayos de la vacuna, tras analizar en forma conjunta la invitación a hacerlo.

Gedeon señaló que los ensayos se ampliarán si se obtienen resultados positivos, e instó a los países industrializados a liberar a las naciones pobres del agobiante peso de la deuda externa, para ayudarlos a destinar más recursos a la lucha contra el sida.

Dirigentes de la haitiana Asociación de Solidaridad Nacional (ASON) y de la Red de Dominicanos VIH Positivos (REDOVIH+), las principales ONG que trabajan contra el sida en Haití y República Dominicana, lanzaron en agosto acciones conjuntas contra la propagación del sida en la isla que ambos países comparten.

El encuentro de ambas ONG se produjo tras una conferencia internacional sobre mujeres y VIH/sida en Santo Domingo, organizada por el Colectivo Femenino de Salud, durante la cual haitianos y dominicanos coincidieron en la necesidad de trabajar juntos para reducir el índice de infección con VIH en sus países.

Marionne Benoit, coordinadora del programa conjunto para ambas naciones, anunció que se realizarán campañas de prevención y educación pública en las regiones más afectadas de la isla, con apoyo de otras instituciones.

También se establecerá una red de miembros de ASON y de REDOVIH+, para estimular la comunicación entre personas infectadas con el VIH.

Dirigentes de REDOVIH+ dijeron que tienen mucho que aprender de la experiencia haitiana.

El gobierno dominicano aún no ha desarrollado una política nacional contra el sida, afirmó el secretario general de ASON, invitado a República Dominicana para hablar sobre su trabajo en la materia en Haití.

La tasa de infección con VIH entre adultos de República Dominicana es casi tres por ciento, y se estima que en Haití es el doble, según datos publicados a fines del año pasado por la agencia de la Organización de las Naciones Unidas para el control del sida. (FIN/IPS/tra-eng/imc/da/ego/he ip/00

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