Activistas de derechos humanos exhortaron al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a asegurar la protección de las mujeres en situaciones de guerra y a permitirles que colaboren en los procesos de paz.
El Consejo de Seguridad comenzó una serie de reuniones acerca de asuntos internacionales de seguridad, como la protección de los civiles en los conflictos, la crisis causada por el sida y la proliferación de armas.
Las reuniones de esta semana se caracterizan por la decisión del Consejo de Seguridad de dar amplia audiencia a personas y organizaciones ajenas a la ONU.
De modo que, además de recibir a Noeleen Heyzer, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Mujer (Unifem), y a Angela King, asesora especial del secretario general de la ONU sobre asuntos de género, también escuchó el testimonio a la distancia de mujeres de Guatemala, Sierra Leona y Somalia.
Las mujeres «pueden proporcionar información muy concreta, no sólo acerca de su sufrimiento como víctimas de conflictos, sino también de lo que hacen para contribuir a la paz», dijo King.
También hablaron ante el Consejo representantes de las organizaciones no gubernamentales (ONG) Alerta Internacional, del Llamado de La Haya por la Paz, de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, y de la Comisión de Mujeres por las Mujeres y los Niños Refugiados.
Isha Dyfan, una abogada y activista de Sierra Leona, informó haber señalado al Consejo de Seguridad «la absoluta inseguridad» de las mujeres de su país.
El mandato de las fuerzas de mantenimiento de la paz en Sierra Leona «debe ser suficiente» para lograr el objetivo propuesto de acabar con la guerra civil, dijo Dyfan.
Así mismo, es necesario definir con claridad y amplitud los delitos que juzgará el propuesto tribunal especial para Sierra Leona, de manera de evitar la impunidad de quienes han cometido «crímenes de género», como la violación y el sometimiento a esclavitud sexual, agregó.
«Las cuestiones cruciales del debate en curso son la protección de las mujeres en los conflictos armados y su participación en los procesos de paz. Sin plena participación de las mujeres, los esfuerzos por la paz no se traducirán en actos de justicia ni servirán al desarrollo», advirtió Heyzer, de Unifem.
Namibia, que preside este mes el Consejo de Seguridad, preparó un borrador con los antecedentes de las cuestiones en debate, que servirá de base a una futura resolución del cuerpo.
El borrador recomienda al Consejo de Seguridad instalar dos paneles para realizar «evaluaciones paralelas» del impacto de la guerra en la población femenina y del papel de las mujeres en la construcción de la paz y en la solución de las cuestiones de género surgidas de los conflictos.
Las propuestas de Namibia, de Unifem y de las ONG, y los testimonios individuales recogidos contienen recomendaciones coincidentes.
Por ejemplo, la designación de mujeres como representantes especiales y para tareas de dirección en las operaciones de la ONU de mantenimiento de la paz, el incremento de la participación femenina en esas misiones y la incorporación de «asesoras de género» a las mismas, algo que ya se ha hecho en Sierra Leona, Kosovo y Timor Oriental.
También se propuso la capacitación en asuntos de género de los integrantes de las misiones de mantenimiento de la paz, otorgar «enfoque de género» a las negociaciones para poner fin a conflictos y conceder un amplio lugar a las mujeres en las tareas de reconciliación y reconstrucción.
«No es posible aceptar la presencia de los señores de la guerra en la mesa (de negociación) y no invitar también a las mujeres», manifestó Heyzer. Agregó que las mujeres tienen experiencia especial en la construcción de la paz, como lo demuestra su intervención para la recononciliación de comunidades y para el desarme de los niños soldados.
«Debe concederse particular atención a las necesidades y capacidad de las mujeres, que junto a los niños son quienes más sufren en las guerras, en la formulación e implementación de programas de rehabilitación, reconstrucción y desarrollo», afirmó Patricia Durrant, de Jamaica, la única mujer que integra actualmente el Consejo de Seguridad.
«No puede haber paz sin igualdad de género, y la paz y la equidad son condiciones del desarrollo», señaló King.
No hay mujeres entre los 61 representantes especiales y enviados del secretario general de la ONU, observó Heyzer.
Luz Méndez, de la Unión Nacional de Mujeres de Guatemala y representante de la Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca en las negociaciones que acabaron con la guerra civil en ese país, puntualizó que «la plena participación de las mujeres en el proceso de paz tiene importancia trascendente para la paz mundial y la equidad de género».
«A resultas de los esfuerzos de las mujeres, los acuerdos de paz de Guatemala comprenden compromisos específicos para abrir a la población femenina oportunidades de participación social y política y para consolidar sus derechos», dijo Méndez.
Los 15 países miembro del Consejo de Seguridad y las 25 naciones que también asisten a las reuniones manifestaron casi unánimemente su respaldo a las recomendaciones presentadas.
Se aguarda para fines de mes la resolución del Consejo de Seguridad acerca de la protección de las mujeres en las guerras y su incorporación a los esfuerzos por la paz. (FIN/IPS/tra- en/jw/da/ff/ip hd/00