DESARROLLO: Naciones pobres necesitan más que alivio de la deuda

La iniciativa del FMI y el Banco Mundial para aliviar la deuda de los países más pobres no aliviará la miseria de esas naciones, advirtieron activistas a funcionarios de ambas instituciones, académicos y periodistas congregados esta semana en una conferencia en esta capital.

La iniciativa para los Países Pobres Fuertemente Endeudados (HIPC, por sus siglas en inglés) apunta a países de bajos ingresos, pero hay un creciente clamor por otra ronda de condonación de deudas que incluya a naciones de medianos ingresos, como Ecuador.

El ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Heinz Moeller, declaró que su país estuvo en camino de convertirse en un HIPC el año pasado, cuando la crisis financiera produjo una caída económica de 7,5 por ciento.

La deuda externa está ligada al hecho que no existe una verdadera libertad de comercio. Algunos consideran el libre comercio como un camino en sentido único de Norte a Sur, dijo Moeller, y demandó al Banco y al Fondo que dejen de impulsar la agenda de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

"Estamos luchando por el acceso de nuestros bananos al mercado del Norte industrial. Si el Norte deja de subsisiar a sus campesinos, estaremos en condiciones de evitar ser un HIPC", dijo Moeller.

Si bien Ecuador es un país de medianos ingresos, se encuentra altamente endeudado pero no puede entrar en la categoría de HIPC bajo los términos actuales. "La deuda externa constituye 162 por ciento del PIB" (producto interno bruto), señaló Moeller.

El ministro dijo que la condonación bajo la HIPC no es la única respuesta, especialmente si se produce bajo el actual sistema mundial de comercio que continúa excluyendo a los países en desarrollo de los mercados de naciones ricas.

La iniciativa HIPC fue lanzada en 1996. Tras un período de inactividad, fue reformulada el año pasado con la intención de proveer un alivio más rápido y profundo a los 41 países más pobres del mundo. Hasta ahora, 10 naciones alcanzaron el nivel requerido para beneficiarse de la iniciativa.

El Banco y el FMI dijeron que la cantidad llegará a 20 a fin de año y liberará a esas naciones del pago de 30.000 millones de dólares para amortizar la deuda.

Sin embargo, la ineficacia del actual paquete de alivio pronto será evidente, porque abrió los mercados de países pobres sin reciprocidad de los más ricos, señaló la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).

El FMI y el Banco Mundial condicionan el acceso a la iniciativa HIPC a la aplicación de programas de ajustes estructural.

En su informe 2000 sobre Países Menos Desarrollados, UNCTAD señaló que éstos atrajeron apenas cuatro por ciento del flujo de capitales a largo plazo destinado a naciones en desarrollo en 1999, pese a que posteriormente liberalizaron sus regímenes comerciales.

Datos del FMI señalaron que la liberalización llegó más lejos en los países menos desarrollados que en otras naciones en desarrollo.

De 43 países menos desarrollados, 37 por ciento tiene un promedio de aranceles de importación inferior al 20 por ciento, acoplado con barreras no arancelarias o muy leves.

Jo Marie Griesgraber de la filial estadounidense de Oxfam, dijo que sólo perdonar la deuda bajo el régimen HIPC no dará resultado. Por el contrario, los países ricos deberán aportar más ayuda y prever inversiones a largo plazo.

"Se pueden lograr inversiones rápidas y sucias, pero así no se produce el desarrollo", apuntó Griesgraber.

La asistencia oficial al desarrollo (ODA) a los países menos desarrollados en términos reales por persona ha bajado 45 por ciento desde 1990, y ahora ha vuelto a los niveles de principios de los años 70.

El alivio a través de la HIPC no solamente llega muy tarde y con lentitud, sino que la magnitud de la asistencia es demasiado reducida para conseguir una salida perdurable al problema de la deuda y una transición a una ayuda más eficaz, señalan críticos.

En Mauritania, los pagos del servicio de la deuda correspondientes a 1997-1998 ascendieron a 184 por ciento del total de los gastos sociales. Cifras del FMI mostraron que los pagos del 2000-2002 están proyectados para constituir 75 por ciento de las erogaciones sociales. Mauritania se clasificó como HIPC.

El subdirector-gerente del FMI, Stanley Fisher, dijo que la gente no debía apresurarse en sus juicios sobre la actual iniciativa HIPC porque todavía está en sus comienzos. "Estamos en la primera etapa del proceso y todo lo que hemos visto son planes para aliviar la pobreza, algunos muy ambiciosos".

Bajo el régimen HIPC, los países deben subrayar su estrategia de alivio a la pobreza en documentos complejos antes que puedan recibir asistencia.

El Banco y el FMI están ahora redimensionando la manera de hacer negocios en países pobres uniendo ajustes estructurales, alivio de la deuda y concesión de préstamos a lo que denominan estrategias "participatorias" de reducción de la pobreza. (FIN/IPS/tra-en/gm/da/ego-mlm/dv/00

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