India y Pakistán aún podrían perder su batalla por la patente del arroz «basmati» contra una empresa de Estados Unidos que se vio obligada a retirar algunas de sus reivindicaciones sobre el producto, cultivado durante siglos en Asia meridional, advirtieron expertos.
El basmati es un costoso arroz aromático que se vende en los supermercados de Europa y Estados Unidos.
La compañía estadounidense de biotecnología RiceTec lo había registrado en la Oficina de Patentes de Estados Unidos en septiembre de 1997 y proclamado como una «invención de un nuevo tipo de arroz», en un claro ejemplo de «biopiratería» o saqueo de los conocimientos de las culturas indígenas, según activistas.
La Autoridad para el Desarrollo de las Exportaciones Agrícolas y de Alimentos Procesados (APEDA) de India festejó cuando Rice Tec se vio forzada a retirar cuatro de sus veinte reivindicaciones sobre el producto, ante la impugnación presentada por el organismo indio.
«Las reivindicaciones ahora retiradas hubieran afectado adversamente los intereses comerciales de India en las futuras exportaciones de arroz Basmati», declaró APEDA.
Sin embargo, expertos en seguridad alimentaria advirtieron que la celebración podría ser prematura.
Al retirar apenas cuatro de sus reivindicaciones, Rice Tec frustró los esfuerzos de India por revocar la patente, señaló el activista Devinder Sharma.
Según Sharma, la empresa estadounidense retiró esas cuatro reivindicaciones de «granos novedosos de arroz» porque sabe que no soportarán la reevaluación solicitada por APEDA.
«De las veinte reivindicaciones, sólo cuatro se referían a las características del grano de arroz, mientras las otras 16 se relacionan con 'linajes novedosos de arroz' y detallan técnicas y propiedades del cultivo fuera del subcontinente indio», explicó.
La estrategia de APEDA consistió en impugnar las reivindicaciones basadas en la novedad de los granos de arroz, suponiendo que el resto de las reivindicaciones caerían luego por sí mismas.
Pero los abogados de RiceTec se dieron cuenta de la estrategia y retiraron hábilmente las reivindicaciones claramente insostenibles.
«En lugar de celebrar públicamente (el retiro de cuatro reivindicaciones), APEDA debe impugnar la medida y forzar a la Oficina de Patentes de Estados Unidos a reexaminar o rechazar directamente la solicitud de patente de RiceTec en su totalidad», urgió Sharma.
La solicitud de patente de RiceTec sobre el arroz basmati fue considerado el ejemplo más audaz de biopiratería por parte de una empresa multinacional occidental.
Otros ejemplos son las patentes de las propiedades herbicidas del árbol «neem» y de las propiedades medicinales de la cúrcuma.
En el caso de la cúrcuma, el gobierno de India impugnó exitosamente la patente porque pudo presentar pruebas de antiguos textos indios de que el uso medicinal del producto se conocía en este país desde hacía muchos siglos.
«El caso del basmati es un engañoso negocio técnico-legal, y una vez que tomemos una posición no podremos retractarnos fácilmente», destacó Raghunath Mashelkar, director general del Consejo de Investigación Científica e Industrial.
Las reivindicaciones de RiceTec violan claramente la Convención sobre Biodiversidad, que reconoce la soberanía de un estado sobre sus recursos genéticos naturales, destacó Uzma Jamil, de la Comisión de Políticas Ambientales, Económicas y Sociales de Asia Meridional.
Además, arguyen los activistas, la patente viola también el acuerdo sobre Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (TRIP) de la Organización Mundial del Comercio.
Según disposiciones del TRIP sobre «nombres geográficos», por ejemplo, el término «champagne» sólo puede aplicarse al vino producido en la región francesa de Champagne, y «Scotch» sólo puede usarse para describir el whisky producido en las montañas de Escocia.
El arroz basmati también está comprendido en esas disposiciones, porque su nombre «tiene una relación exclusiva con su lugar de origen en el subcontinente indio», señaló Sharma.
Sin embargo, India no reclamó la protección del nombre de su arroz basmati, su té Darjeeling ni de otros productos, lamentó el activista. (FIN/IPS/tra-en/rdr/mu/mlm/dv-en/00