Zambia, uno de los países más pobres del mundo, pidió a la comunidad internacional que alivie su deuda externa porque le resulta insoportable e impide su crecimiento económico.
Al contrario de otros países de Africa austral, Zambia cumplió estrictamente el programa de recuperación económica prescripto por los donantes como condición para incluirlo en la iniciativa para Países Pobres Fuertemente Endeudados (HIPC, por sus siglas en inglés), aseguró el ministro de Finanzas Katele Kalumba.
Por lo tanto, arguyó, Zambia debería lograr la clasificación no más allá del año próximo, porque si fracasa en ese propósito enfrentará serias consecuencias sobre toda la economía.
"Necesitamos que se abra esa puerta", urgió el ministro.
Zambia debe a los donantes bilaterales y multilaterales 6.500 millones de dólares, que ha tratado de amortizar desde 1991.
El gobierno socialista del ex presidente Kenneth Kaunda acumuló una vasta porción de esa deuda, pero la actual administración de Frederick Chiluba continuó pidiendo créditos, si bien reembolsó la mayor parte.
"Si no nos clasificamos para el punto de decisión el año próximo, significará que deberemos pagar al menos 250 millones de dólares adicionales más intereses. Esa suma es sólo para el Fondo Monetario Internacional… y excluye la deuda bilateral, que es todavía más cuantiosa", dijo Kalumba.
El monto comprometido es demasiado alto para ser amortizado por un país cuya economía es tan débil como la de Zambia, y eso podría significar que el extenuado sector social tendría que ser sacrificado nuevamente.
Zambia destinó un tercio de su presupuesto al pago de su deuda internacional a expensas de la atención de la salud y la educación.
Setenta por ciento de los 10 millones de habitantes de Zambia viven en la extrema pobreza, según estadísticas gubernamentales. La esperanza de vida al nacer es de 43 años, 202 de cada 1.000 niños mueren antes de cumplir los cinco años, y 22 por ciento de la población es analfabeta.
Esta situación podría empeorar si el programa de recuperación económica continúa.
El gobierno arguye que no tiene dinero para satisfacer las necesidades de la gente porque Zambia es ahora una economía liberalizada y cada persona debe valerse por sí misma, no importa cuán dura sea la situación.
Quizás sólo sobrevivan los más fuertes, porque Zambia deberá amortizar la deuda casi eternamente, declaró el gobierno.
Sólo el año pasado, más de 150 millones de dólares fueron destinados a pagar la deuda externa, dinero que podría haber mejorado los servicios sociales.
Si Zambia consigue clasificarse, como lo han hecho Uganda, Tanzania y Mozambique, podría obtener la condonación de 2.800 millones de dólares.
La iniciativa HIPC fue criticada por grupos de activistas porque, en su opinión, no responde a los problemas económicos de la mayoría de los países pobres, que deben obtener la cancelación total de su deuda.
Peter Akyuz, principal autor del último informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), dijo a IPS que la sufre una "crisis de credibilidad" y deben adoptarse medidas más radicales para aliviar la condición de la gente pobre.
"De todos modos, nadie cree que esas deudas serán amortizadas. Los donantes occidentales deberían considerar, en el futuro, la concesión de más ayuda en todos los niveles en lugar de préstamos, porque si no lo hacen tendrán que seguir financiando a Africa", dijo Akyuz.
Ese punto de vista es compartido por Jubileo 2000, una federación de organizaciones no gubernamentales que reclama la cancelación total de la deuda de los países más pobres.
Sin embargo, la decisión sobre la habilitación de Zambia para la iniciativa está en manos de los donantes occidentales, los cuales admiten que este país africano está abrumado por la deuda pero señalan que igualmente debe pagar lo que pidió prestado. (FIN/IPS/tra-en/am/sm/ego/mlm/dv/00