La izquierda, encabezada por el Partido de los Trabajadores (PT), logró un gran avance en las elecciones municipales del domingo en Brasil, al conquistar el gobierno de ciudades importantes y pasar como favorita a la segunda vuelta en la mayor, Sao Paulo.
Se trató de la primera votación informatizada en todo el país. Eso permitió un rápido escrutinio, pese al inmenso electorado de 109,8 millones de personas que pudieron elegir alcaldes y concejales de los 5.559 municipios brasileños entre 382.915 candidatos.
El conteo de votos, concluido en cerca de 24 horas, no fue más rápido a causa de dificultades en las áreas menos pobladas del país, según el presidente del Tribunal Superior Electoral, Neri da Silveira.
En Sao Felix de Xingú, en el centro-oeste brasileño, por ejemplo, indígenas cercaron la sede de la autoridad electoral local, en protesta por la reelección del alcalde.
En municipios amazónicos, las lluvias no permitieron el acceso de helicópteros para recoger las urnas, y eso retardó el escrutinio, explicó el juez.
La posibilidad de fraudes cayó a casi cero, aseguraron las autoridades de la justicia electoral. En elecciones anteriores, de votación y escrutinio manuales, eran frecuentes las denuncias y acciones judiciales que forzaban la revisión de los resultados. Así, las cifras definitivas solían demorar semanas.
Estos comicios derivaron en un fortalecimiento de la oposición izquierdista y, dentro de la amplia coalición gubernamental, del Partido del Frente Liberal (PFL), coincidieron los analistas.
El PT prácticamente empató con los tres grandes partidos oficialistas en la cifra total de votos, acercándose al 20 por ciento de los sufragios válidos. Pero cada uno de esos tres grupos oficialistas lograron el gobierno de 1.000 municipios cada uno, y el PT apenas el de 166 municipios.
Sin embargo, casi todos los municipios logrados por el partido izquierdista son grandes ciudades y capitales, donde se forma la opinión nacional.
En dos elecciones más el PT estará preparado para asumir la Presidencia del país, vaticinó el presidente honorario del partido, Luis Inacio Lula da Silva, ex líder sindical metalúrgico que desde 1989 compitió tres veces por la jefatura de gobierno.
El PT prácticamente duplicó su votación en las 26 capitales estaduales y alcanzó un tercio del total de votos en las 59 ciudades brasileñas con más de 200.000 electores, destacó el diputado José Dirceu, presidente del partido.
Ese auge se confirma en Sao Paulo, donde solo un desastre inimaginable puede impedir el triunfo de su candidata, la psicóloga Marta Suplicy, en la nueva votación fijada para el 29 de octubre.
Con 38,01 por ciento de los votos válidos, Suplicy se calificó para la segunda vuelta. Su adversario, el conservador Paulo Maluf, obtuvo el segundo lugar con menos de la mitad de la votación del PT, 17,35 por ciento.
La ventaja de Suplicy ser agranda porque Maluf sufre el rechazo de más de 50 por ciento del electorado local, según las encuestas. Es el porcentaje más elevado entre todos los postulantes que disputan la segunda vuelta en 31 ciudades brasileñas con más de 200.000 electores.
Otras fuerzas políticas importantes en Sao Paulo, como los socialdemócratas y socialistas, desarrollaron fuerte enemistad a Maluf y se prevé que sus votos se transfieran a la candidata del PT.
Con el municipio de Sao Paulo, donde nació y tiene sus estructuras más fuertes, el PT consolidaría su hegemonía total en la izquierda y en la oposición al gobierno del presidente Fernando Henrique Cardoso.
Eso daría un gran impulso a la «onda roja» que procede del sur, denominación que recibe la creciente área de influencia del PT en un estudio de cientistas políticos brasileños y franceses, coordinado por César Romero Jacob, de la Universidad Católica de Río de Janeiro.
El PT se hizo muy fuerte en el extremo sur de Brasil, y gobierna hace casi cuatro años el estado de Río Grande del Sur, cuya capital, Porto Alegre, ya está bajo su gestión hace 12.
En estas elecciones el partido conquistó o disputa en segunda vuelta las más importantes ciudades de otros estados sureños, Paraná y Santa Catarina.
En el interior del estado de Sao Paulo, el PT ya conquistó la jefatura del gobierno de varios municipios entre los más poblados y es favorito el 29 de octubre en otros como Santos, el mayor puerto sudamericano, y Campinas, considerada la capital tecnológica de Brasil.
La izquierda obtuvo resultados sorprendentes también en capitales donde se imaginaba sin fuerzas para oponerse al poder local dominante.
Es el caso de Fortaleza, capital del estado de Ceará, en el nordeste de Brasil, donde el diputado Inacio Arruda, del Partido Comunista de Brasil, amenaza la reelección del alcalde Juraci Magalhaes, del Movimiento Democrático Brasileño, uno de las tres grandes grupos de la coalición oficial.
En Curitiba, capital de Paraná, otro alcalde antes considerado imbatible, Cassio Taniguchi, del PFL, ve amenazada su reelección por el candidato del PT, Angelo Vanhoni, que obtuvo 35,4 por ciento de los votos y quien, se prevé, contará con el apoyo de otros opositores en la segunda vuelta.
Hay ciudades donde dos candidatos de la izquierda son los protagonistas de la segunda vuelta. Es el caso de Porto Alegre, capital del Río Grande del Sur, Londrina, importante municipio agrícola de Paraná, y Maceió, capital de Alagoas.
Curiosamente, Río de Janeiro, tradicionalmente opositora y de izquierda, es una excepción, pues dos partidos de derecha disputan ese municipio el 29 de octubre. (FIN/IPS/mo/mj/ip/00